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Cuando el ruido del motor dejo de escucharse, fue cuando caí en cuenta de lo que estaba a punto de suceder, trague saliva, mis nervios estaban a flor de piel, y el recuerdo de mis palabras en el restaurante no tardo en atormentar mi mente de inmediato, recordándome claramente en lo que estaba a punto de meterme, ¿tengo miedo? Un poco, pero estaba decidido, por más que una pequeña parte de mí quisiera que le dijese a ese hombre que prefería ir a otro lugar, no podía, no quería, simplemente ese no era mi mayor deseo ahora mismo, lo que quería era estar aquí, era ver de todo lo que era capaz, aunque sabía muy bien que no me demostraría todo, pero si una parte, y eso es lo que me mantenía a la expectativa.

—Puedes venir aquí cuando gustes —sus palabras me logran sacar de mis pensamientos, giro mi rostro del lado del conductor para mirar a Jimin—, el camino es algo lejano, pero si tomas taxi, no dudes en decirme, lo pagaré sin problema.

Que dulce.

—Gracias —no me gusta mucho que paguen las cosas por mí, es decir, tengo un empleo, mi estabilidad económica está bien, aunque él quiere darme todos mis gustos y yo me quiero negar a ello—, pensé que vivirías en alguna de las zonas más cotizadas.

Él me regala una sonrisa ladina y un leve levantamiento de hombros, aparta la mirada de mí para después quitar las llaves de su vehículo, y guardarlas en su bolsillo.

—Esas zonas no son de mi agrado —menciono para después volver a mirarme—, vamos.

No, no, no.

Tal parece que hablar aquí no es lo importante por el momento, pero demonios, quiero seguir teniendo una conversación antes de siquiera salir del vehículo y ver lo que me espera allí adentro, pero antes de que siquiera me dejase protestar, es él quien primero abre la puerta del lado del conductor y se dispone a agachar la cabeza para empujarse y salir, yo sin esperar tanto tiempo allí dentro, decido hacer las mismas acciones que él, no tardo en salir cuando escucho la puerta de su lado cerrarse, y entonces fue cuando empuje de igual forma la puerta de mi lado para que se cerrase, Jimin coloca los seguros de las puertas gracias al pequeño control en sus llaves y entonces lo miro, comienza a caminar rodeando el vehículo para después detenerse y mirarme.

—Ven, gatito —trago en seco al escuchar ese apodo, prometí hacer lo que él me dijese por todo este tiempo restante del día, no debo desobedecer, así que, aunque quiera desistir de todo esto, no podía.

Suelto un resoplido antes de comenzar a caminar, me acerco a él, camino lento, lo miro un poco y no puedo evitar bajar la mirada, mi cabeza no es lo suficientemente creativa como para poder imaginar lo que este hombre ahora mismo se encuentra pensando, y no es como si quisiese saberlo de inmediato. En cuanto di mi último paso para por fin estar cerca de él, Jimin no duda en acercarse los pocos centímetros que deje de espacio entre nosotros, mis sentidos están totalmente alerta a sus acciones, sonríe ladino y no tarda en pasar su brazo por mi espalda baja, y rodearme por la cintura para después atraer mi cuerpo hacia el suyo, es inevitable que suelte un pequeño suspiro de sorpresa haciendo que él me vea a los ojos.

—¿Qué pasa, gatito? —dirige su mano libre a mi rostro, sus dedos tocan mi piel con delicadeza, pasando de mis mejillas a mi mentón y tomándolo sin fuerza alguna, dándome leves caricias—. No haré nada que no te guste, no deberías de temer.

Demonios, no puedo dejar de verlo, su voz aterciopelada me hizo sentir en el paraíso, era como escuchar a una deidad, sus palabras me tranquilizan, dejo de sentir la presión ejercida en mis hombros, me relaja, su mirada me dice claramente que no me lastimará, y eso me mantiene sumamente tranquilo y a la vez curioso por saber todo lo que me hará.

No pude responderle, simplemente comenzamos a caminar de nuevo, había pocos automóviles en el estacionamiento, y la luz allí dentro era buena, faltaban pocas horas para que comenzase a oscurecerse, pude divisar un ascensor, estaba justo frente a nosotros, nos dirigíamos allí, unos metros más y nuestros pies se detuvieron, en las puertas metálicas pude ver mi reflejo distorsionado en líneas verticales junto al de Jimin, los dos... tan juntos, si esto fuera otra situación, me pregunto si él estaría así conmigo.

Tied To Your Orders ||JimSu||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora