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Me senté en frente a la mesa, Gia ocupo el puesto a lado de Nicolás, este le pregunto donde paso todo el día, cuando Eiríkr llego Lía aún no aparecía, él miró su asiento.

—¿Dónde está mi esposa?

—Aquí estoy —Camino hasta su asiento, él no le quito los ojos de encima hasta que se sentó

—Te ves muy bella esta noche —Ella lo miro y se puso un poco roja

—Gracias —Él la miro y asintió

La cena transcurrió tranquila, Lía habla con los hermanos Caruso, con la atenta mirada de su esposo, quien estaba fascinado con lo que veía, y no estaba mal, estaba hermosa.

—Parece que juntarse contigo, le está haciendo mal —Mire a Eiríkr

—¿Qué?

—Esa ropa y ese peinado —dijo —¿Sabes algo? —Negué

—Se quiere ver linda, no veo problema en ello —dije

—Prefiero que sea invisible —Lo mire

—¿Por qué?

—Así es una cosa menos en que preocuparme —Sonreí —¿Qué?

—No puedes culparla porque querer verse linda, hay veces en que te cansas y simplemente dices basta y te transformas —Me miro

—Tendremos una reunión más tarde con ellos —Tomo un poco de vino —Tengo un pequeño problema —Lo mire

—¿Quieres mi ayuda? —Miro a su esposa, que se estaba riendo por uno de los comentarios de Nicolás

—Y después te irás, cumpliré mi palabra —Toco mi mano —Es fácil encariñarse contigo, así que, menos te quedes mejor

—Está bien

—¿Al menos que te quieras quedar?

—No puedo, pero si necesitas mi ayuda solo debes pedirla, vendré de inmediato

—No puedo, pero si necesitas mi ayuda solo debes pedirla, vendré de inmediato

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—Me estás diciendo que estás en un rollo

—Solo te informo, sé que no tienes la mejor relación con ellos, por lo que paso en Estambul —Nicolás rodó los ojos

—Soy el heredero a la mafia si alguien a de temer serán ellos

—¿Eso es ego?

—Se le dice poder —Me reí y ellos me regresaron a ver —Más vale que ella no este —Lo mire mal —Si le pasa algo, te mato

—No, si yo me mato primero —Lo mire, me extendió la mano y me sentó en su escritorio dándole la espalda a los demás —Si te hubiera conocido antes, Dios no te dejaría escapar

—Se necesita más que atracción sexual para las campanas de boda —Él sonrió —Tú lo tienes

—Tenerte a ti y no hacer nada, maldición —Miro al resto —No me mires así Nicolás

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