Mal presagio {Taekook/Yoonmin/2Jae}

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Tal y como había planeado, Jimin regresó agobiado a su casa apenas terminar su charla con Nayeon. De hecho, nada más abrir la puerta, sintió una mezcla de calma forzada más un incómodo malestar en su estómago cuando lo primero que divisaron sus ojos fue al menor de sus hermanos, quien miraba entretenido la enorme televisión del salón. Feliz, riendo mientras veía, con seguridad, algunos de esos programas infantiles de dibujos que tanto disfrutaba. Y es que, Jihyun se encontraba tan sumergido en su mundo de fantasía que ni siquiera se percató de la repentina llegada de su hermano mayor a la vivienda. Por su parte, Jimin tampoco quiso molestarle en ese momento, por eso se dirigió directamente a la habitación de su padre apenas reparó en que no había señales del hombre ni en el salón, ni en la cocina. 

Una vez alcanzó el cuarto del susodicho, golpeó la puerta levemente con los nudillos, esperando una respuesta afirmativa para poder pasar. Sin embargo, incluso si esperó más de un minuto, esta no llegó. Fue entonces que dudó unos segundos en si abrir o no la puerta, aunque finalmente se armó de valor y terminó por hacerlo. Al fin y al cabo, la situación en la que se encontraba era demasiado importante, pero, sobre todo, urgente. El líder de Khangpae debía saber en ese preciso instante que el más joven de sus tres hijos comenzaba a correr más peligro que sus dos hermanos mayores. Pero una vez empujó la madera, se sorprendió malamente al encontrar el interior de la habitación completamente vacío. 

¿Su padre había salido de nuevo?

Se dirigió entonces al cuarto de Jisoo para preguntarla acerca del actual paradero del hombre, no obstante, se detuvo en seco al recordar que ella debía estar aún en la universidad, dadas las horas. Así como él debería estar haciendo también. 

Gruñendo por lo bajo regresó al salón, encontrándose de nuevo con la figura menuda de su hermano en la misma posición e igual de embobado con la televisión. Se preguntó seriamente si acaso su padre había sido capaz de dejarle solo en la vivienda. 

— Jihyun. — Le llamó con voz dulce, sonriendo con culpabilidad cuando el menor se sobresaltó, dando un pequeño brinco sobre el sofá apenas escuchar su inesperado reclamo. El aludido giró la cabeza lentamente y con desconfianza, sabiendo de primera mano que estaba solo en casa y que nadie de los suyos había llegado todavía. Sin embargo, todos sus miedos se disiparon cuando sus ojos se encontraron con la cálida expresión que adornaba el rostro de su hermano mayor. 

— ¿Hyung...? — Le miró con interrogación, gratamente sorprendido de verle en el hogar. Acto seguido se levantó, dejando atrás cualquier interés por la televisión, y caminó hasta el rubio para abrazarle por la cintura a modo de bienvenida. Jimin se inclinó para después elevarle en sus brazos y atraerlo más a su cuerpo, permitiendo que los brazos del menor se enredaran en su cuello. — ¿Por qué estás en casa? ¿No deberías estar estudiando? Es temprano. — Jihyun deshizo el abrazo primero y enfrentó la mirada del contrario, percatándose entonces de que Jimin tenía el pelo algo desordenado y alborotado. Con toda la confianza del mundo, dirigió su diestra hasta su cabello y comenzó a acomodarlo mientras Park lo adoraba con la mirada. Definitivamente ese chico era la personita que más quería proteger en el mundo.

— Me escapé. — Rio con malicia, posando un beso rápido sobre la mejilla del más joven. — La uni es aburrida a veces, así que regresé antes a casa. — Mintió, guiñándole un ojo. Jihyun entrecerró los ojos y le analizó por unos segundos silenciosos, dudando un poco de esa afirmación. Por su parte, el mayor amplió su sonrisa. — Por cierto, ¿dónde está papá? — Preguntó entonces, intentando ocultar sus nervios y su miedo para normalizar la situación. Si algo quería evitar, eso era asustar al pequeño. Pero es que tampoco podía estar perdiendo el tiempo ahora que la cuenta atrás parecía haber dado comienzo, así que necesitaba una respuesta rápida.