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El sonido del agua al caer en los azulejos era una pequeña distracción en esos momentos, aunque Jimin se convertía en la principal de todas, después de aquel encuentro tan repentino que habíamos tenido en la ducha, no pude negarme a su propuesta de ducharnos juntos, aunque, a decir verdad, hubiese sido mejor hacerlo.

—¡Ya, Jimin! —era la quinta vez que me quitaba la barra de jabón de las manos, escuche su risa detrás de mí y gire mi rostro para poder mirarlo a los ojos—. ¿Por qué lo haces? —proteste, fastidiado por sus actos tan infantiles.

EL hombre detrás de mí no dudo en acercar el jabón de barra hacia mi cuerpo.

—Deja que sea yo quien te ayude —rodé los ojos ante sus palabras.

—Puedo hacerlo solo —dije y cruce mis brazos por sobre mi pecho—, no necesito que me ayudes.

Sentí como el jabón era pasado con cuidado sobre mi hombro izquierdo, rozándome ligeramente, y perfumando mi piel en el momento, antes de que pudiera reaccionar, ya tenía los labios de Jimin rozando mi nuca, haciendo que lo mirase de nuevo.

—Dijiste que no ibas a tener segundas intenciones —le recordé, sentí sus labios curvarse sobre mi piel, y es cuando lo capté mirándome de soslayo y separándose un poco de mi piel para poder hablar.

—Y no las tengo —me respondió, se encogió de hombros—, ahora, sólo deja que te ayude.

—¿Y sí no quiero?

—¿Quieres que te castigue? —solté un pequeño resoplido debía de estar bromeando, a pesar de que había dicho aquello, sus palabras ni siquiera habían sonado duras, como cuando se molestaba de verdad, esta vez se había escuchado sumamente suave, como si lo que estaba diciendo fuese solamente un juego.

Jimin se estaba comportando como un niño pequeño, era extraño verlo con aquel comportamiento después de lo dominante que se había puesto cuando tuvimos sexo hace unos momentos, este hombre podía cambiar tan drásticamente que ni siquiera podías creerlo de inmediato, primero es un maldito seductor y luego se convierte en el novio dulce y perfecto, maldigo en mis adentros, ¿novio dulce y perfecto? ¡Maldición, Min Yoongi! No debes pensar en esas cosas.

En estos momentos quisiera que alguien me dé una fuerte bofetada en la cara para que me haga reaccionar ante mis palabras, Jimin es perfecto, pero... sé que él no busca nada serio, sé que tengo un contrato con él, uno que dura muy poco, uno en el cual soy su sumiso y cuando ese contrato se termine, dejaré de verlo, quizás debía de disfrutar mucho más los momentos que pasaba con él, pero inclusive entre más tiempo estaba con él, más me sentía atraído por él, Jimin era un imán, y yo era ese metal que no quería despegarse de su lado.

Sentí como la esponja era restregada ligeramente por mi piel y fue cuando pude reaccionar, miré de mi lado derecho, encontrándome con la espuma sobre mi hombro y con la mirada de Jimin totalmente concentrada en fregar mi piel con cuidado, su tacto inclusive era más delicado, ni siquiera yo era tan delicado conmigo mismo, parecía que no quería lastimarme.

—¿Dejarás que te ayude también? —pregunte y fue cuando él se detuvo, me miro directamente a los ojos.

—Tal vez te deje hacerlo —solté un bufido.

—Déjame hacerlo entonces —insistí, si él quería ayudarme, le devolvería el favor, eso era un hecho.

Jimin dejo de mirarme para volver a concentrarse en mi piel y en la esponja, siguió recorriendo mi cuerpo con aquella esponja con jabón de un aroma exquisito, similar al de las almendras.

—Te dejaré hacerlo —dijo sin dejar de tallar, esta vez estaba interesado en fregar mi espalda en círculos—, sólo por esta vez.

¿Por qué solamente por está vez? ¿Por qué no por siempre? Demonios, mi mente estaba divagando de nuevo, y mis malditas emociones incontrolables no dejaban de fastidiarme, relamí mis labios levemente, mientras que Jimin se concentraba en darme un buen baño, sentí justo cuando dejo de fregar mi espalda, sentí como bajaba la esponja hasta mis glúteos y seguía rozándome con la esponja, mis mejillas se sintieron calientes cuando sentí su mano libre justo en mi cadera izquierda, y luego sentí como comenzaba a pasar la esponja por mis piernas, delicadamente, y con esfuerzo, no pude evitar mirar hacia abajo, encontrándome con sus manos.

Tied To Your Orders ||JimSu||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora