Tied To Your Orders ||JimSu||

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—Yoongi —la voz de mi hermana hizo que dejase de pensar en aquel momento que había vivido con Jimin hace apenas unas horas, Mina llevaba puestos sus lentes de lectura, que tenían unas lentillas demasiado grandes que casi lograban inclusive cubrir sus cejas, aunque el armazón de esos lentes, era de menor grosor y de color dorado—, llevas casi diez minutos mirando el televisor y te dije que cambiarás de canal.

Deje de mirar a mi hermana para ver al frente, en efecto, estaban pasando un nuevo capitulo de una serie que a ella le desagradaba bastante, The Walking Dead, no era algo que Mina considerase como diversión al límite, siempre había detestado todo lo que tenía que ver con los zombies, además de que odiaba cuando los personajes tenían que enfrentarse a esos muertos, le daba nauseas ver la sangre, y órganos aplastados por doquier. Mi mano estaba sobre el control remoto, y decidí cambiar de canal, ahora apareció un noticiero, iba a cambiar de nuevo, pero la voz de mi hermana interrumpió mi concentración.

—Te ves demasiado pensativo, hermanito —comento a lo que volví a mirarla—, ¿paso algo?

Pasaban muchas cosas, y más en estos últimos días, y, sobre todo, pasaban muchas cosas con respecto a Jimin, cosas que definitivamente lograban que toda mi cabeza doliera.

—¿Yoongi? —de nuevo Mina me hablaba y yo solté un resoplido, me dejé deslizar un poco sobre el sofá, dejando que mi cabeza quedase mucho más recargada en el respaldo y que mi espalda se inclinará un poco—. ¿Dirás lo que te pasa, o tengo que adivinarlo?

Mi mirada fue a dar hacia el televisor.

—No sé que hacer —dije por fin.

—¿Respecto a qué? —pregunto Mina.

—Respecto a toda mi situación sentimental —ella ladeo su rostro y yo me acomode de nuevo en el sofá quedando bien sentado—, he pensado un poco las cosas, y... —solté un resoplido—, me gustaría decirle a Jimin lo que siento...

Mina elevo sus cejas al escucharme, sus labios estaban entreabiertos, parecía sorprendida por mis palabras.

—Hermano, ¿estás seguro de eso? —di un asentimiento en respuesta—. Pero, no sé supone que si tu le dices algo como eso... ¿crees que acepte?

—La verdad no estoy muy seguro, Mina —dije en voz baja—, todos estos días, él solamente se ha concentrado en hacer cosas que logran que mi corazón se confunda cada vez más.

¡Y vaya que hacía cosas! No sólo me refería a esos momentos en los que la temperatura se elevaba hasta que nuestros cuerpos dejarán de sentir ese deseo por tenerse mutuamente, sino que me estaba refiriendo más a todos esos pequeños momentos en los que él era demasiado dulce conmigo, esas caricias, cuando me tomaba de la mano, cuando me besaba sin prisa alguna y con ternura, sus sonrisas y sus palabras, todo eso solamente estaba haciendo colapsar todo mi estado emocional, Jimin lograba que tuviera un sube y baja de emociones auténticas, aunque deseaba dejar ese sube y baja por unos momentos para saber si acaso él sentía todo lo mismo que yo por él.

—En ese caso, deberías pedirle que sea claro con todo lo que hace —menciono mi hermana, rodé mis ojos al escuchar eso—, quizás de ese modo puedas inclusive entenderlo mejor, ¿no lo crees?

—Mina —sonreí levemente—, ese hombre me dejo sus intenciones claras desde un principio, si le pido que sea claro conmigo, ten por seguro que sólo me dirá que lo hace para tener más sexo conmigo.

—Sí, sí —ella soltó un bufido corto—, pero deberías de hacerlo hablar en esos momentos que tanto te confunden.

—No es tan fácil como parece —me encogí en mi lugar—, Jimin ni siquiera me responderá.

—Quizás no lo hace porque se siente igual de confundido que tú.

Gire mi rostro para ver a Mina, la seriedad en su rostro me demostró por completo de que no estaba hablando a modo de juego, ella estaba hablando muy en serio, pero la verdad no podía creerme siquiera eso, ¿Jimin confundido por mí? ¡Bah! Es más fácil enseñarle a una cebra a caminar sobre sus patas traseras, que hacer que Park Jimin se enamore de mí.

—Es obvio que Jimin no se siente confundido, y... —Mina me interrumpió.

—¿Cómo puedes estar tan seguro de eso? ¡Ash! Yoongi, no puedes asegurarlo —negó repetidas veces con su cabeza—, no del todo.

—Mina... —le advertí.

—Sólo piénsalo un poco, ¿sí? —ella apretó sus labios levemente antes se seguir—. Me dijiste lo que paso en el hotel, y maldición, Yoongi, él te beso y ni siquiera tenía unas segundas intenciones, te lo dijo...

—Sí, pero no me dijo porque razón me había besado de ese modo —solté un resoplido—, por eso creo que él no puede estar confundido.

—Quizás lo está, pero estás tan ciego como él para notarlo —rodé los ojos—, Yoongi, te quiero y mucho, y por eso quiero que comprendas que ambos parecen unos idiotas al no decir lo que sienten.

—Quiero decírselo.

—Y ¿estás seguro de que no entrarás en pánico? —relamí mis labios antes de negar con la cabeza.

—No entraré en pánico, ¿bien? —Mina soltó un largo suspiro—. Pero debo encontrar el momento perfecto para decírselo.

Y sólo espero que él no me rechace.

—Está bien, Yoongi —dijo mi hermana—, estoy casi completamente segura de él siente algo por ti, y no te va a rechazar.

Sonreí sin ganas, esperaba que mi hermana tuviera la razón esta vez, Jimin es alguien difícil de ver más allá de todo lo que hace, sus acciones a pesar de ser sutiles, me confundían en su totalidad, me encantaría saber lo que piensa, saber si acaso él tiene alguna clase de sentimiento hacia mí, saber si acaso él intenta evitar sus propias emociones para no lastimarse, Jimin es una caja de sorpresas, una que definitivamente tenía más para mostrarme de lo que imagino. Pero estaba decidido a poder descubrir lo que tanto oculta, quizás Mina tenga razón, y Jimin este ocultando sus sentimientos hacia mí.

—¿Alguna idea que tengas para hacer a Jimin hablar? —pregunte a mi hermana.

—No lo sé —se encogió de hombros—, ¡espera! —me miro—, tal vez puedas darle una fela... —la interrumpí.

—Dices felación, y le diré a mamá que fuiste tú la que rompió la taza que hicieron para conmemorar el primer año de la cafetería —ella cerro sus labios.

—Esta bien —dijo para después soltar una suave risa—, no le hagas... eso, pero ahora que lo pienso, si necesitarás un buen plan para confesarte.

—No creo que sea tan necesario —sonreí ladino—, todo tiene que ser a su tiempo, además, si hago un plan, es posible que termine echándolo a perder.

—Como siempre —canturreo mi hermana, le di un pequeño golpe sobre su hombro—. ¡Oye! Eso dolió —se sobo la zona afectada mientras inflaba sus mejillas.

—Mentirosa —rodé los ojos.

Y ella me mostro su lengua, un gesto muy infantil de su parte, rodé los ojos, al menos hablar con Mina era divertido, ya extrañaba estar con ella así.

Seguimos mirando televisión, ya era algo tarde, pero no tenía sueño, Mina fue la primera en irse a dormir, y yo me quedé mirando la televisión un buen rato más, debía dejar de atormentar mi propia cabeza, estaba decidido a decirle a Jimin lo que siento, ya quería sacar ese peso de mis hombros, no podía simplemente quedarme en silencio por más tiempo, quiero decírselo, y quizás... sólo quizás, él me corresponda.