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Hoseok se dejó caer pesadamente sobre el sofá para esperar pacientemente hasta que Taehyung terminara de ducharse. Y es que, luego de que el menor se hubiera aparecido en su casa a esas altas, pero típicas, horas de la madrugada y todo cubierto de sangre, le había mandado a asearse y a limpiar hasta la última gota de sangre ajena presente en su cuerpo. 

A decir verdad, Kim no le había dado explicaciones aún, lo único que sabía es que algo sucedido con Jeon Jungkook, y la duda de desconocer que había ocurrido exactamente estaba carcomiéndole por dentro. Aunque no estaba sorprendido tampoco, pues él sabía de primera mano que su mejor amigo de infancia sufría ataques de rabia de vez en cuando, hasta el punto de perder el control sobre sí mismo y cometer atrocidades por las que no sentía ningún tipo de remordimiento y las cuales, incluso, llegaba a olvidar en numerosas ocasiones. Por eso, pensar que el pelirrojo le hubiera hecho algo a Jeon por una segura estupidez, le estaba poniendo demasiado nervioso. 

Por otro lado, había notado que Taehyung tenía una extraña fijación con su nuevo compañero de clase pues, desde que el bonito castaño había aparecido en su vida, Kim se había vuelto más inestable a nivel psicológico. Si algo iba mal con el menor, sus cambios de humor y personalidad eran por mucho más acentuados; la agresividad con la que arremetía contra todo solo había aumentado y, para colmo, estaba comenzando a odiar a algunos de sus propios compañeros de grupo, empezando por Seokjin. Y cuando se enterara de que Min Yoongi estaba alojado en su misma zona... Hoseok estaba temiendo la reacción que pudiera tener el pelirrojo cuando supiera que Kihyun había tenido la brillante idea de llevarle a su casa. Quizás no lo sabían aún, pero tanto Yoo como Min estaban corriendo peligro desde el momento en el que el menor de los dos decidió resguardar a su amigo en el territorio de Kim. Si Taehyung ya se había molestado con la decisión de su padre de aceptar a tres de los integrantes de la familia Min (mientras todos creían que Yoongi había sido arrestado o asesinado por los de Khangpae), Hoseok no quería ni imaginarse cuál iba a ser su reacción cuando se encontrara con Yoongi de frente. Así que, lo mejor sería mantenerlo en secreto, de momento. 

Apoyó la espalda en el respaldo del sofá y suspiró cansino, cerrando los ojos con fuerza. Su mente no disfrutaba de ni un solo día de descanso, y aunque había intentado ser fuerte, eso comenzaba a afectarle también a nivel psicológico. Las veces en las que pensaba que morir sería la mejor opción habían incrementado respecto a meses anteriores. Y es que, aunque él supuestamente podía contar con el apoyo moral de Seokjin, quien era la única persona con la que se sentía capaz de desahogarse y de la única de la que solía aceptar consejos luego de haber vivido juntos y haber creado un lazo que, por desgracia, comenzaba a romperse, el mayor también había estado demasiado estresado últimamente gracias a la llegada del nuevo chico que rondaba al hijo del líder. Porque aunque Seokjin siempre aparentaba estar calmado, confiado y feliz por fuera, todo era muy distinto en su interior. Desde niños, dado que él y Kihyun eran los más mayores de esa generación y, por ende, los encargados de cuidar a los más jóvenes, ambos habían adoptado algo así como un rol de hermanos mayores para el resto de sus compañeros. Y para Hoseok, que había convivido con él en la misma casa durante años, ese muchacho de verdad se sentía como su hermano de sangre. En el pasado, el moreno había recurrido en muchas ocasiones al mayor de todos solo para que le ayudara a tomar una decisión importante o para que le diera su punto de vista respecto a algún tema en concreto. No obstante, en la actualidad las cosas eran muy distintas y, en lo personal, el bailarín ya no se atrevía a recurrir a él con tanta confianza, más que nada porque la situación de Pyeonhwa no era buena ni agradable, sino tóxica e inaguantable. Y Seokjin, tristemente, había comenzado a convertirse en alguien irascible y con deseos de poder demasiado peligrosos e irracionales. Ese chico comenzaba a lucir irreconocible ante Jung. 

En el grupo todas las cosas se estaban torciendo también, pues la confianza de la que antes gozaban entre todos estaba desapareciendo rápidamente y ahora, en lugar de luchar para mantener la amistad entre ellos, todo se había reducido a una situación similar a la cadena alimenticia en la que Kim Taehyung se encontraba en la cima, ocupando el rol de super depredador mientras que, el resto de los miembros, ocupaban un puesto similar al de las presas. Todo se podía resumir en miedo y sumisión continua. 

Mal presagio {Taekook/Yoonmin/2Jae}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora