133

4 0 0
                                    

Volar a Grecia me ponía nerviosa, la relación con la familia de mi madre no era la mejor, y menos después de que Alessio sea el ex prometido de Regina. Alessio, por otro lado, lucia muy tranquilo y no sé por qué eso me enojo.

—¿Y ahora qué te pasa?

—Deberías estar nervioso, verás a tu ex familia política y pareces muy tranquilo

—Tampoco voy a estar temblando de miedo, además si es mi familia política —Lo mire —De tu parte, sabes que nunca me ha importado lo que me digan. Pero eso si se te dicen algo no respondo.

Llegamos al aeropuerto de Atenas, un auto nos esperaba

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Llegamos al aeropuerto de Atenas, un auto nos esperaba. Llegamos hasta uno de los departamentos que tenia mi padre. El lugar estaba grande era la primera vez que venía aquí.

—Sus majestades los esperan a la hora de la cena —Asentí —Toda la familia va a estar, sus doce tíos, y sus cuarenta y siete primos

—Estaremos listos

—Sus majestades —Klaus salio dejándonos solos

—Tenemos cuatro horas para estar listos —Indique —Ponte bonito quieres

—Yo siempre estoy bonito —Lo miré —No te tardes, porque eres capas de pasar una hora en el baño

—Yo no me tardo tanto

—Mira Rouses, puedes ir así como estás, porque estás hermosa, pero si quieres ponerte más hermosa

—Mejora tus piropos, que ya no están tan buenos

Me encerré en el baño, tratando de demorarme lo menos posible. Me miré al espejo de cuerpo entero. El vestido no tenia tirantes, tenia un pequeño escote de corazón y me llegaba a mitad de los muslos, con una cola que llegaba al suelo, me gustaba.

—Rouses llegaremos tarde

—Ya salgo

Al salir lo vi arreglándose el cuello de la camisa, y las mangas, se volteó a mirarme.

—Siempre vale la pena esperarte

—Gracias

—¿No te pondrás una de tus diademas? —Lo miré

—Estoy bien así, tengo algo para ti —Abrí mi bolso y saque la pequeña caja negra que saque de las cosas de mi madre —Mi madre se lo dio a mi padre cuando se casaron

Saque el broche en forma de corona que mi padre siempre llevaba puesto sobre el corazón, nunca se lo saco, solo cuando murió, siempre se lo vi puesto.

—Eso se ve muy costoso —Lo miré —Apenas soy el rey consorte

—Y no lo olvides, no olvides tu lugar Alessio

—Solo escucha como me estás tratando —Le coloque el broche y lo mire

—Digan lo que digan, no le hagas caso Alessio, no los vayas a escuchar, no olvides tu sitio, bien lo dijiste, ahora eres el rey, no solo el dueño de una empresa de seguridad. Ahora eres un rey —Miro el dije —Pero que no se te suba a la cabeza

PassioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora