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—Eso fue... —Mina estaba totalmente perpleja ante mi situación, y debía admitir que también lo estaba yo—. ¡grandioso! —aunque no me esperaba esa respuesta de su parte.

Rodé los ojos ante su exclamación de alegría. En fin, esperaba que ella me dijese como consejo cambiarme el nombre, hacerme un corte de cabello distinto y que me fuese del país por un año entero, pero no fue así, para ella mi situación era como de novela de televisión o de un libro, definitivamente no es una grandiosa hermana.

En cuanto salí de la oficina del señor Park mi corazón y mi respiración se regularon con normalidad, ese idiota casi me besa, aunque dicen que las mordidas son indicación de beso indirecto, pero demonios, me mordió el labio, y todavía dolía, al menos no me había dejado una marca, o si no estaría con Mina encima de mí pidiéndome explicaciones por una mordida tan fuerte en mi labio, al menos Park es cuidadoso con lo que hace.

Ahora estoy en la cafetería, tengo una hora de comida, y media para llegar al trabajo, es un consentimiento que me dan solamente por ser un primer día, los siguientes serán trabajo, trabajo y mucho más trabajo, sólo espero no colapsar en el intento, primer empleo fuera del empleo familiar y ya siento que mi cabeza va a explotar.

—No es nada grandioso —respondí para después cruzar mis brazos sobre mi pecho—, ¿acaso escuchaste todo lo que dije? —ella dio varios asentimientos con mucha energía, parecía que le acabo de decir que me voy a comprometer pronto y que me iré de su vida, joder—. Entonces deja de sonreír.

Mina soltó una risa ante mi enfado.

—Perdona, pero es que en verdad no puedo dejar de sonreír —sé que está feliz—, debes de estar feliz, no has tenido pareja ni siquiera después de la graduación y tu titulación, hermano.

Eso es cierto, ni siquiera después del primer año en la universidad, quise concentrarme en mis estudios, no quise tener problemas sólo por tener a alguien a mi lado, inclusive tenía pocos amigos con los que todavía me mantengo en contacto, pero en cuanto a relaciones sentimentales, yo repruebo en todo ese aspecto, sí que sí.

—Tienes que darte oportunidad, hermano —fruncí el ceño ante su comentario—, no me mires como si fuese una locura.

—Es una locura —solté un bufido—, no seré el sumiso de alguien —mis mejillas se calentaron con decir esa palabra, sabía lo que les pasaba a todas las personas sumisas, y demonios, no quiero ser un sumiso de alguien—, eso es para locos.

—Y amantes del sexo —rodé los ojos—, deberías dejar esa actitud, esto sería una buena experiencia para ti, inclusive tu jefe Park te lo dijo, así que debe ser muy, pero muy bueno como para darte esa opinión, ¿no crees?

—Sabes que de sólo pensar en eso me da escalofríos —sacudí un poco mis hombros en muestra de mi desagrado ante tales prácticas.

Sé que no debo juzgar sin conocer antes, pero definitivamente no me veo a mí mismo siendo dominado por otra persona, mucho menos por mi jefe Park Jimin, alias el chico intimidante, demonios, desearía no haber asistido a aquella entrevista de trabajo.

—Pienso que lo estás tomando demasiado mal, hermanito —Mina saco su labio inferior—, creo que deberías aceptar su propuesta —sonrió de nuevo, en sus ojos puedo ver esa maldad, mamá podrá considerarla un ángel, pero es un diablillo en carne y hueso.

Mi vista se dirigió al ventanal que tenía escrito el nombre de la cafetería, y observe el poco transito que había, seguramente hoy no sería un grandioso día para las bebidas con cafeína, el establecimiento no estaba para nada saturado, eso era un hecho que muchos podían ver, recargue mis brazos sobre la mesa mientras me dedicaba a mirar a la ventana, observando los vehículos que seguían su camino, y algunos que se estacionaban.

—Yoongi —mi hermana hablo de nuevo, pero mi atención seguía en la ventana—, algún día tendrás que darte una nueva oportunidad de querer congeniar con alguien.

—Mina, entiende, él sólo quiere una relación basada en el placer —la mire de reojo—, no pienso que yo pueda ser un chico de esos.

Observe como ella rodaba los ojos ante mi comentario.

—Los sumisos no solamente tienen una relación con su amo de ese modo —rodé los ojos por milésima vez en el día, ahí viene la plática realista de los hechos—, sabes muy bien que el amo se encarga de darle todo a su sumiso.

—Ya lo sé —dije resignado—, pero no quiero que algo como eso me suceda, ¿puedes imaginártelo siquiera?

—Pienso que ese tal Park Jimin te tendría en un lecho de rosas —levante ambas cejas al escucharla, gire mi rostro para verla con desconcierto—, es joven, con una empresa casi internacional, y millonario, seguramente te complacería en lo que quieras mientras que tú, le complazcas sus más locos gustos, si yo fuera tú, aprovecharía esa oportunidad.

—Sabes que no me interesa lo material.

—Pero podrías estar con alguien de alto rango, después de todo serás su sumiso, y eso hace que tú puedas tener tus caprichos, y complacer los de él.

Iba a responderle que no me interesaba complacer las locuras de ese hombre, pero me distrajo un bonito vehículo, era de color negro, totalmente elegante y parecía haber salido de una agencia apenas, los neumáticos acromados brillaban bajo los rayos de luz solar mientras que se estacionaba justo frente a la cafetería, me quedé extrañado por breves momentos, observe el logotipo enfrente de aquella carrocería, el símbolo de un circulo que encerraba a una P y una K juntos brillaba igual que las llantas, Mina soltó una exclamación de impacto al ver el vehículo.

—Wooa —estaba igual de asombrada que yo—, ¿ese no es un Park's? —sabía que se refiere a la marca del vehículo, sí, lo era, asentí de inmediato—. Es la primera vez que veo uno por estos rumbos.

Y no se equivocaba, no muchos tenían el suficiente dinero para tener un automóvil de lujo como el que se encontraba frente a nuestras narices, había modelos económicos, pero esté, esté vehículo, era de los costosos, se veía a leguas que lo era.

Los vidrios estaban polarizados, no podíamos ver al conductor del vehículo, y de hecho no me interesaba, pero tuve interés cuando lo vi a él saliendo del vehículo, sentí como la sangre abandonaba mi cuerpo al verlo cerrar la puerta de su automóvil para después colocarle los seguros, joder, esto debe ser una broma.

—¿Yoongi? —despacio voltee mi rostro encontrándome con Mina—. ¿Estás bien? Parece que viste a tu peor pesadilla.

—M-mina —maldita sea—, él, e-es él...

Al principio no supo de lo que hablaba, pero después miro afuera, vio a aquel hombre que parecía leer el letrero de la cafetería, y después sus facciones cambiaron a unas de preocupación, abrió los ojos en grande para después entreabrir sus labios, ahora comprendía a lo que me estaba refiriendo.

—¡Oh, santa mierda!

Hubiese dicho lo mismo, de no ser que escuche como la puerta de la cafetería se abría.

Tied To Your Orders ||JimSu||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora