Mal presagio {Taekook/Yoonmin/2Jae}

97.2

Apenas habían pasado unos pocos minutos de su marcha cuando Jungkook, de manera brusca y repentina, abrió la puerta de la casa que compartía con Sooyoung. La chica se sobresaltó en mitad del salón al escuchar la llave, quedando estupefacta cuando reconoció a su compañero.

— ¿Qué haces aquí? — Preguntó, siguiendo con la mirada el recorrido que Jungkook hizo a toda prisa desde la entrada hasta su habitación. — ¡Oye!

— ¡No puedo hablar, no tengo tiempo! — Se limitó a decir él, rebuscando ansioso en el armario empotrado de su cuarto.

— Pero... ¿qué pasa? — Murmuró curiosa y mucho más calmada, apoyándose contra el marco de la puerta para observarle. — Se suponía que ese tipo amargado había venido a buscarte para hablar con el líder, ¿no?

— Hmm. — Jungkook asintió sin hacerle mucho caso. Seguidamente tomó un abrigo negro que en realidad no acostumbraba a poner y lo colocó sobre sus ropas, todavía alterado.

Sooyoung se apartó de la puerta cuando él hizo ademán de salir y terminó siguiéndole hasta el baño también. Por su parte, el azabache se paró frente al espejo después de adueñarse de un coletero que en realidad pertenecía a su compañera de piso.

— Te tomo esto prestado, ¿vale? — Se lo mostró por unas décimas de segundo antes de llevarlo a su pelo.

La chica se apoyó nuevamente sobre el marco de la puerta del servicio y sonrió sugerente.

— Uuh, ¿vas a recoger tu cabello? — Sin quitarle el ojo de encima, ella se aproximó a él con una sonrisa enorme y le miró a través del espejo. — ¿Y eso?

— Necesito despejar mi frente.

— ¿Para qué?

— Mi cabello largo llama mucho la atención. — Jungkook frunció el ceño al encontrar difícil la tarea de amarrarse el pelo.

— Déjame a mí.

Sooyoung rodó los ojos y le arrebató el coletero. Entonces giró el cuerpo del azabache y llevó las manos a su cabeza, ocupándose ella de la tarea.

— Ni tan mal, ¿eh? — Una sonrisa triunfal adornó su boca al ver como Jungkook quedaba sorprendido frente al espejo. — Te ves lindo así. Realmente te favorece el pelo recogido.

— Gracias... — El más joven murmuró un poco tímido, sin quitar los ojos de su propia imagen reflejada.

Todavía parada a su lado, su compañera se percató de que él parecía haber cogido un poco más de confiada en sí mismo. Ese pequeño detalle le alegró.

— Entonces, ¿vas a contarme? — Sooyoung giró a mirarle y se cruzó de brazos, expectante por una respuesta.

— ¿Eh?

— ¿Por qué has vuelto a casa? Creí que irías a hablar con el líder.

En ese mismo instante Jungkook pareció recordar algo que ella desconocía y sin aún decirle nada, el azabache cubrió su cabeza con la capucha del abrigo negro que recién había tomado.

— Iba a hablar con él, sí, pero convocaron una reunión repentina y al final quedó pospuesto. — Informó breve, de repente apurado de nuevo.

— ¿Por eso regresaste a casa? — Ella le siguió cuando salió de baño.

— Sí. Bueno, no. Algo así. — Balbuceó ya en la entradita. — Tengo que irme, luego te cuento.