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La tensión sobre la mesa se sintió por unos momentos cuando Jane salió con uno de sus chistes y su petición.

—¿Y por qué no me puedo hacer un tatuaje? Muchas personas se lo hacen

—Pero tú no eres una de esas muchas, cuando seas mayor de edad podrás hacerte lo que quieras hasta tener un pene

—Yo no quiero uno de esos, ¿Tú qué piensas Alessio? —Todos los miramos, él se alzó la manga de la camiseta y vi uno de sus tatuajes, eran unos dados

—Ahhh —Jane Grito y se acercó a verlo —¿Cuándo te lo hiciste?

—El primero que me hice fue a los catorce, pero yo no tenia padres que me supervisan, tiene razón, deberías esperar a ser mayor de edad, si aún quieres hacértelo, yo puedo llevarte a un lugar donde los hacen muy bien

—¿Cuántos tienes?

—Seis

—¿Cuál es más importante? —Me miro

—El que está aquí —Señalo bajo su corazón —Está en hebreo

—Qué mono

—¿Quién quiere postre? —Mía intervino y le agradecí por eso

Me levanté y comencé a recoger los trastes, junto a mi madre, al llegar a la cocina Pipa se puso a lavarlos, mi madre me miro y abrió una gaveta, saco una botella pequeña, y dos vasos, los sirvió y me miro.

—Lo necesitas —La miré, y me eché a llorar —Hay linda, lo siento tanto, en serio, no sabes como me gustaría que fuera fácil, pero no es así, debe doler

—Aún lo amo

—Lo sé, cariño, lo sé, Rouses, luchar por amor no es malo —Acariciaba mi cabello —Es mejor que preguntarse si hubiera válido la pena

—¿Aunque duele?

—Aunque duele, está aquí no —La mire —Pero está eso

—Sí, eso

—No deberías ser tan dura, tú también te equivocaste

—Vamos, ayudemos a secar los platos, son una buena terapia

Secamos los platos, cambiamos de tema, hablamos de su trabajo, del mío, pero solo le dije lo básico, no que ayudaba a cobrar deudas a un mafioso que era el hermano, del chico que estaba en su sala., cuando terminamos salimos. Ella fue con mi padre y yo a la sala, Jane conversaba con Alessio, lo estaba torturando.

—¿Entonces puedo ir?

—Claro, pero eso dependerá de tus calificaciones

—¿De qué hablan? ¿A dónde iras?

—Alessio, dijo que podría ir a visitarte en vacaciones, y que el mismo iría a recogerme al aeropuerto, además que haría el tour por tu casita enorme, pero debo mejorar mis calificaciones

—¿Te va mal en la escuela?

—No mal, pero tampoco me va bien

—Eso es contradictorio —Me miro y sonrió

—¿Y cuándo se casan? Quiero sobrinos, van a ser una monada sabes

—Jane, te dije

—Lo sé, pero, digamos que investigue un poco su historia

—En vez de estar investigando, eso deberías poner a estudiar

—Oh, vamos Abby, pero si parecías muy enamorados en esas fotos, pero no lo recuerdas, eso es cruel, la vida es cruel

PassioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora