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Una sonrisa ladina se dibujó sobre los labios del pelirrojo apenas escuchar la inesperada propuesta del más joven frente él. Por su parte, al no saber cómo interpretar dicho gesto, Jungkook tan solo se mantuvo a la espera de una respuesta, su mirada expectante conectada con la del mayor. Y es que, desde su posición, Jeon de verdad necesitaba que ese chico aceptara a cooperar con él porque, joder, esa era ya su última oportunidad para intentar ayudar a su amigo. 

Finalmente y luego de unos intensos segundos de duda, Kim bajó la mirada y suspiró pesado, relamiendo sus labios de manera inconsciente antes de hablar.  

— ¿A tu casa? — Repitió la pregunta con ligera diversión, alzando la vista para mirar al castaño de nuevo. El menor asintió nervioso con la cabeza, luciendo mucho más serio. — ¿Ahora?

— Sí. — Jungkook se mostró impaciente. — Creo que será un buen lugar para hablar, qui-quiero decir, estaremos solos. Y es lo que necesitamos ahora. — Las palabras escapaban de su boca de manera atropellada, dejando en evidencia su obvia desesperación. — Yo de verdad necesito hablar contigo ahora mismo, hyung, sobre varias cosas. Estoy yendo contra reloj y no puedo esperar; no tengo tiempo físico. ¿Entiendes? — Para su mala suerte, se arrepintió de soltar aquello último tan a la ligera, sin embargo, no pudo, ni quiso, hacer nada para remediarlo. Más tarde daría todas las explicaciones necesarias. — Por favor.

Taehyung arqueó las cejas, sus ojos se abrieron también en un gesto de fingida sorpresa. Es decir, ¿acaso ese chico se estaba escuchando? Luego de otro breve silencio, demasiado extenso para Jeon, y en el que el mayor valoró y estudió cuidadosamente la situación en su mente, Kim habló de nuevo.

— Mmh... pero es una petición un poco extraña después de lo que ocurrió ayer, ¿no crees? — Recordó con un toque de vacile a la vez que ladeó la cabeza, sus ojos analíticos fijos aun en el rostro angustiado del más joven, sin perder detalle de sus micro expresiones faciales.

El castañito bajó la mirada y resopló vagamente, sin saber muy bien que decir al respecto, pues era plenamente consciente de lo mismo. 

Aquello era una locura. 

No obstante, y luego de recibir la negativa de aquel que había ocupado el puesto de su primera opción, Jeon Jungkook necesitaba ahora la ayuda urgente de ese muchacho experimentado. Y era, por ese mismo motivo, que no pretendía ceder o mostrarse intimidado. Al menos no en ese momento tan importante. Él iba a arriesgarse sí o sí, no tenía otra opción. Incluso si volvía a poner en peligro su vida o terminaba saliendo aún más lastimado que la vez anterior, él de verdad quería y necesitaba arriesgarse. Cruzaría el límite y se aventuraría tanto como pudiera porque, de lo contrario, jamás sabría si pudo lograr algo. 

Aunque eso no quitaba que tuviera presentes las pocas, por no decir inexistentes, probabilidades de éxito. 

— Honestamente, hyung... — Comenzó diciendo luego de mucho pensar. — La verdad es que, después de lo que sucedió ayer, yo... bueno, para mí, ha resultado bastante sencillo deducir que es cierto que hay algo que no está bien contigo. — Dijo con voz temblorosa, intentando medir sus palabras. — Una vez más, pude corroborar que tienes algunos problemas y... ahora puedo entender también que, algunas de las cosas que haces, tienen una explicación lógica detrás. —  Murmuró, su corazón latiendo descontrolado en su pecho. 

— Oh, ¿es así? — Taehyung le dedicó una expresión entre sorprendida y divertida.

— No estoy enfadado ni molesto contigo. — Se apresuró en aclarar, alzando la mirada de nuevo para conectarla con la del pelirrojo. — Y quiero arreglar esto, quiero entenderte. Tú y yo-

Mal presagio {Taekook/Yoonmin/2Jae}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora