Mal presagio {Taekook/Yoonmin/2Jae}

75

[Dos días después; Incheon]

Tirado en el suelo y aún bastante adormecido, Namjoon alzó torpemente la cabeza al sentir el sonidillo controlado y rítmico de lo que parecían ser un goteo regulado. La humedad que predominaba en el ambiente era evidente, así que no le costó confirmar su deducción cuando, a escasos metros de su posición, una vieja manguera enrollada de mala manera descansaba sobre una roñosa silla. Cada tres o cuatro segundos, una gota de agua contaminada se deslizaba desde la boca del objeto para terminar impactando contra el duro y mohoso asfalto.

Confundido, paseó sus ojos por el lugar desconocido en el que se encontraba, incapaz de reconocer algo que se le hiciera familiar.

El ambiente estaba levemente iluminado por la tenue luz de una débil bombilla que colgaba del techo y que era sostenida por un fino cable, la cual titilaba de vez en cuando. El sitio en sí era bastante pequeño y estrecho, con las paredes de piedra que permitían deducir que, además de encontrarse en mal estado, probablemente era bastante viejo también.

— ¿Ya despertaste? — Una voz peligrosamente familiar llamó su atención, logrando que girara la cabeza hacia el chico que se encontraba sentado a su lado con las piernas cruzadas, quien lucía un poco más espabilado. — Has estado inconsciente por un día y medio, creo. — Murmuró Mark, estirándose perezosamente en su sitio para hacer crujir su adolorida espalda a causa de la incómoda posición. — Ah, esto de verdad es una mierda. Supongo que ese hijo de puta simplemente va a dejarnos morir aquí.

— ¿Eh...? — Namjoon se mostró realmente perdido en ese momento. — ¿Dónde estamos?

— Qué sé yo, Nam. — El mayor se encogió de hombros, cabizbajo. — Yo lo último que recuerdo es que Min Yoongi me dijo que estaba con Pyeonhwa y después le tenía encima atacándome como una bestia salvaje. Debe ser que me hizo perder el conocimiento, porque cuando desperté, ya estaba aquí junto a ti. — Explicó, ignorando la realidad de los hechos. — Nadie ha venido hasta ahora, así que supongo que fue él quien me encerró en este lugar podrido. No sé cómo llegaste tú aquí.

— Lo último que recuerdo también es a Min Yoongi. — Coincidió Namjoon, apoyando sus manos sobre el suelo para incorporarse lentamente en su sitio. — Intenté huir de él, pero me alcanzó y me arrastró hasta uno de los baños cercanos del pasillo. No recuerdo mucho más tamp-

Cerró la boca abruptamente cuando, en un intento de estirar sus piernas para adquirir una posición más cómoda, el sonido chirriante de unas cadenas y un fuerte tirón en sus tobillos apresados detuvieron sus acciones.

— Pero qu-

— Ni lo intentes. — Dijo Mark. — Estamos encadenados a la pared. Me pasó lo mismo cuando desperté. De hecho, creo que tengo una pierna rota, aunque me he acostumbrado al dolor con el paso de las horas. — Murmuró, sin vida en sus palabras, temblando a causa de la baja temperatura. — Tengo el cuerpo entumecido y la humedad me ha calado hasta los huesos también, así que no puedo moverme mucho. Solo espero que tú estés en mejores condiciones.

Por su parte, Namjoon quiso corroborar aquello, echándose un vistazo al cuerpo e intentando, de nuevo, mover sus piernas. Confirmó entonces que, tal y como había mencionado su mayor, sus dos tobillos se encontraban presos por unas cadenas gruesas y oxidadas que prometían pesar más que un ancla. Por mínima suerte para él, ninguno de sus huesos parecía estar lastimado de gravedad.

Sin embargo, una sensación llena de miedo y desconcierto comenzó a abrirse paso en su interior.

— Tranquilízate. — Mark habló con tono neutral, notando su inminente ataque de pánico. — No nos conviene ponernos nerviosos ahora. — Aseguró. — Tenemos que pensar en algo.