Tied To Your Orders ||JimSu||

36

Elevo mis brazos hacia arriba, estirando mi cuerpo, me he levantado primero, Jimin está dormido todavía, lo he dejado en su cama, después de lo de la noche anterior... de sólo recordarlo se me pone la piel de gallina, fue algo sumamente nuevo para mí, recordar su mirada, feroz, llena de deseo, y demandante, me sentí pequeño, dejarme totalmente expuesto ante él, sentir parte de su lado dominante me había hecho sentir complacido en todos los sentidos, relamo mis labios, el piso bajo la planta de mis pies es frio, muy frio, pero no me interesa en lo absoluto por el momento, lo que más me importaba era preparar algo de comer.

Jimin me dijo antes de dormir que hoy sería el día en que me haría firmar el contrato, y no me negaría, es la segunda vez que tenemos un encuentro de estos, demonios, Min Yoongi deberías dejar de pensar en lo que has hecho con tu jefe, pero bueno, es inevitable, camino unos pasos más hasta llegar a la cocina, sonrió, y no dudo en caminar para dirigirme al refrigerador, espero que tenga implementos necesarios para no tener que pedir algo de comer, aunque dudo mucho que tenga que hacer eso.

Llevo mi mano a la manija del refrigerador para jalarla hacia mi dirección y abrirlo, echo un vistazo rápido a lo que hay dentro, algunas verduras congeladas, dos cartones de leche, algunos huevos, jugos de frutas embotellados, queso, refrescos, algunas latas de cerveza, y una pequeña barra de mantequilla, suelto un suspiro.

—¿Buscas algo, gatito? —me encojo en mi sitio al escuchar su voz, miro de mi lado derecho, joder, lleva solamente los pantalones puestos, bueno, es normal que los traiga, pues me he robado su camisa, tiene su aroma—. Usualmente desayuno afuera por el trabajo —cruza los brazos por sobre su pecho.

—Yo desayuno en casa —menciono antes de soltar otro nuevo suspiro—, pensé en prepararte el desayuno.

Él me regala una sonrisa ladina antes de volver a caminar, dejo de mirarlo, apenas y puedo escuchar sus pasos, pero por la sombre en el piso, puedo ver como se acerca a mí, lentamente, y después siento cosquillas cuando sus manos se posan en mis caderas, aproxima su rostro del lado derecho de mi cabeza y le hago espacio haciendo mi cabeza al lado contrario, siento sus labios arrastrarse lentamente sobre la hendidura de la unión de mi cuello y hombro, su respiración, cálida y pesada hace que mi piel se sienta más sensible a su tacto, suspiro levemente.

—Te ves muy bien con mi ropa, gatito —sonrió levemente y cierro mis ojos mientras siento como sigue recorriendo con sus labios la piel de mi cuello—, vamos, te prepararé yo el desayuno —me da un beso cerca de la oreja y se aparta.

—Quiero hacerlo yo —reclamo y él me ve por sobre su hombro.

Me sonríe, está muy tranquilo, este hombre tiene tantas facetas que me encantan, demonios, debo dejar de verlo con ojos de ensoñación, pero me es inevitable, me encanta que estar aquí con él, me encanta hablar con él, me encanta presenciar cada rasgo de él.

—Déjamelo a mí —vuelve a insistir—, después de esto, tenemos asuntos pendientes por tratar —es cierto—, ¿qué quieres que haga?

—¿Qué puedes hacer, chef Park? —él suelta una pequeña risa en un resoplido ante mis palabras tan repentinas, lo veo caminar hacia la estufa, y lo primero que hace es colocar agua en una tetera y ponerla al fuego de la estufa.

—Puedo prepararte lo que quieras, gatito —se dirige ahora hacia la islita de la cocina, y no duda en tomar algunas de las frutas que tiene allí—, pero te diré que mi especialidad son los postres.

—Entonces sorpréndeme, Jiminie —canturreo y él me vuelve a sonreír divertido.

—Eso haré, Yoonie —joder, me esperaba su particular 'gatito' pero obtuve algo que me hizo sentir avergonzado—, bien, cariño —algo me dice que le gusto que mi rostro se enrojeciera—, te prepararé una frittata con vegetales, y una ensalada de frutas, ¿prefieres el té o el café?