Tied To Your Orders ||JimSu||

09

Paralizado, totalmente inerte, así es como me encontraba en este preciso momento, el miedo a girar mi rostro y encontrarme con su mirada estaba totalmente presente en mi cuerpo, podía escuchar claramente como sus pasos resonaban en el lugar, se acercaba para ordenar un café, aunque claramente no había nadie que tomase su orden.

—Yoongi —hablo mi hermana, la mire—, no es para incomodarte, pero él no ha dejado de mirar hacia acá desde que entro —rodé los ojos, demonios, no debí aceptar venir por dos horas a trabajar.

Mina se levantó, y camino de inmediato en dirección a la caja registradora, seguramente para tomar el pedido de Park Jimin, relamí mis labios, demonios estoy detestando todo esté asunto en este preciso momento, mis pensamientos están divagando, no quiero voltear a verlo, sé que seguramente mantiene su afilada mirada sobre mí, así que prefiero inclusive perderme en el color de la mesa en lugar de mirar hacia atrás, no quiero hacerlo, jamás estará en mis planes hacerlo, no ahora y quizás jamás.

—Yoongi —la voz de mi hermana me hace dar un salto en mi sitio, siento como la vergüenza golpea mis mejillas, seguramente ese tipo se está riendo de mí en este momento, despacio giro mi cuerpo sobre el asiento para mirar a mi hermana, Jimin mantiene su vista sobre su celular, al parecer le han enviado algo—, el señor Park —comenzó a hablar mi hermana—, desea que seas tú quien tome su orden —demonios—, y quiere conversar contigo —Mina, te has ganado el odio de tu hermano por un buen tiempo.

No podía protestar, se suponía que estaba en horas de trabajo, la cafetería cerraría en menos de dos horas, dos horas en las que debía de soportar tener que estar frente a ese idiota, esperaba que por lo menos tuviera consciencia y se largase antes para que me mantuviera más tranquilo.

A regañadientes me levante, camine en dirección a la barra, y entre por la puerta pequeña del final del local, cuando por fin estaba detrás de la barra, Mina me dedico una sonrisa para después pasar a mi lado y chocar nuestros hombros levemente, siempre hacia ese gesto cuando quería decirme algo que no podía decir en voz alta.

—Ese tipo sí que es guapo —rodé los ojos ante su comentario.

—Cállate —ella soltó una suave risa antes de retirarse y yo caminé a mi perdición, Jimin seguía concentrado en su celular, por unos momentos pensé que se trataba de un asunto importante de su empresa, pero al ver la pantalla, pude fijarme que se trataba de Twitter, ¿en serio?

—No deberías de espiar lo que otros ven en sus celulares —mordí mi lengua ante la sorpresa, levanté la mirada encontrándome con sus ojos oscuros—, es de mala educación.

Mi código como buen empleado era pedirle una disculpa, pero en estos momentos tenía unas tremendas ganas de mandarlo a la mierda, me resigne, no quería problemas, aunque no lo quisiera ahora es mi jefe, y no perdería ese empleo sólo porque mis ganas de gritarle blasfemias estuvieran presentes.

—Lo lamento, mi vista se desvió —guardo el celular en su bolsillo y presto atención a mi persona—, ¿qué puedo servirle?

—Me puedes servir muchas cosas —sonrió ladino y yo entreabrí los labios, joder, ¿por qué esa sonrisa ladina me había causado estragos en mi cuerpo? No debía pasar, pero ver ese gesto y esa inusual insinuación, me hizo sentir sumamente avergonzado.

—P-puedo ofrecerle el café del día —maldita sea Min Yoongi no te avergüences, ¡ni siquiera ha dicho algo tan malo!

—¿Puedes? —desvió su mirada, observo con cuidado el menú de bebidas que había arriba, todas estaban escritas a mano sobre lo alto de la pared, mamá había sido la de la gran idea de colocar pintura para pizarrón sobre la pared para evitar más gastos innecesarios—. En ese caso —volvió a mirarme—, me encantaría un café del día y una conversación contigo.

Parpadee un par de veces, sé que mi hermana me lo ha dicho, pero escucharlo de él, creo que fue mucho peor de lo que imagine, ya podía verme a mí, amarrado a una cama mientras ese imbécil se deleita, demonios, trague grueso, no debía pensar en esas cosas, pero era imposible.

"Pienso que ese tal Park Jimin te tendría en un lecho de rosas".

—Estoy en horario de trabajo —comente, aplausos para mí, tenía la perfecta excusa, pero al verlo sonreír supe que no estaría a salvo.

—Tu amiga menciono que solamente has venido de paso —¡Ahora te detesto Min Mina! Mire en donde ella estaba, cubría su boca con ambas manos, se estaba riendo, esta había sido una de sus más locas bromas—, así que no tienes una excusa para no estar conmigo.

—¿Por qué insistes en esto? —Min Yoongi amable se había ido, estaba desesperado y molesto, no quería estar en esta situación, primero ese hombre frente a mí se atreve a proponerme algo totalmente indecente, luego hacemos un estúpido trato para que logre convencerme, no debí aceptarlo, y ahora viene a la cafetería de mis padres para verme, ¡me siento acosado en todos los sentidos!

Jimin relamió sus labios frente a mí para después soltar una risa corta, me estaba volviendo loco, ni siquiera podía sacarlo de mis pensamientos más profundos, y lo peor de todo era que ya me había imaginado en diferentes situaciones teniendo sexo con él, la vergüenza se apodero por breves momentos de mis mejillas, sentía el calor en mi cuerpo, pero era vergüenza, tenía ganas de salir corriendo y pedir ayuda a la policía, pero mi cuerpo no respondía a mis peticiones.

—¿Por qué no hacerlo? —su pregunta me dejo extrañado—. Mira, sé que mencionaste que no te gustan este tipo de cosas, pero —me miro a los ojos, su mirada era brillante, como si estuviera viendo la joya más preciosa del mundo—, es inevitable para mí no poder pedirte algo como esto —me analizo de la cintura para arriba, y apuesto a que me hubiese visto completo de no ser por la barra que hasta ahora se ha convertido en mi barrera de protección, lo agradecía—, mírate, eres perfecto.

No lo soy, lo sé, sonreí burlón ante eso, sé que no soy nada perfecto, mi cuerpo es un asco, todos admiran mi piel, pero yo la detesto, y es lo único que han admirado de mí, ni siquiera he tenido a alguien que solamente quiera conocerme mejor, siempre son ellos, yo no importo, y él... él seguramente es igual a los demás.

—¿Vas a ordenar o no? —no quise seguir esa conversación, podría discutir con él, y no quería discutir, estaba harto de haber recordado mi pasado poco amigable en los primeros años de mi carrera universitaria.

Jimin frunció el ceño ante mi cambio brusco de tema, aparte mi mirada, había sido muy obvio que me molesto por completo que él mencionara que soy perfecto, trague saliva, esperaba que por lo menos él evitase el tema de igual forma que yo, no quería tener que discutir por ello, seguramente él tendría unos argumentos buenos para decirme una y otra vez lo 'perfecto' que soy.

—Dame un americano con solamente un poco de crema —comento de inmediato, su voz autoritaria había aparecido—. ¿A qué hora termina tu turno?

Me sobresalte al escuchar esa pregunta, ¿en verdad tenía tanta urgencia por conversar conmigo? Lo mire a los ojos, allí estaba su mirada fija, penetrante y totalmente interesada en saber mi respuesta, su semblante serio solamente me estaba ayudando a ponerme todavía mucho más nervioso de lo que ya me encontraba, sentía que mi piel se erizaba de sólo verlo con ese porte tan masculino y de notable hombre de negocios frente a mí.

—En hora y media —respondí—, en unos momentos te entrego tu bebida.

—Bien, te espero —¿en verdad lo haría?

Observe como se alejó de la barra, camino unos metros hasta acercarse a una de las mesas alejadas de la cafetería, no se sentó ni siquiera cerca de un ventanal, se fue, dio la vuelta y se sentó en la última mesa, un lugar privado, seguramente es lo que quería, o seguramente pensaba que su presencia lograría ponerme nervioso durante la preparación de su bebida.

Agradecía que se alejase, porque la realidad era que en verdad me hubiese puesto nervioso, y totalmente torpe ante su mirada, hubiese parecido un total inexperto, y por el momento es lo que menos quería, no quería verme como un imbécil frente a él, debo ser fuerte, después de todo ese hombre cree que puede llegar a dominarme, y no se lo dejaré tan fácil.