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Alessio se había quedado dormido hace unas horas ya, mire el reloj que había en la habitación, lentamente salí de debajo de su brazo, había una mancha se sangre en las sabanas, la cubrí y comencé a buscar mi ropa. Moverse era algo incómodo y doloroso, cuando la localice mis cosas, me vestí y comencé a buscar mis otras cosas, mire mi celular, debí irme. Mire a Alessio, limpie la lágrima rebelde que resbalaba por mi mejilla, salí de la habitación, al salir de la posada el de administración me miro curioso, salí del aparcamiento cuando el auto se estacionó frente a mí, abrí la puerta Esteban estaba al volante, atrás dormidas iban Maritza y Paulina, subí y cerré la puerta, él solo me miro.

—Conduce

—¿Estás bien? —Negué

—Solo conduce —El auto arranco

—¿Estás bien, paso algo?

—Se acabó —Hable, al borde del llanto —Eso pasó, se acabó —Lo miré —Se acabó Esteban, esta vez no perdonará —Las lágrimas comenzaron a brotar —Él me miro sin entender

—Aún podemos regresar —Escuché a Paulina, yo negué

—No, él no me perdonará —Esteban tomo mi mano, comenzó a acelerar, hasta que llegamos a una pista donde estaba el avión, él apagó el auto, solo nos quedamos los dos

—Estás segura de esto —Asentí, con las lágrimas en los ojos —Bien vamos

Bajamos, él comenzó a subir al avión, yo iba atrás, despertaría y no me encontraría, se iba a volver loco, lo sabía.

—Lo siento Alessio —Susurre

—Estamos listos su majestad —Asentí

Perdóname.

Perdóname

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Paulina

Ellos llegaron minutos después de que ella partiera, no dijo a donde no dijo por qué, el punto era que debía aparentar, no haberla visto. Cuando la puerta del avión se abrió, Tomás fue el primero en bajar, me miro y negó con la cabeza, Nicolás se paró en la puerta y un sujeto muy parecido a Alessio se paró a su lado, tenía el mismo aspecto que cuando ella murió, solo tenía puestos unos shorts y un dividí.

—Lo destrozó —Menciono Tomás —Lo dejo en la nada

—¿Qué paso? —Él me miro

—Le dio lo que nadie más tendrá y después se fue —Lo mire, pero que estaba hablando, Nicolás subió a Alessio en el auto y saco un cigarrillo, lo prendió y me miro

—Se acostó con ella

—¿Qué? —Pregunte estupefacta

—Está devastado Gia, le quito algo su alma, no su corazón —Miré a Tomás, ahora entendía por qué Rouses actuaba de esa manera

—Él se a acostado con muchas porque le afectaría esta vez —Ambos me miraron

—Porque es Rouses, además él pensó que ella se quedaría, solo balbucea cosas —Nicolás tiro el cigarro, Tomás subió al auto

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