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En la actualidad, Yoongi aún no disponía de información alguna acerca del paradero de su hermano mayor, importante detalle de peso que le mantenía irritado la mayoría del tiempo.

Yoonhyuk había vivido la misma vida que él, moviéndose entre las dos mafias para traficar con información a cambio de protección y seguridad para su familia. Por eso mismo, teniendo en cuenta que su mayor sabía tanto como él, Yoongi dedujo que si el chico lograba apañarse lo suficientemente bien, en realidad sí que existía una posibilidad con la que podría destruirle y tirar por tierra todo su trabajo como futuro rapero exitoso. Y él definitivamente necesitaba ese maldito título ya no solo para poder enviar indirectas a Jimin con el fin de mantenerle atado y pendiente de sus movimientos, sino que también para alcanzar al rubio y poder ofrecerle una buena vida asegurada.

Él necesitaba eliminar a su hermano cuanto antes, pero realmente no sabía ni por dónde empezar. Cierto era, también, que Jiyong le tenía la cabeza mareada y no hacía más que distraerle. Y es que su mayor error de entre todos fue no prever la participación inesperada de su primer "novio". Si es que acaso se le podía etiquetar como tal, pues la relación que mantuvieron en el pasado fue pura y llanamente experimental, sin ningún sentimiento real de por medio por ninguna de las dos partes. 

Min se agobiaba y estresaba en exceso cada vez que recibía esos mensajes maliciosos en los que el mayor le recordaba que Jimin estaba a su completa merced. Sin saberlo, el rubio se encontraba preso entre sus garras y Jiyong tenía en sus manos el poder de decidir cuándo terminar con la vida del hijo del líder. Yoongi estaba consciente de esa realidad también, por eso necesitaba sacarlo de allí para estar tranquilo y tener la certeza de que nadie podía lastimar a su chico.

Sin embargo, se figuró que el regreso de Jungkook iba a suponer un problema a la hora de sacar al rubio de allí. Porque cuanto más tiempo pasaran juntos los dos jóvenes, más iba a tardar él en convencer a su ex pareja de que estaba mejor a su lado.

No obstante, contaba con la tranquilidad de que Jimin no se había olvidado de él y le escribía bastante seguido por Instagram. Yoongi conocía su usuario, así que encontraba fácilmente su chat. Y sin necesidad de entrar a la conversación, leía por encima los mensajes que el menor acostumbraba a dejarle cuando iba bebido de más.

Últimamente, sin embargo, Park le escribía sin haber alcanzo ese estado de ebriedad tan habitual como preocupante. 

Así pues, deseoso de apartar todos los pensamientos negativos de su cabeza, Yoongi tomó su teléfono y buscó la conversación con el más joven en un intento de apaciguar su malestar. 



INSTAGRAM

Mensaje directo con @pkj_min

24 nov. 1:03 a. m.

pkj_min

Hola
1:03 am

No sé porqué te estoy escribiendo de nuevo sabiendo que las posibilidades de que me leas son casi inexistentes
1:07 am

Pero como soy imbécil encontré el valor para hacerlo una vez más y volver a intentarlo
1:19 am

Voy a justificar este arranque de estupidez con que estoy bebiendo para emborracharme y distraerme
1:22 am

Lo necesito
1:22 am

Hoy te extraño más de lo normal, no dejo de pensar en nosotros

Mal presagio {Taekook/Yoonmin/2Jae}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora