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No sé donde estaba ni quienes eran, mire al hombre que estaba frente a mí caminaba de un lado a otro, había muchos hombres de traje a mi alrededor.

—Quiero irme —Dije, él me miro y se sentó frente a mí

—Mi querida y hermosa princesa, mira, tengo un problema aquí —Chequeo los dedos, todos los hombres salieron menos uno

—¿Quién eres?

—Soy tu esposo

—¿Esposo? Yo no soy casada

—No de forma adecuada si me permite explicarle a la señorita

—Por favor Milo, que yo estoy a punto de perder a la paciencia

—La que debería perder la paciencia, debería ser yo

—Su alteza, hace mucho tiempo, exactamente cuando usted tenia quince, sin querer se casó con el emperador de la mafia

—¿La mafia tiene un emperador?

—La tiene, el matrimonio fue disuelto, pero

—Pero...

—Ciertas leyes e imposiciones llevaron a que el señor se viera en la necesidad de convertirla en la esposa absoluta del emperador

—Pero ¿Por qué?

—Para salvarle la vida, en una intento desesperado tuvo que hacerlo, la ha mantenido oculta, pero...

—No durará mucho tiempo —Me miro —Hay gente que quiere mi puesto y además moriré pronto

—Esto es mucho —Una punzada atravesó mi cabeza —¿Y por qué estoy aquí?

—En palabras sencillas, usted es la esposa principal e intentarán matarla

—¿Por qué?

—Para que no me des descendencia

—Pero yo no pienso hacer eso

—Lo sé

Se sentó y el otro hombre toco un timbre y trajeron una mesa dejándola en medio de ambos cupo perfecto.

—Cuando un emperador muere y no tuvo descendientes, sus mujeres son asesinadas

—¿Mujeres?

—Mientras más descendientes mejor, no hay impedimentos, lo hacen para evitar posibles descendientes, mi familia vendrá por mi trono

—¿Y eso no es bueno?

—Soy el último descendiente de la línea original, los demás no lo son —Lo miré por un momento mientras el otro hombre dejaba una carpeta sobre la mesa —Así que elegiré a mi sucesor, y quiero que seas tú

—¿Yo? Pero yo no soy nadie en tu mundo, soy alguien que muy pronto regresara a su mundo

—Y que deberá tener algo que hacer cuando el chico con cáncer muera, te estado vigilando desde que regresaste

—No puedo hacerlo

—Si puedes y debes, un cambio de emperador son las horas más críticas del mundo oscuro, porque pueden desaparecer familias

—Debe haber otra opción —Me puse de pie —Conozco a excelente doctores

—No funcionará, no cuando solo tengo tres meses de vida y un tumor cerebral del tamaño de una naranja en mi lóbulo occipital derecho

Me senté y me quedé callada, él abrió la carpeta y comenzó a indicarle varias cosas al hombre a su lado en latín, sabía que una lección en ese lado del cerebro afectaba la vista, pero un tumor, no estaba segura de que podía hacer en ese lugar.

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