—¿Qué hicieron? –Preguntó Mina por milésima vez. Seguí sin contestarle– Al parecer, algo grave.
Agarré todo mi cabello para poder atarlo en una coleta y seguí mirándome en el espejo. Mientras hacía eso, sentía la mirada ansiosa de Mina a mi costado, pero preferí ignorarla, por lo menos por ahora.
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Arregle unos mechones sueltos alrededor de mi rostro, procurando que se viera bien, pero que tampoco molestaran. Sin embargo, me asusté cuando volteé, quede a unos centímetros del rostro de Mina.
—¿Por qué se metieron en problemas? –Volvió a preguntar. Me alejé un poco de ella mientras mis mejillas se sonrojaban un poco–.
—¿Por qué crees que nos metimos en problemas? –Pregunté rasque suavemente mi nuca para después caminar hacia mi casillero. Ella me siguió–.
—Es raro que los llamen a la oficina, ¿No crees?
—No lo sé –Respondí guardando mis cosas allí y termine por cerrar la puerta del casillero– Tal vez nos quiere pedir ayuda en algo, quién sabe.
Sabía que no me creería mucho, cada vez que miento el tono de mi voz cambia ligeramente, hasta el momento, Izuku es el único que capta enseguida cuando estoy mintiendo, se da cuenta enseguida.
—Puede que tengas razón... –Susurró Mina apoyándose contra el otro casillero. Llevé mi vista hacía ella– Aún así, se me hace raro, tendré mis dudas por ahora.
—Como digas –Termine por embozar una sonrisa–.
"No quiero darle la razón por ahora"
"Aunque me lo refregara en la cara cuando sepa la verdad"
—Ochako-chan –Volteé en dirección a ella en cuanto la vi. Había ido al baño– ¿Estás lista?
