Mal presagio {Taekook/Yoonmin/2Jae}

12

 — Taehyung tiene facilidad para atraer a los chicos guapos. — Kihyun sonrió de lado, observando bajo el marco de la puerta de su aula como el pelirrojo se alejaba en compañía del tímido castaño. — Esa cubierta perfecta que oculta a su bestia, bueno, va a ser la perdición de ese lindo muchachito. Él ha caído con solo mirarlo, tremendo idiota. — Rio muy apenas, lanzando una mirada curiosa a Hoseok, quien se mantuvo en silencio con una expresión preocupante dibujándose en su rostro. — ¿No lo crees?

— Hablas de Tae como si destruyera todo lo que toca. —  Murmuró el pelinegro, regresando al interior del aula. 

— Es precisamente lo que hace. — Kihyun le siguió. — Excepto con nosotros.

— No destruyó a Minjae, de hecho, lo cuidó mucho. — Chascó la lengua en desaprobación, tomando asiento en su pupitre. — No lo pintes como si fuera un monstruo, aun sabe apreciar y cuidar lo que merece la pena en su vida. 

— ¿Por qué te cuesta tanto reconocer la verdad? — Yoo frunció el ceño, molesto. — Taehyung está perdido. — Insistió, ocupando el asiento libre al lado de su compañero. Hoseok miró hacia otro lado, evitando el contacto visual directo con él. — Que sepa imitar las emociones humanas no le convierte en un humano, a estas alturas él no puede sentir nada. Es el jodido rey de la manipulación, y ese chico nuevo no va a darse cuenta de nada hasta que le tenga acorralado y quiera jugar con él a partirle los dedos uno a uno. O capaz y le hace lo mismo que al nene del otro día, quien sabe. Ese estudiante no se equivocó cuando le llamó demonio, él definitivamente lo tiene dentro. — Aseguró, estirándose perezoso en el sitio. — Mierda, Taehyungie de verdad es la mejor arma que tiene el líder. 

— Cállate. — El bailarín gruñó por lo bajo, irritado. — Tú no sabes nada de lo que pasa por su cabeza. 

— Tampoco quiero saberlo, creo que quedaría perturbado. — Apoyó su espalda en el respaldo de la silla, acomodándose. —  Pero hay algo que sí sé. — Miró al pelinegro con una sonrisa maliciosa. — Y es que si algo pasa con ese castañito y resulta no tener nada que ver con esto de la mafia, la culpa es tuya por el simple hecho de haberlos presentado. Hermano, acabas de condenar la vida de un inocente por tu estúpida amabilidad. Reza para que sea un miembro de Khangpae y te salve el culo si Tae lo elimina sin razón aparente. 

Hoseok no respondió, tan solo se inclinó hacia la ventana y observó el patio exterior a través del cristal, en su cabeza preguntándose si acaso había actuado tan mal como su compañero se lo estaba haciendo creer. Él no lo había hecho con maldad ni mucho menos, él ni siquiera se había parado a pensar en las consecuencias de ese acto tan insignificante. Ese tal Jungkook necesitaba ayuda y su mejor amigo era la persona indicada para solucionar sus problemas, entonces... ¿por qué Kihyun daba por hecho que el pelirrojo iba a destruirlo? Solo debía guiarlo hasta su aula y ya, no era como si Kim destruyera todo lo que tocaba por mucho que los demás así lo pensarán. Jung estaba más que convencido de que en la mente de su mejor amigo aún existía la cordura, así como también un sinfín de preocupaciones y conflictos personales que nadie lograba entender. Por muchas atrocidades que hubiera cometido, Kim Taehyung aún podía amar, él lo había demostrado los últimos meses. 

— Mira esto.  — Yoo rio de nuevo, llamando la atención del más joven sentado a su lado. Hoseok le miró con pereza, manteniendo la expresión seria en su rostro incluso cuando el contrario alzó su teléfono y le mostró la pantalla.  — Seokjin me ha escrito diciendo que Nam se ha molestado con él y le ha echado de su clase. 

— ¿Por qué? — Preguntó sin verdadero interés. 

 — Por lo visto su profesor trajo ranas para matarlas y diseccionarlas en caliente, o algo así, y en lugar de eso él cogió un par cuando se despistó el profesor y las pisó para hacerlas estallar. Nam se ha picado con eso y le ha echado a patadas de la clase. — Regresó el teléfono hacia él mismo al notar que el menor no estaba poniendo real interés y, controlando otro amago de risa, comenzó a escribir sobre la pantalla para responder a su compañero con una sonrisa enorme adornando sus labios. — Maldito cabrón, se queja de Taehyung, pero él está demente también.