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Los soldados de Ivo bajaron hasta llegar al área hospitalaria de la ciudadela, revisaron habitación por habitación hasta que dieron con ella, intentaron derivar la puerta, pero esta no cedía, desde adentro. Siete miraba con agobio, mierda, miro a Rouses.

—Señor, no podemos derivar la puerta —Alessio miro a Ivo

—Denle con todo, pero tráigame a Achilles

—Derríbenla —Ordeno el hombre, Siete miro a los doctores

—Quédense atrás

Pusieron detrás de ellos a Rouses. Mientras miraban como intentaban botar la puerta, mientras tanto a fuera, golpeaban a Tomás, Adkins, Adriel, Alessio intentaba zafarse, pero no podía. Abajo las explosiones incrementaron, haciendo vibrar el lugar

—Mierda

—Entrarán —Él miró a su lado mirando a su hermana, miro la camilla, seguía ahí

—En unos minutos podré despertar —Indico —Los demás llegarán al tiempo que salgamos de aquí, debemos ayudarlos a entrar, cuando habrá la puerta quiero que los mates y vayas al techo ayudes a quien puedas.

—Y tu cuerpo

—Estará bien —Dijo ella

Rachel golpeaba a Gia, tenía la cara marcada y los brazos lastimados, le faltaban algunos dedos de la única mano que tenía, pero eso no la detuvo, Emiliano se acercó a Alessio.

—¿No pensaste que tu familia acabaría así?

—Te mataré, acabaré contigo

—Señor dos grupos por el este y el sur se acercan

—Deténganlos, debemos acabar con ellos, quiero que encuentren a los hijos de Nicolás, quiero que vean como su padre muere —Emilio, camino hasta Nicolás —Te dije que debías tener cuidado o no.

—Púdrete —Lo golpeo

—Traigan a los soldados

—Debes tener a tu oponente amarado para poder golpearlo, Emiliano, eres un maldito marica —El regreso a ver quien hablaba, de las sombras un fantasma salió con los ojos completamente negros, la temperatura bajo y las luces del lugar comenzaron a titilar —Porque no lo sueltas o es que te da miedo

—Maldita zorra —Alessio la miro

—Rouses... —Ella no lo regreso a ver

—Bueno, bueno, les daré un poco de ventaja o se van o todos mueren

—Tomamos la ciudadela —YaKov se acercó hasta ella —No podrás con todos

—Yo podré, y usted rogará por su vida y por la de su hijo, o es que olvido que mando a matar al hijo de Aleck —El hombre retrocedió —Si el infierno no tapa ciertos pecados. Los aliados vienen en camino. Los Calabria, ¿Recuerda lo que les hizo?

—Te mataré antes —Saco un cuchillo, Ivo iba a detenerlo, pero no pudo, su mano traspaso el cuerpo, era un fantasma

—¿Qué le da miedo? Pues los muertos nos gusta regresar del infierno —Todos estaban asustados, Alessio pensó lo peor, pero después lo recordó, aquella vez

—Sigue dormida —Gia lo miro

—Lárguense y consideraré perdonarles sus vidas, quédense y les haré comer sus intestinos —Emilio iba a disparar, pero Ivo la detuvo

—No, ella es mía —La miro —Espero que se pueda follar con un fantasma

—Hay que deshacerse de ella

PassioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora