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Había algo que no me gustaba del todo, y eso era acompañar a mi hermana a hacer compras, casi nunca me entusiasmaba mucho eso, y es que la ropa que casi siempre estaba en exhibición era horrenda, no entendía mucho el sentido de la moda, pero Mina era muy distinta a mí, ella amaba todo concepto que fuera moda, sobre todo cuando se trataba de zapatos.

—¿Estás consciente de que llevamos aquí casi más de una hora? —ella dejo de ver unas botas de color azul rey que podían llegarle casi hasta la rodilla.

—No es para que te molestes —ella sonrió—, ya quisiera ser tú, y tener el presupuesto de tu novio para comprarme lo que quiera.

—Sabes que allí dice que él verá si la ropa para mí es adecuada o no —cruce los brazos sobre mi pecho—, espero no hayas leído lo demás de contrato.

—Tranquilo, no me interesa si a él le gustaría atarte a una cama para penetrarte —mordí mi lengua para evitar soltar una grosería, a veces siento que Mina se comporta más como mi mejor amiga que como mi hermana, esta chica no parece de la familia, aunque si tiene un gran parecido a nuestra madre—, Yoongi, pienso que estás tomando todo lo que él te dijo como algo fuera de lo normal.

¿Y cómo no hacerlo? Solté un bufido ante sus palabras, tal vez lo estaba exagerando, sé lo que hacen los sumisos por sus amos, además supongo él tiene sus propios límites conforme a actividad sexual se trata, además de que yo ni siquiera sé los míos, no me gustan cierto tipo de cosas que considero repugnante, además de por supuesto los actos que están estrictamente prohibidos inclusive por la ley, pero de todas formas eso no quitaba el hecho de que Park Jimin quisiera lo que Mina había comentado, no quiero siquiera pensarlo.

—¿Sabes? —la mire, ahora tenía unas zapatillas de color blanco con detalles en negro en sus manos—. A pesar de que no les escuche hablar, los vi, y él en verdad no paraba de mirarte y sonreírte —levanto ambas cejas, como estoy odiando a Mina—, pienso que puede dar la casualidad de que le hayas gustado, y no me refiero a solamente lo sexual.

—¿En verdad? —ella asintió frenéticamente—. No lo creo —mire alrededor, un montón de ropa de chica, mire unos pantalones negros que seguramente a Mina le encantaría probarse, pero eso nos llevaría un montón de tiempo más en esta tienda departamental—. Creo que te equivocas, ese hombre me ve solamente como su nueva adquisición.

—Más bien, eso quieres llegar a creer —volví mi mirada a ella, quien había dejado las zapatillas y se había decidido por el par de botas para probárselas—, por favor, apuesto a que él quiere cuidarte lo más que pueda, se ve que es un chico amable a pesar de tener esos gustos.

—No lo juzgo por sus gustos ni nada por el estilo, hermana, pero pienso que solamente él quiere tener sólo algo en el ámbito del sexo, y eso es todo.

—Sí eso es lo que él quiere, ya te hubiera tenido desde hace horas —fruncí el ceño—, no estoy diciendo que seas fácil, pero creo que un par de insinuaciones, una discusión y un beso, hubieran hecho que ustedes dos terminasen inclusive en su oficina para follar.

—¿Desde cuándo te crees experta en esto? —ella soltó una risa, he perdido a mi hermana inocente desde hace mucho tiempo, maldigo al chico que le enseño todo esto.

—No es para tanto, Yoongi —yo negué un par de veces con la cabeza—, dale una oportunidad.

—No lo tendrá tan fácilmente —mencione a lo que ella celebro alzando sus brazos, todavía tenía las botas con ella.

—Ese es mi querido hermano —menciono entusiasmada—, hazlo sufrir un buen rato, y deja que te trate de convencer, dicen que el convencimiento hace que las cosas funcionen mucho mejor después, además —sus ojos brillaron ante sus pensamientos—, creo que sería una grandiosa idea si tú intentas conquistarlo más...

—¿Conquistarlo, dices? Estás loca, no puedo gustarle a ese tipo —cruce mis piernas, me estaba doliendo el trasero de estar sentado allí esperando a que mi hermana eligiera un par de zapatos para probárselos, se estaba tardando demasiado—, él después llegará a conocer a alguien mejor.

—No digas tonterías, hermano —ella se sentó a mi lado, empujándome levemente para que le hiciera más espacio—, deja el pesimismo de lado por unos momentos y piensa en lo que te digo, pero hazlo seriamente.

—Está bien...

Gustarle a un millonario, dueño de una empresa de automóviles no sonaba tan mal en mi cabeza, pero de todas formas sonaba a la mayor de las locuras que a alguien puede pasarle, es decir, casi siempre todas esas personas se relacionaban con otros millonarios, es como los reyes que se relacionan con otros de la realeza y detestan que sus hijos se relacionen con la asquerosa sociedad, prácticamente era lo mismo para mí.

—Pienso que tus teorías se han desbarrancadas de la realidad —ella rodo los ojos ante mi pesimismo, es una actitud que jamás pienso cambiar, no señor—, admite que es una locura.

—No lo es —ella me miro a los ojos—, convéncelo de convencerte, cautívalo, en eso eres un gran experto.

—No lo soy, solamente me comporto como siempre —ella sonrió.

—Pues eso lo cautivará, vi cómo se acercaba a ti para hablarte más de cerca, inclusive veía tus labios, se nota que lo traes enganchado a tus encantos —volvió a levantar repetidas veces las cejas, yo la empuje para que dejase de actuar y decir esas cosas.

Aunque si había notado todo eso, a excepción de su mirada sobre mis labios, seguramente lo hacía cuando me veía desprevenido, era lo malo cuando lograba perderme en mis propios pensamientos, Jimin parece ser una persona difícil de convencer, y no es como si quisiera llegar a convencerlo de algún modo, no es mi plan, él quiere convencerme de que firme ese contrato que ni siquiera he leído por completo, y no estoy seguro de sí al final terminaré por hacerlo o no.

—Te van bien esas botas —comente cuando ella se paró para verse en el espejo que se encontraba al lado de nuestros asientos.

—¿Debería llevarlas? —no evite dar un asentimiento—. Está bien, ¿traes la tarjeta de tu novio o algo de efectivo?

—¡Ya deja de decir que es mi novio! —ella soltó a reír de inmediato, demonios, mis mejillas arden como si estuvieran en el infierno, pero sólo se trata de la vergüenza por las palabras de mi hermana, esa niña debe de tener un filtro a la hora de hablar.

Tied To Your Orders ||JimSu||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora