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Cuando Jungkook llegó al fin a su casa esa mañana, totalmente dispuesto a echarse en la cama y dormir por las siguiente doce horas como mínimo, Sooyoung le abordó en la entrada algo cabreada. Su idea de descansar quedó relegada entonces a un segundo lugar.

— Jeon Jungkook. — La chica gruñó molesta. Él, por su parte, se mostró confundido al no comprender el evidente enojo. — No vas a librarte de mí esta vez.

— ¿Qué? — De un momento a otro se vio arrinconado contra la puerta de la calle.

— Tenemos que hablar y de hoy mismo, de ahora mismo, no va a pasar. — Le aseguró igual de irritada. — Llevo días detrás de ti y siempre me estás evitando-

— No te estoy evitando.

Luego de una mirada desafiante, ella se apartó y arqueó una ceja con ironía. La expresión de enfado en su rostro desapareció por completo también, dando paso a una de completa incredulidad.

— No dormiste en casa. — Señaló. — Y esa es solo una de las muchas cosas raras que estás haciendo últimamente.

— Pero eso es porque han surgido... problemas y... resultó así. — Intentó excusarse sin poner real empeño, pues se sentía demasiado cansado como para tener esa conversación. Recibir una regañina por parte de su compañera luego de haber tenido una noche y un regreso al distrito ciertamente complicados era lo último que necesitaba en ese jodido momento. — Ya sabes, ha estado complicado estos días-

— Creo que no son tantos problemas de aquí sino de fuera, ¿o me equivoco? — Ella le codeó y le dedicó una sonrisa traviesa, cambiando radicalmente de actitud. Tener al azabache por fin en casa, asegurándose con ello de que a él no le había sucedido nada en el reciente accidente en realidad le hacía sentir aliviada. — Dale, sabes que a mí no tienes que mentirme. Incluso estando cansado te ve más radiante cuando vienes de pasar tiempo con él ~

— ¿De qué quieres hablar?

Al notar la reticencia en la actitud hosca del menor, Sooyoung no tuvo de otra que olvidarse de ese tema y centrarse en lo verdaderamente importante. De todos modos, Jungkook ya sabía que si necesitaba desahogarse con alguien, ella siempre estaría para escucharle. Y es que aunque no sabía demasiado de Kim Taehyung, lo poco que había escuchado del pelirrojo por parte de Jeon le ayudaba a hacerse una idea de lo complicado que resultaba mantener una relación de cualquier tipo con ese muchacho. No obstante, de igual manera se preguntaba si acaso su compañero era realmente consciente del pantano arenoso en el que se estaba metiendo.

— Mejor sentémonos y hablemos tranquilamente. — Ella señaló hacia el salón un poco tensa.

Ambos caminaron entonces hasta el sofá y tomaron asiento uno al lado del otro. Sooyoung cruzó las piernas y se giró hacia el más joven, adoptando una postura ligeramente más rígida.

— Ese hombre que lleva el grupo de adultos ha vuelto a estar aquí. — Fue directa al grano. — Y es la segunda vez que viene a buscarte y tú no estás en casa, ¿recuerdas? Ya te avisé la vez anterior. Eso le está cabreando, Kook, él incluso me dio un ultimátum para ti.

— ¿Qué te dijo...?

— Bueno, me hizo saber que estaba al tanto de que eras tú quien golpeó el coche y creó el escándalo de la otra noche. Por lo visto, te delataron los chicos que estaban vigilando la salida cercana ese día. Y tengo entendido que te fuiste, pero muchos miembros se asustaron al escuchar la alarma y bajaron para comprobar qué estaba sucediendo. — Jungkook la miró atentamente y apretó los labios con fuerza. Pensándolo en frio, ese había sido un impulso demasiado estúpido por su parte. Y es que además de no prestar una mínima atención a sus actos debido al estado de furia que lo devoró, él ni siquiera pensó en las consecuencias de los mismos. — Y el líder, pues... también lo sabe. No está contento con eso de que armaras un jaleo innecesario en medio de la noche y desaparecieras como si nada.

Mal presagio {Taekook/Yoonmin/2Jae}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora