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Pensar que sus palabras habían sido una simple broma estaba mal, al principio pensé que él se iría en cuanto su bebida se hubiese terminado, pero por supuesto me equivoque, sacar mis propias conclusiones no ayudaba para nada, y él me lo demostraba, mire atento hacia la mesa en donde se encontraba, tenía los codos recargados sobre esta mientras prestaba atención a su celular, tal vez se encontraba leyendo algunos documentos, o simplemente viendo sus redes sociales, mis ojos viajaban por todo su perfil, sus cabellos que estaban entre ser un rubio cenizo y el negro, perfectamente peinados dejando ver su frente, su rostro sin expresión alguna, aparte mi mirada.

Todavía pasaba por mi cabeza las diferentes razones por las cuales él se encontraba allí esperándome, no tenía algún sentido para mí, es decir, he visto como en diferentes series de televisión pasan como parejas se esperan, ¿por qué hacer esto conmigo? Sé que quiere hablar de algo de suma importancia, pero me está logrando confundir en este preciso momento.

Termino de limpiar la barra y suspiro, me siento como un idiota por no saber la razón por la que él ahora mismo está aquí, le doy una mirada de soslayo, él parece no mirarme aunque a veces siento que lo está haciendo, demonios Min Yoongi, camino, quiero alejarme de él por unos momentos, cinco minutos para que termine mi turno y mi posible infierno con mi torturador comience, miro a Mina que está sentada frente al final de la barra, me sonríe en cuanto me ve, y me muestra la pantalla de su celular, ruedo los ojos, cuatro minutos para mi tortura, ¿acaso mi hermana está disfrutando todo esto?

—¿Por qué siento que me quieres ver sentado allí con él? —ella sonrió ante mi pregunta.

—No veo nada de malo —recargo su codo sobre la barra, y sostuvo su rostro sobre la palma de su mano—, sólo... —volvió a sonreír—, creo es el primer chico que viene por ti hasta aquí.

Ni siquiera pude decirle que eso se trataba de una mentira, era cierto, casi siempre era yo quien les decía que no vinieran a la cafetería de mis padres, mis anteriores parejas a veces podían ser un asco de personas cuando las conocías a profundidad, y no quería que estuvieran cerca de un lugar tan familiar como lo es la cafetería de mis padres, era lo mejor, pero ahora... Jimin lo sabe, no es mi pareja ni nada por el estilo, pero eso no quitaba el hecho de que ese sujeto quisiera tener algo mucho más íntimo conmigo.

—Dos minutos, hermanito —solté un bufido ante su recordatorio, lleve mis manos hacia mi espalda, encontrándome con el nudo del delantal que llevaba puesto, lo desamarre y me lo quite, se lo entregue a Mina, quien de inmediato lo acepto, y me dispuse a salir de detrás de la barra, adiós a mi protección—. ¿Parece que alguien no quiere llegar tarde con su amo?

—Oh, cállate —la escuche reírse mientras me alejaba, a pesar de lo dicho por mi hermana, no podía decirle que es cierto que a Park no le gusta que sea impuntual, me debía ahorrar ese comentario, no quería que lo descubriera, quizás a futuro sea capaz de decírselo.

Sentí que el camino era eterno, y a pesar de todo mis pasos eran lo suficientemente largos para ir hacia él, deteste ser puntual, pero no quería recibir una reprimenda como la otra vez, era mucho más seguro de este modo, relamí mis labios en cuanto lo vi, y cuando me acerque, carraspee mi garganta para llamar su atención.

Él despego por unos breves segundos su mirada del celular para mirarme a mí, después volvió a ver la pantalla brillante.

—Siéntate —tome asiento frente a él, al menos la mesa sería mi barrera contra él por el momento, y esperaba que funcionase, soltó un suspiro captando mi atención, dejando el móvil sobre la mesa, observe sus acciones, y también me percaté de que allí estaban unos papeles, todos engrapados, tal vez se trataba de unas cinco o seis hojas, no estaba seguro de ello—, dije antes que te iba a tratar de convencer, ¿no es así?

Tied To Your Orders ||JimSu||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora