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Alessio

—¿Como?

—Fue en una conferencia sobre economía, era mi primer día, conocía Kate, estábamos en el recorrido guiado por la universidad, cuando tú salias de dar una conferencia, no estaba solo Regina, iba contigo, iban de la mano. Había muchas cámaras tomándose fotos. Entonces recuperé la memoria.

—¿Qué?

—Creo que fue la luz de los flashes, no lo sé.

—Entonces...

—Me fui de ahí, corriendo a casa, Richard me encontró inconsciente en el piso del baño, no recordé lo que había pasado, el médico que eran lapsos de memoria, y que podrían pasar cuando tenia contacto con personas u objetos del pasado. Dimitri era mi profesor de primer año. Nunca dijo nada de quien era.

—Pudiste haber vuelto... —Dije —¿Por qué?

—No quería Alessio, ya no quería ser Rouses Alessandretti. Estaba tan cansada, que preferí olvidar.

—Pero al hacerlo no solo olvidabas los problemas, me olvidaste a mí

—Lo siento en serio, me tardé en regresar, pero si no me hubiera ido estuviera muerta de verdad

—Tres años y me dices que...

Tome aire y cerré los ojos, yo también pude haberla visto, pero estaba tan sumergido en mi dolor que vivía por vivir, los problemas eran tantos que me concentre en salir de ellos, mi dolor se volvió mi fortaleza.

—Alessio

—No lo vuelvas hacer, ¿Quieres?

—Nunca

—Bien

—Iré por el postre

Se puso de pie, y todos en la mesa me miraron, tome aire y la seguí. El pastel estaba en la mesa, estaba sacando platos cuando se volteó.

—No lo vuelvas hacer, no me vuelvas a dejar así —Me miro —Fueron los peores res años de mi vida, si estás cansada, si tienes miedo dímelo, yo estaré contigo y lo solucionaremos, nos iremos juntos lejos. No lo vuelvas hacer.

Dejo los platos sobre la mesa a lado del pastel.

—No lo haré, voy a quedarme

Cerro los ojos, se tocó la cabeza y se desvaneció, la sostuve antes de que cayera al suelo.

—Rouses, responde, Rouses —La llevé hasta afuera —No responde

—¿Qué paso?

—Se desmayó de repente, debemos llevarla al hospital

—Conduzco yo —Se ofreció Constantino

—Los veremos haya

Nos atendieron de inmediato, se la llevaron y me dejaron en la sala de espera, el resto llego, mire mi mano, izquierda desperté con un anillo puesto, no le había dicho nada, y creo que ella agradecía eso. Cerré los ojos, estaba cansado de esta situación, comenzaba a odiar los hospitales.

—Señor Caruso

—Si

—Venga por favor —Mire al resto —Ellos pueden venir

Nos llevó hasta la habitación de Rouses ella seguía inconsciente, tenia una intravenosa en su brazo izquierdo.

—Ella está bien, señor Caruso, pero debe tener cuidado, si llega a pasar otra vez no despertará

—¿Qué quiere decir? — Pregunto Tomi

—Hablo de que, no es la primera vez que intentan envenenarla, por lo que si sucede otra vez, su sangre se coagulará, su corazón dejará de bombear sangre. No podremos revivirla, en altas dosis lo que le inyectaron produce paros fulminantes, será como si le hubiera saco un pescado del agua

PassioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora