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Jungkook se revolvió incómodo sobre la silla que aun ocupaba en la cafetería. Había estado ahí sentado durante al menos dos horas, escuchando al pelirrojo hablar sobre el aburrido trabajo que debían entregar para la semana próxima. 

— Y eso es todo. — Dijo finalmente Taehyung, dando por sentenciado dicho tema de conversación. — Creo que no me olvido de nada. — Añadió, mientras revisaba superficialmente las notas que había ido tomando el menor. 

— Que mierda. — Jungkook habló sin pensar, sorprendiéndose de sus malas palabras al instante de decirlas. — Digo, no pinta interesante....

— La verdad es que no. — El pelirrojo rio muy apenas al reparar en la expresión de sorpresa en el rostro del contrario. No obstante, su risa se vio interrumpida tan rápido como sintió su corazón acelerarse peligrosamente en su pecho, y todo por culpa del pequeño puchero que acababa de hacer el más joven con los labios. Apartó la mirada, molesto consigo mismo por sucumbir tan fácilmente a las acciones del castañito. Además, no es como si tuviera permitido experimentar ese tipo de sensaciones, básicamente porque eran cosas que se le habían prohibido desde la infancia. Taehyung era una persona fría y sin sentimientos, y así debía continuar siéndolo hasta el final de sus días. 

Por otro lado, Jungkook, ajeno a todos los pensamientos del pelirrojo, giró a mirar a los dos camareros jóvenes que esperaban impacientes tras la barra de la cafetería, los mismos chicos que los habían atendido cuando llegaron. En teoría, su turno de trabajo debería haber terminado hacía ya dos horas, pero ninguno se había atrevido a acercarse e invitar amablemente a Kim y su acompañante a abandonar el establecimiento. Con la cabeza gacha y un comportamiento demasiado sumiso ante la presencia del más mayor, no rechistaron en ningún momento y solo esperaron a que Taehyung decidiera marcharse por voluntad propia, permitiéndoles a ellos ser libres también. Jungkook sintió pena por la pareja, siendo plenamente consciente de la situación. Sabía que el respeto de ambos chavales hacia el mayor de los Kim se basaba únicamente en el miedo que le tenían, probablemente por todos esos rumores horribles que circulaban sobre él por el campus.

— ¿Nos vamos ya? — Jungkook observó el reloj de su muñeca para revisar la hora, actuando como si quisiera marcharse solo para intentar salvar o ayudar a los dos jóvenes, quienes realmente parecían cansados luego de la extensa jornada de trabajo. No obstante, apenas reparar en lo tarde que era, se levantó de un brinco en ese mismo instante. Pues bien, quizás el que debería ser salvado probablemente fuera él. Para su mala fortuna, el reloj marcaba casi las 23:00 pm de la noche y, pensando que su encuentro con Kim no duraría más que unos pocos minutos o media hora como mucho, por supuesto que no había avisado a nadie de su familia de que se ausentaría solo "un momento". Momento que se extendió demasiado sin él darse cuenta de ello. Las horas con Taehyung pasaban demasiado rápido, aunque el tema a tratar fuera aburrido o no tuviera gran interés en este. Simplemente, el hecho de tener al pelirrojo en frente y pasar tiempo con él provocaba que Jeon olvidara prácticamente todo. Incluida su misión. — Dios, si, ¡vámonos! — Habló alterado, sin ser realmente consciente de ello. Recogió a toda prisa las hojas de los apuntes y las guardó en una mochila pequeña que había traído consigo.  

Taehyung se levantó también, pero con bastante más parsimonia. — ¿Qué pasa? Te has puesto loco de repente. — Se mostró confundido, sin llegar a entender esa reacción tan inesperada por parte del castaño. 

— Mis padres van a matarme si se enteran de que estoy fuera a estas horas, joder, en teoría solo salía un momento. — El menor respondió agitado mientras rebuscaba su teléfono móvil entre los bolsillos de su chaqueta y pantalón, únicamente con el objetivo de comprobar si alguno de sus compañeros le había llamado o había reclamado su atención. Rezaba porque no fuera así y nadie se hubiera dado cuenta de su ausencia, pues de esa forma podría regresar al distrito igual de silencioso a como escapó. Sin levantar sospechas, podría ahorrarse las explicaciones y la invención de excusas baratas. No obstante, para cuando encontró por fin el aparato, descubrió que éste se encontraba completamente apagado y no reaccionaba ante sus intentos de encenderlo. Jungkook lo guardó de nuevo intentando no mostrarse preocupado por eso, aunque no entendía cómo diablos el objeto se había apagado solo o había dejado de funcionar así porque sí.

Mal presagio {Taekook/Yoonmin/2Jae}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora