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Muerdo mi labio inferior, me encuentro en la sala de espera afuera de la oficina de Jimin, odio esperar, pero la hora del almuerzo se adelantó debido a que Hyunsu se moría de hambre al igual que Hoseok, así que no pude tener más libertad por querer escaparme de las revelaciones que Jimin llegaría a darme ahora, mi respiración es contenida en cuanto escucho los tacones de los zapatos que lleva la chica que sale de inmediato de la oficina de Jimin.

—Puedes pasar —comento para después sonreírme y retirarse caminando sin dejar de menear las caderas en cada uno de sus movimientos.

Me pregunto, si acaso Jimin notaba esos movimientos, apuesto a que aquella mujer quiere algo con él, apuesto a que inclusive Jimin no se negaría... aunque tampoco es como si estuviera muy convencido de ello, pero había una enorme posibilidad de que mis suposiciones fuesen ciertas, siento la acides subir por mi garganta hasta tocar mi paladar, joder, ¿por qué esto se siente espantoso? Me remuevo incomodo antes de por fin levantarme. Llevo mi mano al nudo de la corbata, de algún modo lo siento mucho más apretado, tanto así que siento que inclusive el aire me hace falta, trago grueso y suelto un suspiro antes de comenzar a caminar los escasos metros que me separan de la puerta para entrar a la oficina de mi jefe.

Llevo el contrato en mis manos, aquel que me dio a leer, de sólo pensar en las opciones que tengo por agregar, definitivamente no le agrada para nada, algunas cosas que estaban escritas allí de aquellos limites las sabía perfectamente, aunque algunas no las he llegado a practicar.

En cuanto mi cara dio con esa puerta de cristal opaco, no dude en empujarla, y allí lo vi, sentado como aquella vez que tuve que entrar a verle, aquella vez que me dijo que le intereso de una manera distinta, el escalofrió no tarda en recorrer mi espalda por completo, debo admitir que estoy temeroso, totalmente asustado ante lo que él pueda llegar a decir.

—Yoongi —y allí estaba, una sonrisa sumamente encantadora—, es bueno que vengas, ¿tu hora de almuerzo se adelantó?

—Sí —y la puerta se cerró detrás de mí con un ruido corto y casi imperceptible, un 'clic' y fue allí cuando supe que estaba en territorio que no era nada mío—, Hoseok y Hyunsu tenían hambre, así que —me encogí de hombros, apreté los papeles en mis manos y le mire—, decidimos adelantar todo... espero no te moleste.

—No es ningún inconveniente, al contrario —se levantó de su silla y camino para rodear el escritorio—, debo estar agradecido, te tengo aquí —trague en seco y aparte mi vista, mierda—, supongo haz venido a hablar de negocios.

—Si es que puedes llamar a esto un negocio —hice comillas con mis dedos al decir la última palabra—, esto —levanté los papeles—, es una locura.

El silencio se hizo presente en la oficina, un silencio que no me estaba terminando de gustar, pero que podía considerar como uno un tanto agradable, a excepción por su mirada que seguía clavada en mí.

—Siéntate, discutamos lo que está escrito allí —asentí en respuesta, él giro sobre su eje para volver a caminar de regreso y sentarse detrás de su escritorio, me apresure a tomar asiento.

Demonios, estoy a punto del colapso de sólo estar dentro de la oficina, no quiero ni imaginar cómo sería si estuviéramos en otro lado ahora mismo, tomo asiento y aprieto mis muslos uno contra otro, dejo los papeles sobre la mesa para llevar mis manos a mi regazo, estoy nervioso.

—¿Tienes alguna duda sobre las normas? —me pregunta, observo como toma unos lentes y se los coloca sobre el puente de la nariz.

—Bueno —siento mis mejillas calentarse—, e-en realidad quería saber si eso de tener que ejercitarme es muy necesario —me acerco un poco más al escritorio, él me sonríe y después da un asentimiento.

Tied To Your Orders ||JimSu||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora