115

5 0 0
                                    

Todos entrenaban, yo estaba golpeando un juguete de utilería, intentando no destrozarlo, me detuve un momento para tomar agua, mire mi reloj, debería irme, camine hasta la casa con la atenta mirada de todos en mí, al entrar me encontré con Ángelo estaba revisando varias carpetas.

—Debo irme

—Te quedarás más, Lucia y Camila lo saben, debes tomar un baño si quieres verte bien

—¿Qué vamos a hacer?

—Es una convivencia así tú y Caruso dejan de querer matarse a cada rato —Viré los ojos

—Ahora ve y luce linda

Bianca se sentó al borde de mi cama, me miro, no pasaba mucho aquí para ser honestas, odiaba el lugar, decía que estaba lleno de polvo y a punto de caerse.

—Deberías usar más faldas que pantalones y comenzar a pintarte, mejor no, no necesitas maquillaje, procura sonreír un poco y no mates a nadie —Medí la vuelta

—¿Algo más?

—No, trata de entender eres como un plato exótico, que no puede ser tocado, pero es deseado por medio mundo

—No tengo la edad suficiente para pensar en chicos y eso

—Pero es así el mundo, este mundo, a mí me comprometieron a los doce con Ángelo, una edad más que tú

—Mi verdadero mundo ya tiene alguien para eso

—Por eso, no caigas en el juego aquí o arruinará lo que el tuyo esté preparando par ti, ahora vete, procura visitar más a tus hermanos —Asentí

—Lo haré

Comencé a bajar las escaleras y salí al patio, la otra casa estaba ubicada más lejos y era más linda para Bianca, pero da la casualidad de que ni ahí pasaba tampoco. Cuando me acerque a donde los demás había un par de mesas unidas, deseaba que Luciano estuviera aquí, pero había tenido una misión, Ángelo me llamo y camine hasta el asiento, al mirar a mi lado estaba Alessio, mierda, mire a Ángelo él solo sonrió y se sentó al otro lado.

—Coman —Pidió

Como animales avorazados todos se lanzaron a la comida, mire a Ángelo, tomo un poco de comida y lo puso en su plato. La mayoría decidía llevarse la comida de una a la boca, parecía que no comían mucho, alce la mano y tome un pedazo de pan, mire el otro plato y una carne estaba en mi plato, mire a mi derecha Alessio me miraba

—Si quieres comer, olvídate de los modales

—No quiero atragantarme —Aclare, él se metió un pedazo de pan a la boca

—Bueno —Hablo con la boca llena —Entonces no cenarás

Seguí tomando cosas y poniéndolas en mi plato, cuando acabé la mayoría ya se estaba embutiendo agua para no atorarse, comí despacio, utilizando los cubiertos, que para la mayoría fueron innecesarios, algunos me miraron raro.

—Pero donde quedaron nuestros modales —Hablo uno de los amigos de Alessio, no sabía su nombre —Lo sentimos princesa

—Suele ser así de refinada siempre —Miré a Ángelo

—No es un animal como ustedes, parte de la comida está en el suelo y la otra en sus estómagos, debieron notar que había cubiertos y al menos pensar en masticar —Menciono él

—Así nací —Manifesté —Además no quiero morir con un pedazo de pan en mi esófago —Deje los cubiertos sobre el plato cuando termine, busque mi vaso Alessio también se había tomado mi agua

PassioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora