Pude ver como sus ojos se abrieron un poco más y como brillaban al escuchar eso, acercó su mano hacía el peluche, dudando por unos segundos si tomarlo o no, pero terminó haciéndolo de todas formas.
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Lo quedó mirando mientras movía con mucho cuidado y delicadeza las orejas del peluche, eso provocó que mi corazón sintiera una pequeña sensación de calma, pero a la vez un poco de nostalgia.
—La única condición, es que lo cuides muy bien, ¿Si? –Pregunté ladeando un poco mi cabeza. Asintió llevando su vista hacía mi, parecía que trataba de sonreír, aunque ambas llevamos nuestra vista hacía la puerta cuando escuchamos que se deslizaba, había una enfermera– Bien, ahora me tengo que ir –Me levanté de la camilla mientras acomodaba mi bolso sobre mi hombro– Te vendré a ver dentro de unos días, Eri-chan... Cuídate, ¿Si?
Moví suavemente mi mano en señal de despedida mientras le sonreía y salí de su habitación, me sentía mucho más tranquila al ver que estaba un poco mejor, aunque también me causaba un poco de ansiedad por saber que pasaría ahora con ella.
Me quedé en el pasillo, apoyada contra la pared mientras pensaba, pero al sentir que alguien se acercaba a mi dirección, levente la cabeza, era Aizawa-sensei, así que deje de apoyarme en la pared cuando estuvo al frente de mi.
—Vine a ver a Eri-chan –Dije antes de que me preguntará, pero rasque suavemente mi nuca– Quizás debí haber avisado, lo siento.
—Pensé que estabas con Todoroki hoy –Se apoyo contra la pared mientras se cruzaba de brazos–.
—Si, recién volvimos de allí, Keigo nos paso a buscar y nos trajo aquí –Llevé mis manos hacía atrás, para jugar suavemente con mis dedos– Todoroki-kun y Bakugo-kun aprobaron la lección.
—Eso es bueno, pronto todos tendrán sus licencias –Dijo mientras cerraban los ojos. Sonreí suavemente–.
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