Rouses azotó la puerta, fui detrás de ella, estaba hecha un ovilló sobre la cama, estaba llorando. Lo que la doctora dijo fue desgarrador, aun con tratamiento no habría mucha posibilidad de que ella pudiera quedar embarazada; se mantuvo fuerte hasta salir del consultorio, lloro en silencio todo el camino, fue cuando quise consolarla que salió corriendo, los cachorros ladraban queriendo subir, los ayude se acostaron a su lado, camine y me senté a sus pies, no paraba de llorar, acaricie su pierna.
—Ya no llores —No dijo nada —Rouses
—Nunca podré tener un bebe, nunca podré cargarlo en mis brazos —Comenzó a llorar más desesperadamente —Debes irte a trabajar —Negué —Por favor —Me miro —Estaré bien —Acaricié su rostro —Necesito un minuto
—Te llamaré en a tarde y de noche saldremos —Asintió —Volveré ¿sí? —Besé su frente
El trabajo estaba a reventar, la junta se estaba a largando, mi cabeza estaba en otro lado.
—Nos gustaría hacer un contrato con usted para aplicar la seguridad en nuestros autos, además en empresa, tiene una gran reputación cuidando a gente importante. —Mire a la mujer —Aquí tiene los contratos —Mire al abogado, este asintió, firme los papeles sin antes leerlos, todos comenzaron a salir, me volteé mirando por la ventana —Conoce un restaurante cerca —Levante la vista encontrándome con la mujer —No sé si quisiera invitarme a salir
—Yo —Ella sonrió —Estoy casado —Ella parecía incómoda
—Claro, lo entiendo, perdón —Salió corriendo, saque el celular y llame a Rouses, pero no contesto, llame a James
—Alessio
—¿Dónde está mi esposa?
—En su habitación no ha salido, Miranda dejo la bandeja en su cuarto y aún seguía ahí
—Voy para haya
—Bien —Dijo
Colgué y salí de ahí rumbo a casa, con mi esposa. Al entrar a la habitación, Rouses estaba en el suelo jugando con cachorros, no había comido, los perros se acercaron a mí, ella me miro, tenía los ojos rojos e hinchados, se había cambiado de ropa.
—No comiste —Señale el palto
—Yo te quería esperarte —Hablo —Estuve separando películas para poder verlas. —Asentí y me quite la chaqueta, zafe la corbata y me senté en la cama —Cámbiate y yo prepararé todo. Elegiremos una película —Me puse cómodo y acaricie a los cachorros, ella entró con una selección de películas y las puso frente a mí —Elige una —La mire, debía saber cuál quería —¿Alessio?
—¿Cuál quieres tú? —Me miro
—Elige una tú —Mire las películas, cuando supe cuál era su opción, la tome y camine hasta la cama para sentarme —Tú no quieres esta
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Passione
RandomPerdió, perdió lo que sabía que iba a perder, pero aun así dolió. Los recuerdos son objetos valiosos que uno atesora, pero hay veces que tienden a desaparecer o a quedar en el olvido. La mente de Rouses es un campo minado que no permite ir más hall...