Passione

60

Grecia nos recibió con lluvia y viento, me quede en un hotel del centro, le envíe un mensaje a Regina, me prepare para verla.

—Iremos contigo

—Estaré bien

—No fio, iremos, nos quedaremos donde no nos vea

—Bien

—¿Dónde se verán? —Mire mi teléfono

—En la acrópolis —Asintieron —Bien veamos que tan loca esta

Atenas, no conocía muy bien el lugar, apenas y había ido, había mucha gente, turista, antes de poder enviar un mensaje, la vi, camino hasta a mí y paso de largo la seguí, hasta un lugar apartado.

—Llegaste rápido

—Bueno, cuando son temas delicados no pierdo tiempo ¿Qué es lo que quieres?

—Te dije que no te haría la vida fácil, ver que tú y él siguieron sus vidas normales, me molesto un poco, mucho en realidad

—Entonces le pagaste a esa chica

—Eres muy lista, así es le pagué, una gran cantidad para que mintiera, le creyeron de inmediato, y más cuando comento que pondría ser el mismo caso que tú viviste con él, solo que tú te enamoraste de él

—Alessio nunca sería capaz de eso

—Pero nadie lo sabe

—¿Por qué le haces esto?

—Porque te eligió

—Tú fuiste la que salió corriendo de la iglesia

—Mientras que pensaba en ti

—Para esto Regina

—¿O qué?

—Páralo, ¿Qué quieres dime? ¿Dinero? Te lo doy, pero no le hagas, esto es injusto, tú lo sabes bien, has visto todo lo que ha luchado, no le quites eso

—No quiero dinero

—¿Qué quieres?

—Que lo dejes, déjalo Rouses, y yo papare

—No —Me miro

—Entonces verlo caer —Se iba a ir, pero la tomé del brazo, el embarazo comenzaba a notársele

—Será bajo mis condiciones —Me miro —Primero ella se retractará por escrito, lo dirá públicamente

—¿Y si no quiere?

—No hay trato, y prepárate porque haré que ella confiese

—¿Cómo lo harás?

—El mago nunca revela sus secretos, pero si ella cae tú también

—Me amenazas

—No solo es un recordatorio

—Bien, entonces tenemos un acuerdo

—También firmaremos un acuerdo, no quiero que te eches para atrás, ni que salgas con otras cosas

—¿Cuándo?

—En la tarde, para eso quiero ya leer la hoja de lo que ella dirá con su firma y avalado por un juez

—Pides mucho

—Tu igual, así que hazlo, o sigue llorando, este es el número de mi abogado, llámalo cuando todo esté listo

Camine de regreso y me tope con Esteban y Maritza.

—No estarás hablando en serio ¿Vas a hacer lo que dijo?

—¿Qué otra cosa podría hacer? Si la chica no nos ayuda no podremos hacer nada