—¿Quieres hablar? –Escuche a Izuku hablar después de un rato caminar–.
—Honestamente, no lo sé... –Respondí sin dejar de mirar el suelo, sabía perfectamente a lo que se refería–.
—Pero... –Volteé a verlo. Se veía un poco preocupado– ¿Te sientes bien? Estás muy callada.
—Si... –Susurré soltando un pequeño suspiro y volví mi vista al frente– No te voy a negar que me dolió mucho enterarme de eso, pero a la vez me siento tranquila, y creo que se me pasará con el tiempo, no lo sé...
—Todo saldrá bien, si que quédate tranquila, ¿Si? –Agarró suavemente mi mano. Lleve mi vista hacía él– Fue mejor que te enteraras, a que seguir viviendo en una mentira, o sufriendo porque él se alejó y no sabías la razón.
Lo quedé mirando por unos segundos con la boca levemente abierta, pero termine dedicándole un pequeña sonrisa mientras asentía, si que después dejó un beso sobre mi frente mientras apretaba un poco mi mano.
—Si, creo que tienes razón –Dije aun con esa sonrisa en mi rostro mientras seguíamos caminando–.
—Hay otras personas que te consideran parte de su familia, y entiendo que no es lo mismo a tener a tus padres y hermanos, –Dijo llevando su vista hacía el frente– Pero no quiero verte deprimida por eso, recuerda que tú también eres mi hermana y una de las personas más importantes en mi vida.
Volteó a verme con una gran sonrisa, haciéndome sentir muy cálida y tranquila. Verlo sonreír y saber que podía contar con él para este tipo de cosas, es algo que me llena y transmite mucha paz.
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Siempre sabe que hacer para hacerme sentir mejor, así que antes de que comenzará a hablar sobre otro tema, hice que se detenga para abrazarlo con algo de fuerza, él correspondió de la misma forma mientras dejaba un beso sobre mi cabeza.
Después de unos segundos, nos separamos, ya que los demás nos estaban esperando, por ende tuvimos que comenzar a caminar nuevamente. Aunque mientras avanzábamos, no podía evitar quedarme pensando en algunas estupideces.
Aun así, trataba de enfocarme en lo que pasaría ahora, ya que tenía que tratar de estar lo más despejada y calmada posible, porque cualquier cosa podía pasar, ya sean preguntas, información, o lo que sea.
