Mal presagio {Taekook/Yoonmin/2Jae}

31

Jungkook era plenamente consciente del caos que había provocado por la tontería de escaparse a escondidas como si de un niño pequeño se tratara. De hecho, en ese preciso momento se encontraba encerrado en su habitación, sentado sobre el colchón de su cama mientras sostenía el teléfono móvil entre sus manos temblorosas. Acababa de escribir a Jimin para decirle que estaba en casa, a salvo, y aunque su mejor amigo lo había leído tan rápido como lo recibió, habían pasado ya varios minutos y el mayor aún no le había contestado. Jungkook mordisqueaba su labio nervioso, el no obtener respuesta del contrario le confundía, básicamente porque no sabía si es que Park estaba avisando al resto o es que directamente se había enfadado tanto que había optado por ignorarle.

Pero nada de eso, solo bastaron unos pocos minutos más para que el timbre de su casa comenzara a sonar repetidas veces. Y ese solo podía ser el rubio.

Así pues, tan rápido como lo escuchó sonar, Jungkook se levantó de un salto de la cama y corrió hasta la puerta de la calle. No obstante, una vez parado en frente, su cuerpo comenzó a temblar de sobremanera al no saber que reacción tendría su mejor amigo. Se mantuvo inmóvil por unos segundos, debatiendo en su mente si sería buena idea abrir o no.

— Abre. — Sin embargo, una voz proveniente al otro lado de la puerta, y la cual Jeon reconoció a la perfección, no tardó en hacerse notar. Jimin sonaba preocupado. — Sé que estás ahí, ábreme. — Insistió el mayor.

Jungkook terminó por obedecer y abrir la puerta despacio, su corazón latiendo tan rápido que incluso pensó por un momento que saldría de su pecho. Por su parte y como siempre impaciente, Jimin se encargó de empujar bruscamente la puerta con un brazo para abrirla en su totalidad. Lo siguiente que supo el castaño fue que el mayor estaba abrazándolo tan fuerte que incluso sintió ahogarse.

— Hyung, no puedo respirar. — Gimoteó casi sin aire. Y es que, diablos, a veces Jimin parecía olvidarse de controlar su fuerza. 

No obstante, el rubio deshizo el abrazo tan rápido como escuchó las quejas del más joven y, sin darle tiempo a recuperarse, agarró su rostro con las dos manos y comenzó a inspeccionarle cuidadosamente. En el rostro de Park se podía apreciar tanto la preocupación como el miedo.

— ¿Qué pasó? ¿Estás bien? ¿Dónde estabas? ¿Te hicieron algo? — Y pronto comenzó a disparar preguntas a mansalva, sin darle tiempo a contestar ni una sola. Acto seguido liberó su rostro, pero solo para comprobar que el cuerpo del menor se encontraba en perfecto estado, por supuesto. Paseó sus manos atrevidas por toda la silueta de su amigo, tocando cada zona de su cuerpo para asegurarse de que no había sufrido daños. Así pues, dado que Jeon no se quejó en ningún momento, Jimin dio por hecho que maltrato físico no había. No obstante, cierto era que la falta de respuesta del contrario le estaba preocupando. Entonces, dirigió las manos de nuevo al rostro del menor y lo agarró firme, obligándole a mantener la mirada fija con la suya. —Jungkook, ¿qué paso? — Preguntó una vez más, preocupado. Jeon le miró ausente, provocando que el rubio se sintiera más nervioso. — ¿Dónde fuiste? ¿Te hicieron algo? — Apenas preguntar eso, sintió el cuerpo de su amigo comenzar a temblar y avistó como las lágrimas se apoderaban de sus ojos listas para ser derramadas.

— L-lo siento... — Jungkook se derrumbó por completo y comenzó a llorar desconsolado, aferrándose al cuerpo de su mejor amigo. Jimin se quedó petrificado en su sitio ante semejante e inesperada reacción.

— Kookie... ¿qué pasa? — Llevó sus manos hasta la espalda del menor, acariciando con cuidado mientras volvía a sentirse perdido al no entender qué diablos estaba sucediendo.

— No quería que pasara esto. — El castaño hizo referencia a todos aquellos mensajes de preocupación y desesperación que había recibido por parte de sus amigos, conociendo ahora muy bien todo el problema que había provocado. O bueno, quizás no sabía todo. — De verdad no era mi intención. — Continuó hablando, sin parar de llorar y abrazando a un Jimin demasiado desconcertado.