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Mi pulso tembló en cuanto acerque la tarjeta para abrir la habitación de Jimin, por más que quería calmar a mi propio cuerpo, me era imposible lograrlo, mi corazón saltaba como loco dentro de mi pecho, podía escuchar mis latidos potentes en mis oídos, bajo el silencio notorio del lugar en donde me encontraba, relamí mis labios levemente antes de pasar la tarjeta y escuchar como el seguro de la puerta se abría para darme acceso, no dude en empujar la puerta para poder ingresar a la dichosa habitación de mi amo.

Cuando lo hice, pude ver que la habitación no se encontraba con algo en particular, aunque por unos momentos creí que inclusive él había pedido una habitación especial para este momento, gracias a todos los cielos que no era así, no sé que hubiera hecho si es que dentro de la habitación me encontraba con cadenas, lazos y otras cosas, sacudí mi cabeza alejando esas ideas de mi mente, no debía pensar mucho en lo que podría pasar, no después de lo que había pasado en la ducha.

Deje la puerta apenas entreabierta para evitar que el seguro se colocará, y camine despacio para poder colocarme en medio de la habitación, mire por todos lados, buscando la mochila que Jimin tenía cuando llegamos aquí, me dijo que debía colocarme una de sus camisas, demonios, tengo límite de tiempo y no puedo encontrar la bendita mochila.

Miro por toda la habitación, suelto un resoplido fastidiado, y entonces camino para poder encontrarla, el peso de mis hombros se disperso al ver la mochila a un lado de la cama, al menos la había logrado encontrar a tiempo, mis pasos fueron rápidos y no dude ni un solo segundo en agacharme y colocarme en cuclillas para poder mirar dentro de la mochila con más atención, tome con mi mano derecha el zipper y lo arrastré para por fin abrir la cremallera por completo, y entonces la ropa apareció frente a mis ojos, solté un suspiro, al menos había encontrado lo que buscaba.

Lleve mis manos dentro de la mochila, buscando entre las prendas que allí se encontraban, y dando por fin con una camisa de color blanco, sonreí satisfecho, la saque de allí, pero cuando lo hice algo llamo mi atención, asome mi rostro para poder fijarme bien lo que mis dedos habían tocado por casualidad, y entonces lo vi, era una cuerda de cáñamo.

Fruncí el ceño.

—¿Qué carajos? —pregunte en voz baja, coloque la camisa sobre la cama, para después con mi mano libre, introducirla en la mochila y tomar la cuerda, no era larga lo sabía, logré sacarla de la mochila mirándola por unos segundos, y entonces mi vista fue a dar de nueva cuenta dentro de la mochila.

Había más cosas.

Pude divisar algunos condones, a decir verdad, creo que eran demasiados, ¿acaso planeaba tomarme más de tres veces cuando terminemos con todo esto? Demonios, este hombre si que estaba loco, y quizás pensaba que me gustaba que me tomarán cada tres horas, rodé los ojos, no voy a mentir, me gusta que lo haga, se comporta de una manera tan seductora que no puedo negarme a nada que él me pida. Deje mis pensamientos de lado para mirar que más había allí dentro, deje la cuerda a un lado y seguí husmeando dentro de la mochila.

Encontré algo parecido a un dildo, pero era un poco más pesado y de color negro, no sabía exactamente lo que era, y no le tome mucha importancia, mi boca logró secarse y los cabellos cortos de mi nuca no tardaron en erizarse por completo al ver una fusta dentro de la mochila, la punta era de cuero negro, trague grueso para después alejarme de la mochila, demonios, mi corazón volvió a desbocar sus latidos, el nerviosismo estaba regresando por completo a mi cuerpo.

—¿Para qué quiere todo esto? —pregunte en voz alta.

—Obviamente para usarlo en ti —aquella voz me hizo quedarme quieto en mi sitio.

Maldita sea.

Maldita sea.

¡Maldita sea!

Giré mi rostro despacio, sintiendo mi corazón casi salirse de mi pecho, demonios, ¿ya habían pasado siete minutos? Maldita sea Min Yoongi, ¿cómo puedes ser tan idiota? Debí mantener mi atención en lo que debía hacer, demonios, ahora mismo estaba en serios problemas con el hombre que ya desde un principio desea castigarme, y que me advirtió que no sería piadoso si desobedecía de nuevo, y acabo de hacer lo que él quería que no hiciera, ¡buen trabajo, Yoongi!

Tied To Your Orders ||JimSu||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora