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Escoger que llevar puesto, no es lo mío, de hecho me considero la persona que menos sabe de moda en toda Corea, pero en este caso me quería ver bien, y también no, pues no quería recibir algunos cumplidos de parte de Taehyung, aunque sé que él me diría que me veo de lo más lindo si es que llevo puesto un saco de patatas encima, sonreí ante mi pensamiento, mostrando levemente mis dientes, y después seguí mirando la ropa que estaba sobre mi cama, colores oscuros, eso siempre me caracteriza, y hay una que otra prenda de vestir de colores claros, como el blanco o el azul cielo, e inclusive rojo.

Termino por escoger un pantalón holgado de color negro, además de una camisa color gris con pequeños detalles de dibujos de cuadritos esparcidos por toda la prenda, mi cabello esta levemente despeinado, no pienso arreglarlo, está perfecto como esta, suelto un resoplido antes de dejar de mirarme al espejo, le doy la espalda y camino en dirección a mi mesita de noche, agarro las llaves del departamento, tomo mi celular y cuando me aseguro de colocarlo en mi bolsillo derecho del pantalón, es cuando me decido a abandonar por fin mi habitación.

Camino y mis pensamientos no pueden evitar perderse ante los recuerdos de aquella dulcería, suelto un largo suspiro, la dulcería, aquel lugar en donde a Taehyung le brillaba la mirada por la fascinación que sentía al ver como preparaban los caramelos, tal vez para mí no fue una gran fascinación después de la primera vez que fuimos, pero para Taehyung... cada visita que hacíamos pareciera que la estaba haciendo por primera vez.

Taehyung es fácil de impresionar, y es un chico demasiado curioso, le toma demasiado interés a las cosas pequeñas, y eso es agradable en él, aunque para algunos es desesperante, recuerdo que en preparatoria, muchas chicas lo seguían, tal vez demasiadas. Taehyung había intentado tener una relación con cada chica que se atrevía a confesar sus sentimientos por él, pero sus relaciones no eran para nada duraderas, y no era por el problema de que Taehyung no se sintiera realmente enamorado, sino que todo era distinto, muchas veces me convertí en el mal tercio en esa relación, y Taehyung terminaba por prestarme mucha más atención a mí que a la chica en cuestión, y cuando ellas le reclamaban por ello, Taehyung simplemente les decía que lo que tenían no funcionaría y terminaba con ellas.

Muchas veces le regañe por su actitud, le dije que no debía de ser así, y que debía dejar de invitarme a sus citas —después de todo, ni siquiera me decía que su chica estaría presente—, pero él simplemente me había dicho que yo era mucho más importante que ellas, y que eso debía de quedarme tan claro como mi viva imagen en un espejo, quizás fue desde allí cuando me percaté de que Taehyung tenía un sentimiento mucho más fuerte por mí de lo que pensaba.

Ser amigos era una cosa, pero pareja, era muy distinto, y yo ni siquiera me sentía listo como para tener una relación, no una formal, Taehyung después de haber rechazado a más de cinco chicas, termino por concentrarse más en mi persona, cosa que definitivamente no comprendí en el momento, pero que pensaba que solamente se trataba de pasar un tiempo como amigos, pero estaba totalmente equivocado al respecto, Taehyung se había vuelto meloso, más atento, y sumamente amable, cosa que definitivamente me fue extrañando cada vez más, me reía de sus coqueteos, pero él no lo hacía, cuando él mencionaba que sería mejor ser más que amigos, pensaba que estaba bromeando, pero... aquel día... el día en que se me declaro gritando desde el segundo piso del edificio de laboratorios, ese día supe que no estaba bromeando, no le importo que varios alumnos y compañeros nuestros y amigos nos mirasen, no le importo perturbar la paz del lugar, no le interesaba si acaso un profesor le decía que guardase silencio, en ese momento fue cuando me percaté de que Taehyung no estaba jugando, no era una broma, él si me había gritado en serio que yo le gustaba, y que debía salir con él.

Tal vez... debí hacerlo en su momento.

Mis pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de mi celular, detuve mis pasos para poder fijarme de quien se trataba, cuando saque el móvil de mi bolsillo, y mire la pantalla, me quede con la boca levemente abierta, era Jimin.

—¿Sí? —pregunte, mi voz casi estaba a punto de quebrarse.

—Gatito —escuche su voz al otro lado de la línea—, ¿estás en tu departamento?

—No —mencione en respuesta—, acabo de salir de allí, ¿por qué?

Escucho como suelta un resoplido, ¿se habrá molestado? Mi cuerpo tiembla, no quiero hacerlo enojar, y mucho menos ahora que acabo prácticamente de darle el derecho a que me castigue cuando sepa que estoy haciendo algo inapropiado, demonios.

—Te iba a decir que estés pendiente, esta noche si no es que, en la mañana, te haré llegar un paquete.

¿Un paquete? Parpadee un par de veces, ¿en verdad? Me sentí más aliviado, al menos no iba a estar presente para venir a verme, porque estoy seguro que se molestaría mucho si sabe que voy a ver a Taehyung, aunque no tiene por qué hacerlo.

—¿Qué es lo que tiene ese paquete? —escucho una suave risa del otro lado de la línea, y no puedo evitar imaginármelo, sentado detrás de su escritorio, recargando su espalda totalmente sobre el respaldo de su silla, mientras sonríe mostrando el conjunto perfecto de dientes blancos que tiene.

—Un regalo —me responde al fin—, cosas que quizás te gusten, mi gatito.

Aprieto mi lengua contra mis dientes para evitar que un sonido tonto salga por mis labios, este hombre me pone de los nervios.

—Será mejor que me digas, no quiero que mi hermana encuentre el paquete, sé que posiblemente lo abrirá antes que yo lo haga.

—No, mi gatito —recalca sus palabras—, no te lo diré, como te mencione, es una sorpresa, además, no hay problema, si tu hermana lo abre solamente va encontrar cosas que seguramente no son de su interés.

Eso me mantiene un poco más alivianado, mientras no sea algo que definitivamente me pongo a darle explicaciones a mi hermana, todo bien.

—Por cierto, ¿no crees que es tarde para salir? —demonios.

—A-aah —piensa, pedazo de idiota, no te quedes en silencio—, s-sólo estaba por ir a ver que necesitaban mis padres.

—¿Quieres que pase por ti cuando termines? Podemos ir a mi departamento y...

—No, no, así está bien, Jimin —demonios, Min Yoongi, casi se me sale el corazón por la garganta, soy pésimo mintiendo, pero al menos él no está frente a mí para saber si es mentira o no, así que es un alivio—, ya después nos veremos.

—Sí, después —escucho como suelta otro resoplido alargándolo en el proceso—, recuerda estar al pendiente de ese paquete, y no se te olvide que este fin de semana, comenzarás con tu labor como mi sumiso.

Debe ser una maldita broma.

—S-sí —siento los colores subir a mi rostro para calentarlo—, ¿no crees que es muy... pronto?

—Gatito, quiero tenerte en mis brazos, así que no es muy pronto para mí —dice, apuesto un millón de billetes a que está sonriendo en este preciso momento, una sonrisa encantadora—, además, considéralo como un regalo.

—¿Aparte del que me mandaste? —escucho una risa corta del otro lado de la línea.

—Exactamente, mi querido Yoongi —al fin escucho mi nombre y no ese apodo—, bueno, dejaré de interrumpirte, salúdame a tus padres, y no se te olvide lo que dije, ¿entendido?

—Sí...

—Sí, ¿qué? —muerdo mi labio inferior con un poco de fuerza, sabía que esperaba algo así.

—Sí, a-amo.

—Perfecto, hasta entonces.

Y antes de que siquiera pueda despedirme, corta la llamada, joder, por unos momentos pensé que ya me había visto salir de mi departamento y que se había enterado que estoy a punto de reunirme con Taehyung, suerte que no fue así.

Mi vista se dirige de nuevo a la pantalla del móvil, y abro los ojos en grande.

—¡Joder, se me está haciendo tarde! —tendré que correr después de todo.

Tied To Your Orders ||JimSu||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora