Passione

102

Rouses

El avión aterrizó en la mañana en Los Ángeles, un auto nos llevó directo a la casa de Emilia, mire a Alessio, pensé que iríamos a un hotel, parecía muy decidido.

Una mujer nos abrió la puerta y nos pidió nos segundos para llamar a Emilia.

Ian y ella bajaron, él se acercó a saludarme.

—¿Me alegra verte?

—A mí también

—¿Quieres algo de tomar?

—Agua por favor

Antes de seguirlo, mire a Alessio pidiéndole paciencia, pero parecía muy enojado.

Entramos a la cocina, la mujer que nos abrió me sirvió el vaso y desapareció.

—¿Cómo estás?

—Bien ¿Y tú?

—Algo contrariado por lo sucedido

—¿Qué paso?

—Mi familia y la de Emilia no ven con buenos ojos que Erick esté aquí, él tiene un acento cuando habla inglés, que en lo personal me gusta, pero fue motivo de burlas en la reunión. Él se enojó e hizo un berrinche, la niñera se lo llevo, y bueno, ya tarde faltaba un pequeño adorno muy costoso en la sala. Culparon a Erick, sabía que él no había sido, ya que estuvo con Connor todo el tiempo, pero Emilia le grito. Lo hizo desnudarse, le dije que se detuviera, pero está histérica, alegando que estaba haciendo quedar mal, en eso uno de los chicos mayores entro, y dijo que el tenia, que había cogido para jugar, pero ya estaba hecho, Erick se echó a llorar y quería a su padre.

—¿Está aquí?

—No, Emilia lo obligo a ir a la escuela

—Es tu hijo joder —Los gritos de Alessio se escucharon hasta la cocina, mire a Ian

—Yo nunca quise tenerlo, él fue un error, ¿Crees que fue fácil verlo después? Erick representa el error más grande de mi vida, lo quiero, pero no como a Connor, no puedo tenerlo más, verlo solo me trae malos recuerdos, estuve enferma por su culpa tres años

—Tal vez sigues enferma, una madre no se deshace de sus hijos

—Piensa lo que quieras Alessio, no me importa, ahora estás casado, puedes llevártelo, y si la corona no lo permite lo enviaré con un familiar, pero aquí no se queda

—Yo me llevo a mi hijo, y no te dejaré verlo

—Tampoco es que quiera

—¿Qué se supone que le voy a decir? Es un niño

—Sabrás qué decir

Se escucharon pasos, y Emilia apareció, Ian asintió.

—Amo mucho a Erick, Rouses, pero se merece ser amado por su madre

—Enviaré a mi personal para que recojan sus cosas

—Bien

—Pueden visitarlo cuando quieran, nunca estarán cerradas las puertas

Salí de la cocina y miré a Alessio, me acerque y tome su mano y salimos de ahí, en el auto no dijo nada, apreté su mano que no había soltado y me miro.

—Serás el mejor padre Alessio, él lo entenderá

—Yo tampoco lo quería —Admitió —Pero cuando lo vi solo quise cuidarlo. Ella fue la que quiso tenerlo, yo no la obligue, te lo juro

—Te creo

—No sé cómo le voy a decir que su madre ya no lo quiere

—Encontraremos una forma —Me miro —Somos un equipo, lo olvidas