Dongyul presionó los labios en una línea recta cuando observó cómo Jungkook, en silencio y aparentemente calmado, abandonaba la habitación en la que había permanecido encerrado los dos últimos meses. En teoría, el líder de la mafia le esperaba sentado en su coche, el cual se encontraba aparcado junto a la puerta de salida del edificio. Y aquel detalle le tenía realmente nervioso, pues desconocía cual sería la reacción del adulto una vez se encontrara cara a cara con su hermano pequeño.
Y es que, por desgracia, el día que tanto había estado temiendo, finalmente había llegado.
— Jungkook. — Angustiado, tomó el brazo del menor para detener su caminata por el pasillo. El aludido se giró, dedicándole una mirada muerta. — Estarás en contacto conmigo, ¿verdad? No te olvidará-
— Sí.
— ¿Me llamarás cuando llegues a Daegu? — Preguntó de nuevo, poco convencido con esa vaga respuesta. — ¿O me enviarás un mensaje? Para saber que has llegado bien.
— Dongyul. — La enfermera que acompañaba al más joven de los Jeon interrumpió, usando un tono de voz tosco. — Regresa a tu casa, sabes que no puedes estar por aquí ya.
— Quiero acompañar a mi hermano a la salida.
— No puedes.
— ¿Por qué no? — El chico arrugó el entrecejo, ofendido. — Quiero despedirme de él, no sé cuándo nos volveremos a ver. Es mi famili-
— Ese no es mi problema. — La mujer se mantuvo seria y amenazante, retirando su mano del brazo del menor. — El líder ordenó que regreses a casa y continúes con tus tareas. No me hagas repetirlo. — Avisó, notando como el contrario no parecía estar dispuestos a ceder.
— Pero... Ahg, está bien.... — Dongyul se rindió y gruñó entre dientes, bastante molesto con toda la situación.
No obstante, no dudó en volver a acercarse a Jungkook para abrazarle a modo de despedida, sintiéndose un poco incómodo al recordar la última confesión del menor en la habitación. Por eso mismo, el abrazo se sintió bastante extraño y distante entre los dos. Y eso le hizo sentir un poco mal consigo mismo, porque diablos, ese chico no dejaba de ser su.... hermano pequeño.
— Recuerda lo que te dije, ¿vale? — El mayor de los Jeon recuperó distancia entre ambos, de todos modos fijando una distancia de seguridad por instinto. — Lleva cuidado allí en Daegu, y cuida de ti mismo, porque nadie más lo hará. No a partir de ahora. No confíes en nadie, no olvides eso, por favor.
Jungkook asintió, notando el receloso comportamiento del contrario respecto a su persona. Visto lo visto, Dongyul de verdad parecía estar luchando por esconder su actitud esquiva, pero de igual manera, los dos bien sabían que había conductas y sentimientos que simplemente no se podían ocultar. Y es que, aunque su hermano se había mantenido junto a él, haciéndole compañía siempre que había podido, desde el momento en el que tocaron el tema de su orientación sexual y él se atrevió a ser sincero, el lenguaje corporal del mayor le había indicado puro y absoluto rechazo durante cada jodido segundo que habían permanecido juntos.
— Sé que soy pesado pero, por favor, no te olvides de enviarme un mensaje cuando llegues. — Finalmente, Dongyul propinó un par de palmaditas sobre su hombro, sin abandonar la expresión de preocupación que había estado adornando su rostro por al menos dos horas. — Te quiero. Mucho. — Admitió, sintiéndose un poco dolido por la falta de emoción en el más joven con toda la situación. — Lo sabes, ¿verdad?
— Adiós, hyung. — Jungkook le sonrió muy apenas, ignorando lo último porque, en el fondo, estaba deseando huir de allí. Muy, muy en el fondo, estaba deseando regresar junto a Jimin.
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Mal presagio {Taekook/Yoonmin/2Jae}
Fanfiction▬ Fic lento y extenso. ▬ Khangpae ha sido la mafia surcoreana más temida de Corea en los últimos 50 años. Jeon Jungkook y Park Jimin, integrantes de la banda, han sido entrenados durante su niñez y adolescencia para convertirse en extraordinarios as...