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El hombre por quien pregunte yacía sentado frente a mí en una imagen imponente, los lentes sobre el puente de su nariz le hacían ver de cierto modo más intelectual, y no dudaba de que se trata de una persona con mucho conocimiento, sin embargo, casi nunca las personas que utilizan lentes me llaman tanto la atención como él, hablaba y hablaba a más no poder y yo apenas y podía contestar con monosílabos.

-... el ambiente de trabajo es algo de lo que no te quejarás en lo absoluto -comento, haciendo una pausa a lo que yo le mire a los ojos-, ¿ha tenido alguna experiencia con malos ambientes?

- Un par de veces -y por ese par de veces me refiero a los constantes maltratos a mis oídos en la universidad, detestaba a más no poder cuando alguien se sentaba detrás de mí y no paraba de hablar sobre lo bien que luce su nueva ropa o que seguramente su próximo ligue le deje después de todo lo que han vivido juntos, si tuviese que escribir de la vida de alguien, podría juntar varias de esas historias y hacerlas en un libro, apuesto a que son lo suficientemente largas como para llenar más de mil paginas-. Pero no las tuve mucho en mi anterior trabajo.

Observe el movimiento de la mano de aquel sujeto, llevándola primero al puente de su nariz y luego llevar ambas de sus manos hacía el escritorio, recargandolas allí mismo para después mirarme de nueva cuenta a los ojos, sé que debería de estar más concentrado en esforzarme en conseguir en empleo, pero me esta costando bastante.

El recuerdo del roce de sus dedos sobre mi piel hace que mi boca se seque, su mirada fiera sobre mí, y esa sonrisa tan descarada seguía allí, una y otra vez, repitiéndose como una cinta de película a la que regresas para ver la escena, obligaba a mi cerebro a dejar de pensar en ese hombre, pero no podía hacerlo, detesto cuando cosas como esas me suceden, es como si no quisieran salir de mi cabeza en ni un sólo momento. Quiero que Kim Namjoon me dé una respuesta de una vez por todas para salir de esté lugar, quizás así pueda hacer que el maldito recuerdo del roce de sus dedos se desvanezca por fin, y eso esperaba que sucediese.

- Joven Min -deje de lado mis atormentados pensamientos para prestar atención-, sé que apenas va a tener su titulo universitario, sé que ha venido aquí por el empleo, pero debe también estar enterado de que hay más candidatos para este puesto -mierda-, ¿qué lo hace pensar que debería de darle el empleo?

Entreabrí los labios, pero ni una sola palabra salio, la pregunta seguía allí en el aire, en un eco reproducido, estoy al tanto de lo que dijo, sé que seguramente hay inclusive mejores expertos en este ámbito, sé que apenas soy un egresado de la universidad, un idiota más, seguramente eso es lo que él esta pensando de mí en estos momentos, pero mi hermana me ha conseguido esta pequeña oportunidad, quizás pueda o no mejorar mis habilidades, quizás inclusive pueda tener distintos fracasos, pero me sentía seguro de que podría con todo esto, no necesitaba que me dijesen algo contrario, no estaba listo para el duro golpe de la realidad.

- Pues... -y la puerta de cristal fue abierta bruscamente, Namjoon  miro detrás de mí, y yo tuve que girar mi rostro para mirar de quien se trataba, su fuera por mí, me levantaría para ir corriendo hacía aquella persona y besaría sus nudillos por salvarme de cometer el acto de dar una respuesta estúpida, pero cuando vi que se trataba del mismo hombre del elevador, se me habían quitado por completo las ganas de ir y darle millones de besos.

- Perdona la interrupción -su mirada paso de mí a Namjoon en poco tiempo-, despide a Leslie, no la quiero tener de nuevo como asistente, sigue siendo una incompetente.

Namjoon soltó un suspiro, lo que me daba a entender que no era la primera vez que eso sucedía, seguramente estaba totalmente agotado de tener que despedir personal todo por ese chico, que sinceramente no sé quien es con certeza, pude escuchar a aquella mujer que seguramente se trata de su asistente que es el señor Park, pero no estaba seguro de si se trataría de uno de los dueños de la compañía de vehículos, o si sólo se trataba de un hombre con el mismo apellido que los empresarios, en Corea eso suele suceder.

- Es la cuarta persona que despides esta semana, ¿qué pasa? Antes te conformabas con poco -el hombre del elevador rodó los ojos para disponerse a cerrar las puertas y caminar, ignorándome por completo, agradezco al cielo que sea así, no soportaría de nuevo la misma atención de hace unas horas-. No puedo estar contratando cada día, Park Jimin.

Jimin, por unos momentos pensé que tendría un nombre mucho más ¿fuerte? ¿Qué carajos estaba pensando? Cualquier nombre puede o no estar bien, no estoy nada seguro de ello, mi nombre es lindo, aunque a veces piensen que es patético, me lo ha dicho inclusive mi hermana, la mataré por eso, pero todavía la necesito, no quiero quedarme solamente peleando con mi reflejo, después de todo no creo que pueda matar ni siquiera a una mosca de fruta.

- No me malentiendas, pero -bufo para después darme una mirada, la cual aparto de nuevo, ¿acaso esta evitándome? Porque no le funciona muy bien-, deberías de contratar  personal que tenga una buena experiencia en este tipo de cosas, casi nadie soporta ser mi asistente más de dos días.

- Tus exigencias son variadas y algunas difíciles de complacer -Namjoon se encogió de hombros-, o eso es lo que había dicho aquella chica... -sus ojos se fueron a divagar por la oficina, como si estuviese buscando el nombre de la chica o alguna característica muy llamativa de ella-, ¡Teresa! Eso fue lo que dijo ella.

- Por lo menos ella sabía cumplir al pie de la letra, se tardaba en ocasiones, pero al menos se aplicaba -los brazos de aquel hombre se cruzaron sobre su pecho, demonios, mis ojos me traicionan con quedarse mirando sus brazos tonificados que logran marcarse en la tela de su saco, joder-. ¿Quién es él? -desvió mi mirada en cuanto escucho esa pregunta, no debí mirarlo, no debí mirarlo, ¡no debí mirarlo!

- Un pasante, le había hecho una pregunta cuando llegaste, ¿por qué? ¿Le conoces de algún lado?

Por unos momentos pensé que él podría decir algo de lo acontecido hace unos momentos atrás, mi cuerpo comenzó a sentirse tibio y el calor estaba a punto de subir por mis mejillas, demonios, la corbata atada a mi cuello comenzaba a apretar cada vez más y más, mis manos sudaban ante la mirada de Jimin sobre mí y entonces vi como dejo de tener su mirada sobre mí y paso a ver a Namjoon.

- ¿Crees que conozco a todos los pasantes? -Namjoon no respondió-. No me hagas reír, será mejor que te des prisa con las entrevistas, y que des empleo -volvió a mirarme-, a personas competentes.

Pude respirar con normalidad en cuanto él dio media vuelta para alejarse de nuevo de la oficina, y mi ser interior se sintió más aliviado al escuchar la puerta cerrarse, pero todavía tenía que responder a la pregunta hecha por Namjoon, todo mal para mí.

Tied To Your Orders ||JimSu||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora