Mina insistió en cenar algo primero antes de que fuera a abrir mi "regalito" como lo estaba recalcando más de un par de veces mientras nos la pasábamos disfrutando de una pequeña ensalada de frutas y café con leche, al final ni siquiera pensé mucho en la caja, no quería hacerlo mucho, sabía que la caja es algo de suma importancia, Jimin inclusive me había llamado para saber si quería que él estuviera aquí conmigo para verla, seguramente para darme explicaciones o algo por el estilo, pero debido a mi cita pequeña con Taehyung no pude.
Solté un resoplido, había sido divertido pasar tiempo con Taehyung, hace mucho que no lo hacía, y ahora tenerlo cerca me hace sentir bien, pero a la vez me hace pensar en todo lo que pasamos juntos, mi cabeza se vuelve un lío cuando pienso que después de tanto tiempo nos hemos vuelto a encontrar.
En cuanto me coloco perfecto la playera de color blanco holgada con un enunciado fabuloso que dice; 'está persona odia que la despierten' es cuando me pongo manos a la obra, miro la caja de cartón que descansa sobre mi cama, no es muy grande, y es ligeramente pesada, muchas cosas pueden estar dentro de aquella caja, y no estaba seguro de lo que podría estar esperándome allí dentro, pero la curiosidad carcomía mi ser, y definitivamente ni el sueño sería un impedimento para que yo abriera esa caja.
Me acerque hacia mi mesita de noche, y encontrando las llaves del departamento, las tome con mi mano para después aproximarme el par de pasos que me distanciaban de mi cama, me tumbe en ella para acomodarme mejor, sentándome en posición de loto y sonriendo levemente por haber triunfado y no terminar tirado en el suelo como algunas veces me pasaba, mire la caja frente a mí.
Por un momento la necesidad de llamar a Jimin para que me pudiera decir lo que había allí dentro estaba en mi cabeza, pero ya era algo tarde, no sabía siquiera si él estaría despierto, quizás lo estaba, pero no quería interrumpirlo si es que estaba tomando un descanso o trabajando en las oficinas de la empresa. Relamí mis labios y llevé mis manos a la caja para acercarla hacia mí.
Con la punta de una de las llaves de mi llavero, rasgue la cinta que me impedía abrir la caja, y en cuanto lo hice, deje las llaves a un lado mío, mis ojos estaban totalmente concentrados en la caja, y por fin y con cuidado, deje que mis manos abrieran paso a las puertas de mi curiosidad.
Elevé las cejas al percatarme que al menos no era algo morboso, solté un suspiro aliviado, aunque no debía cantar victoria, lo primero que vi era que había una caja pequeña dentro, y era un teléfono celular, fruncí el ceño, no tarde en sacar eso primero de la caja.
Lo miré, era de un tamaño pequeño, pero inclusive aquella caja se sentía levemente pesada, no tarde en darme cuenta de la marca del teléfono y es cuando mis ojos y labios se abrieron ante la sorpresa, maldita sea.
—Pero... —esto debía ser una broma, una maldita broma.
Mis manos temblaron, demonios, he tenido el mismo celular desde hace siete malditos años, se me ha caído un par de veces, y al menos ha resistido, no he cambiado en toda mi vida de numero de celular, y además mi móvil había costado mucho menos que mi sueldo actual en Park's, y ahora Park Jimin me estaba dando un maldito celular que costaba el triple de mi paga semanal, esto era una maldita locura. No iba a llamar a Jimin, pero demonios, ¿qué le pasaba? Mire en mi mesita de noche y no dude en tomar mi viejo móvil para poder de inmediato desbloquearlo e ir directamente a los contactos, en cuando el número de aquel hombre estuvo frente a mis ojos, no dude en colocar mi dedo en el icono de llamar, y lo coloque en altavoz.
Uno... dos... y al tercero me respondió.
—¿Sí? ¿Qué pasa gatito? —ignoré el apodo.
—Jimin, ¿me estás jodiendo? —llevé mi mano libre a mi boca para taparla, demonios, mi rostro se empezó a tornar caliente al escuchar la leve risa que él soltó en cuanto me escucho decir eso.
—Técnicamente no lo estoy haciendo ahora, gatito —trague en seco—, pero supongo que no estamos hablando de sexo, ¿oh sí?
—N-no —dije levemente, solté un resoplido, debía de ponerme serio—, Jimin, ¿por qué demonios me enviaste un teléfono celular tan caro?
Hubo una pausa antes de que me contestase.
—Veo que ya abriste el regalo que te envié.
—Eso no responde mi pregunta, señor Park —lo escuche soltar un leve resoplido, casi podía ver su sonrisa ladina a pesar de que no lo miraba.
—El precio no es importante —menciono Jimin con voz severa, como si me estuviera a punto de dar órdenes—, gatito, necesito que ese teléfono lo lleves siempre contigo.
No entendía porque quería que lo hiciera, ya tenía mi número, mi viejo número, y no necesitaba tener otro celular en mi poder, no por ahora.
—Ya tienes mi número, y no necesito esto —dije, no lo quería, simplemente no.
—Lamento decirte que no me los podrás devolver, de ahora en adelante, cada que me llames será por ese número, es privado, ni siquiera alguien más te molestará, ya tiene grabado mi contacto, y solamente lo usarás cuando te llame, o cuando tú quieras hacerlo.
Solté un bufido, ¿en verdad quiere que lo haga?
—¿Algo más? —pregunte.
—Sí —carraspeo su garganta—, ¿ya revisaste lo demás?
Mi mirada fue a dar dentro de la caja, y entonces fue cuando me percate de lo que había allí dentro, era ropa, deje el celular a un lado, Jimin seguía en la línea.
—Tengo ropa —le dije.
—Lo sé —respondió—, gatito, soy tu amo ahora, mi deber es complacerte a mi modo, y de distintas formas, el teléfono móvil será útil para tener conversaciones mucho más privadas, y la ropa es un regalo por ser tan obediente.
Saque la primera prenda, era una camisa de color azul cielo, y mis ojos no pudieron evitar viajar a la etiqueta, demonios, una marca reconocida de ropa, deje esa camisa a un lado y vi otra, había dos más, una de color blanco y otra de color negro con detalles bordados en las mangas, demonios, todas eran de marca, ropa demasiado costosa, estaba apenado por esto.
—No debiste comprar ropa tan...
—El dinero no es problema, gatito —me interrumpió—, deja que tu amo te consciente un poco, ¿o quieres un castigo?
De sólo imaginar que podía recibir de nuevo unos azotes de su parte me podía la piel de gallina, el corto escalofrío que recorrido mi espalda me hacía sentir levemente incomodo, no era momento para recibir castigos, prácticamente estoy atado a él, y lo seguiré estando hasta que ese contrato termine, él puede hacer lo que le plazca si es que desobedezco a lo que me ordena, si me rehusó a aceptar sus regalos...
—Gracias, amo —dije sin más opciones, pero definitivamente ni siquiera me veía con esa ropa, o siquiera utilizando aquel celular, era demasiado ostentoso para mi persona.
—De nada, mi gatito —recalco la penúltima palabra haciendo mirar al celular—, descansa bien, pronto requeriré verte.
Sentí como si el corazón se quisiera salir por mi garganta, ¡mierda!
—S-sí... amo.
—Nos vemos mañana.
No espero a que me despidiera, simplemente corto la llamada, dejándome con el corazón a tope, demonios.
"Pronto requeriré verte."
Esa sola frase pasaba una y mil veces por mi cabeza, esta noche no iba a poder conciliar el sueño, definitivamente no podré hacerlo.
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¡Hola! Aquí Lucy jijiji.
Me entro la curiosidad por saber, ¿les gustaría un libro de la relación que tuvo Yoongi con Taehyung antes de conocer a Jimin?
¡Quiero saberlo! Jejeje.
Espero les haya gustado el capitulo, cuídense mucho, !los amo!
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Tied To Your Orders ||JimSu||
FanfictionHistoria Ganadora De Los Premios "YOU KNOW I KNOW AWARDS 2021." "- ¿Eso significa que...? -me atreví a preguntar, su mirada estaba puesta sobre mí, como si de una presa me tratase, lo vi sonreír con diversión. - Significa que me perteneces hasta que...