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Según Gia su familia tenía ciertos estándares, eran la monarquía de la mafia, por lo cual yo era la plebeya. A menos que digiera quien soy y todo se viniera abajo, se deben preguntar que paso después de esa canción ayer, pues nada yo subí a la habitación, pero Alessio no llego, yo me quede dormida, desperté rodeada de su brazo, no me dijo nada, paso callado todo el día a lado mío.

Estaba arreglándome el vestido negro, tenía dos aberturas en ambas piernas y un escote pronunciado.

—¿Llevaras abrigo? —Miré por el espejo —Parece que nevara

—No lo sé, no tenía planeado ponerme un abrigo con este vestido —Se acercó más a mí —Pero creo que puedo hacer algo, creo que por error metí un poncho o un chal

—Te ves muy bien

—Gracias —Me volteé —¿No llevarás corbata?

—No, no es necesario

—Dóblate bien el cuello —Camine a la maleta y busque entre todo ese desorden y saque un poncho, lo deje de lado, me acerque a él y le arregle el cuello —Ya está mejor

—Tengo algo para ti —Lo miré

Saco una caja y la abrió.

—Es preciosa

—Cada princesa tiene la suya, y esta es la tuya, te representa bien —Me miré en el espejo.

La corona era muy sencilla, pero era, hermosa. Tenia un diamante en forma de lágrima en el centro.

—Me gusta

—Rouses, yo sé que estás molesta, enojada y...

—Molesta si, enojada, se me está pasando, todo depende de como vaya la noche, ¿sí? —Asintió, tocaron la puerta

—Acaba de llegar esto para usted —Dejaron una caja en la mesa de la habitación y un ramo enorme de rosas, abrí la caja encontrándome con un millón de mariposas de papel, tome la dedicatoria, y lo leí "te amo más"

—Siempre te gustaron las mariposas

—¿Cómo has hecho esto? Has pasado todo el día pegado a mí

—Tengo mis medios —Alce las cejas —Pero no es suficiente

—Sabes que te has ganado —Negó, me acerque a él y lo abrace y después bese su mejilla

—Un besito en la mejilla —Dije feliz —Ya depende de lo demás si hay más

—Señor, la señorita Smith está aquí

—Creo que ya no habrá más —Susurre tomando el chal y pasando por su lado, me tomo de la cintura

—Rouses —Lo miré

—Dale Alessio, deja este drama, sé que te gusta

—No me gusta, si me gustara hubiera dejado que te fueras a un hotel, deja los celos

—Yo no estoy celosa —Aclare —Se le dice precaución, además tus amigas usualmente siempre me sacan de mis casillas

Bajamos encontrándonos con su amiga, quien lo beso muy cerca de la boca.

—Pero vaya princesita, y yo pensando que iras con el disfraz de puta—¿Podía estamparla a la pared?

—Sandra — ella miró a Alessio

—Eso te lo dejo a ti querida

—Dicen que detrás de un gran hombre hay una gran mujer

—¿En serio? Es bueno saberlo, sobre todo cuando yo nunca estado detrás de uno —Me miro y sonreí

PassioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora