Mal presagio {Taekook/Yoonmin/2Jae}

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Cuando Kihyun regresó a su distrito luego de observar a lo lejos como Seokjin marchaba con Yoongi, pensó que aquel asqueroso día no le tendría preparada ninguna otra sorpresa, sin embargo, no le hicieron falta más de dos o tres horas para comprobar lo muy equivocado que estaba.

Y es que Hoseok apareció acompañado de Taehyung en el distrito, ambos conversando y caminando alegremente hacia la casa del pelirrojo. Como si nada hubiera pasado, como si el hijo del líder no debiera estar jodidamente internado en el centro de salud.

Todavía sin poder creerlo y sin poder quitarles los ojos de encima tampoco, Yoo arrugó el entrecejo y consciente de que no sería buena idea acercarse a Kim, decidió tomar el teléfono para llamar al bailarín antes de perderlo de vista. Y Jung tomó el aparato al escucharlo sonar, pero cuando leyó el remitente y se dio cuenta de quien se trataba, simplemente ignoró la llamada sin saber que su amigo le estaba viendo.

Molesto por el detalle, Kihyun decidió arriesgarse.

— ¡HOSEOK!

Gritó su nombre con fuerza, logrando captar la atención inmediata del aludido. Cuando el chico giró a mirarle sorprendido, el mayor le hizo un gesto con la mano para que se acercara. Asimismo, Taehyung no reaccionó hacia él, pero sí que cubrió sus orejas y se esforzó por ignorar su presencia. A esas alturas, Kihyun también entendió el motivo que llevó al pelirrojo a morder agresivamente su propio brazo, con el fin de auto infringirse dolor para mantener a cierta identidad presente y no dar paso a otra más. Un hilo de sangre se derramó de la supuesta herida que debió provocarse, pues desde su ángulo visual, Yoo no podía ver nada más que eso.

— Qué agresivo. — Murmuró para sí mismo mientras Hoseok se acercaba con una expresión culpable y una caminata remolona.

— No alces tanto la voz... — Pidió el moreno ya frente a él, actuando un poco nervioso. — Llamarás la atención...

— ¿Qué diablos es esto? — Pero Kihyun le ignoró y preguntó directo. — ¿Por qué está Taehyung aquí?

— No estoy de acuerdo con el método que quiso seguir la psiquiatra. — Se limitó a decir, todavía avergonzado. — Así que, pues lo que ves... decidí sacarlo de allí y traerlo conmigo.

— ¿Hablas en serio? — El mayor le miró como si fuera estúpido. Jung asintió. — ¿Eres imbécil o qué? ¿Te has parado a pensar en todo el mal que le vas a hacer al sacarle de allí? Le iban a ayudar-

— Solo estoy haciendo lo mejor para él.

— Estás haciendo lo mejor para ti. — Corrigió Yoo muy enfadado.

— No es verdad. — Hoseok giró a mirar al pelirrojo, quien se mantuvo dándoles la espalda todo el tiempo. — Nosotros estuvimos hablando en la habitación... un rato. Y lo siento si te molesta, hyung, pero luego de conversar con su doctora me dio la sensación de que allí en el hospital nadie está dispuesto a esforzarse. Ella no hizo prácticamente nada, más bien se limpió las manos y decidió por cuenta propia que le internaría en el psiquiátrico. Que se ocupen sus otros compañeros de profesión, vamos.

— ¿Acaso no es esa la mejor opción? — Kihyun señaló lo obvio, sin entender. — Honestamente, me parece una excusa barata lo que estás diciendo.

— Piensa lo que quieras. — Hoseok hizo una mueca de desagrado y miró hacia un costado para no tener que enfrentarle tanto. En realidad, quizás su compañero no estaba tan alejado de la verdad. — Digas lo que digas, yo tengo muy claro que no voy a dejar a mi amigo en manos de un puñado de gentuza que no está dispuesta a hacer nada por él. Su vida se iba a resumir en estar sedado todo el día, para que no moleste, y tomar pastillas hasta el momento de su muerte.