12

14 0 0
                                    

—Ten —Ella miró lo que había en la mano —Te traerá suerte, para encontrar al niño

—Un frijol —Él sonrió

—Es tu frijol de la suerte —Todos los miraron y ella rodó los ojos —¿Ya eres demasiado para los frijoles de la suerte, ángel?

—Soy demasiado grande para muchas cosas Caruso —Él la miro, solo lo llamaba así cuando estaba enojada

—Antes me llamabas papá

—Antes, no estabas muerto —dijo —O fingías estarlo

—Rouses yo...

—Déjalo —Ella siguió caminando al avión que estaba en una carretera en medio de la nada

—no debes forzarla Alessandro, dale tiempo —dijo Ángelo deteniendo —Aún está asustada

—Era solo una niña

—Adhiérete al plan, no hagas estupideces, ¿me escuchaste?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Adhiérete al plan, no hagas estupideces, ¿me escuchaste?

—Si estoy escuchando

—Yo iré por el niño, tú distráelo —Asentí

El lugar estaba repleto de enemigos, nos escondimos tras unos taros y me pare, comencé a caminar.

—Él no se equivocó, vendrías de nuevo por ese molesto niño —Sentí el arma en mi cabeza —Ahora avanza, levanta las manos —Lo hice

—Te dije que regresarías a mí, pero esta vez no será fácil —Máximo estaba a lado de él

—¡Mamá! —Tenía la cara sucia, no permitió que viniera a mi

—Máximo, tu mamá está aquí por ti y apuesto que esta vez no sé ira sin ti, pero antes deberá pelear, estuviste mucho tiempo afuera, Achilles, alguien más apareció, ahora veremos si es más que tú, Eris —Una mujer apareció y me miro

—Achilles, he escuchado de ti

—Pues yo no de ti —dije

—Hoy demostraré que los psicópatas no se hacen, sino que nacen

Se lanzó a mí, me golpeo, caí al suelo y él se comenzó a reír, camino hacia mí.

—La gran leyenda, párate o acabaré contigo —Miré a Máximo, 'cierra los ojos', él lo hizo, me puse de pie y arremetí, ella esquivó mis golpes y comenzó a reír —Vamos, leyenda —Más golpes y volvía caer, la tome del pie y la hice caer, compense a golpearla, pero parecía que no le dolía, ella me empujo —Tienes miedo leyenda —Me tomo del cabello y comencé a patalear —Maldita puta, sin los Caruso no eres nada —Me escupió

—Quieres probar —La golpee y la bote, una ráfaga de balas comenzó de algún lado, Máximo se tapó con su manitas sus orejas y se incoó, intente acercarme, pero me golpearon, me pare y comencé a luchar con Eris, retrocedí un poco, se llevaron a Máximo

PassioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora