Nicolás
Rouses se fue con Paulina y Cristiano, mire a Alessio y después a Tomás, que conversaba con la camarera. ¿La novia no había aparecido en días?
—¿Dónde está tu querida novia?
—Con las odiosas de sus amigas —Me miro —¿Por qué?
—Es que me sorprende, no verla encima de ti
—¿No la soporto? —Sonrió
—¿Por qué no la dejas y ya?
—Porque no quiero ir detrás de la esposa de mi hermano —Sonrió, Alessio lo miro —¿Qué? Puedo aprovechar que la cagas como en los viejos tiempos
—¿Qué tal tu viaje?
—Aburrido —Me miro
—Aquí no paso nada raro en realidad, hemos estado alertas, pero no ha pasado nada, es preocupante, siento que atracaran en cualquier momento.
—Cronos no se le ha acercado si es lo que quieres saber —hablo Tomás lo mire —¿Qué? No lo preguntará, nunca lo hace
—¿Ya se te paso el enojo?
—No es enojo, es...
—Rouses, es, Rouses, sabes como es
—¿No sé que más quiere? ¿Qué más debo hacer para que me crea?
—No huir sería un primer paso —Rodé los ojos —No la presiones y deja que hable, tiendes a dar todo por sentado cundo se trata de ella, al menos escucha por una vez, no cometas los errores que cometiste de crío
—¿Dices que me disculpe yo?
—No, solo que escuches, siempre hay una razón, y por muy absurdo que parezca ella te ama, no entiendo el porqué, ni como, pero lo hace
—Siempre va a haber alguien que te la quiera quitar —Me miro —Ya no somos nosotros —Mire a Tomás —Pero ellos no serán tan buenos dejándotela, además si yo fuera tú estaría ahí abajo con ella disfrutando
Rouses
La mezcla de la música era buena, solo me movía al ritmo de la música, a mi lado estaba Gia y Cristiano, saltaban, tomaba una que otro copa, poco las gotas de sudor se hicieron notar en mi cuello. Quería quitar todos los pensamientos de mi cabeza, me concentré en la música, en ver todo lo que Cristiano traía, estaba ebria, así que, cerré los ojos, seguí moviéndome, hasta que sentí un par de manos en mi cintura, me sobresalte y me gire encontrándome a Alessio, no dijo nada solo me acerco a él.
—No dejes de bailar —Susurro en mi odio
Me giro de nuevo mi espalda contra su pecho, le hice caso y seguí bailando, sus labios estaban sobre mi cuello, sus manos subían y bajaban por mi cintura hasta mi vientre. Me volteé en sus brazos, pasando mis brazos por su cuello, pegándome más a él, mis labios se juntaron con los suyos, sus manos subían por mi espalda, se separó de mí.
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Passione
RandomPerdió, perdió lo que sabía que iba a perder, pero aun así dolió. Los recuerdos son objetos valiosos que uno atesora, pero hay veces que tienden a desaparecer o a quedar en el olvido. La mente de Rouses es un campo minado que no permite ir más hall...