Felicidades cachorro

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La graduación transcurrió tan tranquila que Dilan hasta se estaba aburriendo. Al menos podía felicitarse de haber terminado una carrera que no había elegido por sí mismo, aunque sus notas eran buenas. Ya después si tenía tiempo estudiaría lo que quisiera.

Tras recibir el diploma y ser felicitado delante de todos por estar entre los 5 mejores del curso, bajó a su puesto y esperó a que terminara la ceremonia. Se suponía que después los alumnos podrían tomar fotos con sus familiares y después asistir a la cena especial, pero Dilan tenía otros planes.

Se acercó a Louis que tenía un ramo de flores blancas en su mano que al parecer lo tenía escondido en algún lado del auto.

-Felicidades- le sonrió el beta y lo abrazó nuevamente. Se notaba que estaba orgulloso de él.

Dilan estaba feliz, aunque le hubiera gustado que otra persona también estuviese compartiendo ese momento.

-Te llevaría a comer sino tuvieras esos planes, pero esos malditos alfas son acaparadores del tiempo- se quejó nuevamente, pero Dilan solo se rio, sino Louis no los quisiera a su forma no los criticaría, era parte de su personalidad.

-Puedes hacerlo en otro momento. Hoy... es un día muy importante- y no solo por la graduación, sino por lo que concluiría la noche.

Louis alzó los hombros.

-Tu auto es mejor que lo dejes en mi garaje, si tu padre se entera que te compre un animal así la bestia será él. Maldito tacaño que tiene no sé cuántos carros y no puede darte ni uno solo- gruñó la última parte- a ver, ¿te llamó, te felicitó?

El rostro de Dilan se ensombreció y sacó su celular. En la pantalla estaba escrito un mensaje de Mark que decía. Bien hecho. Louis gruñó.

-Como si fueras un perro que hubieras hecho un buen truco. Ni siquiera te pudo felicitar- los ojos del beta comenzaban a enrojecerse.

Dilan le agarró la mano y la apretó.

-No te molestes con él, no vale la pena- le sonrió- Una felicitación de su parte reamente no es algo que esté esperando, en cambio- hizo unos toques en su pantalla y le mostró otro mensaje a su primo- él... me escribió- su sonrisa se iluminó y la expresión del rostro de Louis se suavizó.

-Pronto podrán reunirse de nuevo-

Dilan asintió.

-¿Y bien? ¿Cuándo es que te vienen a buscar? A ver si me da tiempo a robarte un rato más. Entre tu padre y tu novio dentro de poco voy a tener que mandarte señales de humo para poder verte.

Dilan se rio. Era increíble como Louis hacia mucho más papel de padre... que su propio padre. Solo que esta vez no podía quedarse mucho a su lado. El plan de ese día había sido repasado tantas veces que si fallaba era porque estaba para fallar. Al menos a él le habían dado algunas horas para que fuera a la graduación. Miró su lejos.

-Ya deberían estar aquí- vio la mueca que hizo Louis- Voy a marcarle a Ryo, quizás pasó algo.

Comenzó a llamarlo cuando escuchó el tono de él... muy cercano y se giró sobre si mismo encontrando que... ese mismo alfa al que estaba llamando estaba a pocos metros recostado contra un auto negro... y un ramo de rosas rojas en sus manos.

Dilan bajó lentamente el celular sin creer que lo que estaba mirando. A su lado escuchó a Louis chiflar.

-Vaya, se lució, se suponía que hoy no tenía nada de tiempo por lo que me contó Estil- miró a su primo y suspiró, para después palmearle la espalda dándole un empujoncito. Dilan lo miró con los ojos muy abiertos- Ve con él, aunque si te lo comes a besos que sea dentro del auto. Yo me encargo del tuyo.

Los orbes del omega brillaron con notable alegría y caminó rápido hacia Ryo conteniendo las ganas de correr y treparse sobre él. Algo que realmente haría sino fuera porque eso sería un escándalo y seguramente llegaría a oídos de su padre. Así que cuando se detuvo delante de Ryo aparcaba en un brazo el ramo que le había dado su primo y la otra su pantalón evitando abrazarlo allí mismo.

Ryo, que lo conocía sonrió.

-Felicidades Baby- habló en voz baja y le ofreció el ramo de rosas.

Dilan lo agarró con la mano temblante y lo acercó para olerlo. Olía rico, pero sobre todo porque el olor de las rosas estaba mezclado con el olor de las feromonas del alfa. Su sonrisa se hizo más amplia.

-Vamos- Ryo se corrió para abrir la puerta de su auto y le hizo seña sabiendo perfectamente lo que quería el omega, pero antes.

-Mira ese carro rojo- Dilan indicó con un movimiento de la cabeza el llamativo vehículo parqueado al frente- me lo regaló mi primo- dijo emocionado como si fuera un cachorro con un juguete nuevo-

Ryo miró el auto y después miró a Louis que simplemente alzó los hombros. Tras esto tuvo que rendirse.

-Tu primo sabe lucirse realmente, aunque yo también te tengo un regalo, pero tendrá que ser para mañana pues tengo que llevarte y si no te gusta se puede seleccionar otro.

Dilan pestañeó confundido.

-¿No me vas a decir? Me vas a dejar con la incertidumbre, no seas maldito.

Ryo copió a Louis alzando sus hombros.

-Si te lo digo no es una sorpresa- el alfa esperaba con la puerta abierta.

-pero ya me dijiste que me tenías una sorpresa, no me puedes tener así hasta mañana.

Ryo alzó una ceja.

-No voy a ceder cachorro, así que entra al auto y espera pacientemente hasta mañana.

Dilan hizo un puchero y entró al auto pasando los dos ramos hacia atrás sabiendo que por más que insistiera conocía el tono que estaba usando Ryo y no le diría. Más que querer saber que le regalaría el alfa... era el hecho que sería al otro día, cuando ellos dos tendrían la misión y su confesión esa noche.

Escuchó al alfa entrar y sentarse a su lado. Ahora los dos dentro nadie los podría ver desde afuera, aun así, y sin decir nada encendió el auto y se alejó al menos unas cinco cuadras hasta doblar y estacionarse. Entonces apagó nuevamente el auto y corrió el asiento hacia atrás.

Se palmeó los muslos y abrió los brazos.

-Ya puedes saltar encima de mí.

Y aunque Dilan tenía aún su puchero en sus labios se corrió para quedar sobre su regazo, rodear sus brazos alrededor de su cuello y buscar los labios del alfa.

La emoción de cuando lo vio llegar volvió a resurgir- 

Sucumbiendo al instinto (Omegaverse/Bl/Erótica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora