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— ¡TAEHYUNG! 

Hoseok entreabrió levemente los ojos luego de jurar haber escuchado al señor Kim gritar el nombre del mayor de sus hijos desde su habitación, haciendo casi vibrar las paredes de la casa con su elevado y agresivo tono de voz. Gruñendo por lo bajo en una queja perezosa, el moreno estiró el brazo hasta la mesita de noche y tomó su teléfono para chequear la hora, cerrando los ojos con molestia cuando la luz de la pantalla atravesó sus pupilas y le cegó por completo. No obstante, luego de un silencio prolongado en el que no alcanzó a escuchar más voces, logró acostumbrarse a la luz blanca del aparato y comprobó que la hora indicaba que apenas eran las 3:46 de la madrugada. Y solo por ese detalle, asoció que la voz que había escuchado hacia pocos minutos se debía tan solo a su propia imaginación o, quizás, era parte de algún sueño que estuviera teniendo en ese momento. Así pues, dejó caer la cabeza sobre la almohada otra vez, suspirando y agarrando la sábana para cubrirse por completo con ella. 

Ese día había decidido ir a la casa del pelirrojo para pasar de nuevo la noche con él pues, luego de lo ocurrido con Seokjin, quería mantenerle vigilado los siguientes días solo para prevenir otro ataque a alguno de sus compañeros, o a él mismo. Aunque había terminado por caer dormido antes de que su mejor amigo llegara a casa. De hecho, estaba tan cansado que ni siquiera reparó en el detalle de que el más joven no se encontraba a su lado en ese momento tampoco. 

— ¡MALDITA SEA, KIM TAEHYUNG! ¿QUÉ ESTÁS HACIENDO? ¡VOY A CALLARTE A HOSTIAS!

Jung se incorporó rápidamente de la cama, su corazón acelerándose peligrosamente cuando escuchó los gritos una segunda vez, esta vez completamente despierto y seguro de que no eran parte de su sueño. Y, de hecho, fue cuestión de segundos para que los pasos del malhumorado hombre responsable del alboroto comenzaran a retumbar en el pasillo de la segunda planta, marcando su claro malestar. Bien, todo indicaba que la primera vez que lo escuchó no había sido su imaginación y de verdad estaba dando voces como un jodido lunático. 

Aún alterado, el bailarín se giró hacia el lado libre de la cama y se percató, ahora sí, de que el pelirrojo no estaba ocupando su lugar correspondiente. Y solo había dos opciones del por qué a esa realidad; o su amigo acababa de llegar a casa y estaba haciendo el suficiente escándalo como para interrumpir el sueño de su padre o, por otra parte, se había desvelado en la noche y había bajado a la planta baja a ver algún programa de música en la televisión. Al menos eso dedujo Hoseok, pues podía escuchar una leve melodía que interrumpía el silencio de la noche y que parecía provenir de un piano. 

Sin embargo y dejando atrás todo análisis, prácticamente saltó de la cama y corrió hasta la puerta de la habitación para detener al enfurecido líder que seguía gritando y amenazando a su hijo, alegando que le mataría si no hacía silencio inmediato. Abrió la puerta de la habitación de par en par, encontrándose con la impresionante silueta del hombre alejándose de él y avanzando con paso firme por la longitud del pasillo en dirección a las escaleras que llevaban al primer piso. Jennie también se asomó por la puerta de su cuarto un poco asustada, haciendo contacto visual directo con el moreno.

— ¡Yo me encargo! — Hoseok ignoró a la muchacha que le miraba aterrorizada y corrió hasta su padre, llevando una mano hasta el fornido brazo del adulto y obligándole a detenerse justo cuando estaba a punto de bajar los escalones. — Yo me encargo de él. — Repitió, forzando una leve sonrisa con el objetivo de transmitir confianza al hombre que ahora le miraba con cara de pocos amigos. 

— Hoseok-

— Está abajo, ¿cierto? — Le interrumpió, adelantándose lo suficiente como para ponerse frente a las escaleras y bloquearle el paso. — No se preocupe, yo me encargo de llevarle a la cama y de que deje de molestar. Regrese a su habitación y descanse, por favor. — Hizo una leve reverencia en señal de respeto antes de bajar las escaleras a toda prisa, casi saltando los escalones de tres en tres. A sus espaldas, logró escuchar la dulce voz de Jennie intentando calmar también al endemoniado líder.

Mal presagio {Taekook/Yoonmin/2Jae}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora