— Ya no sé que hacer para que detener esto, siempre que vas a alguna misión termina herida, pero se que no puedo detenerte, porque quieres convertirte en una heroína... –Escuchaba una voz un tanto conocida, pero no lograba reconocerla– Y esto de verdad esta empezando a frustrarme, Kazumi...
Sentía todo como si estuviese en cámara lenta, sin contar de que me dolía mucho la cabeza y el cuerpo, quien sea la persona que parecía estar a mi lado, no dejaba de acariciar una de mis manos.
Así que eso fue un estímulo para que pueda despertarme, aunque la verdad es que mi cuerpo no quería acompañarme en esto. Intente abrir los ojos cuidadosamente, aunque mi vista estaba bastante borrosa.
Eso me obligo a parpadear un par de veces, hasta que mi vista volviera a la normalidad, aunque por un segundo pensé que estaba alucinando por el dolor de cabeza, ya que pude ver a mi hermano a un costado de mi.
Keigo al percatarse de que había despertado, formo una gran sonrisa de alivio, e incluso pude apreciar como un silencioso suspiro se escapa de sus labios, y acomodo un mechón de mi cabello.
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—Menos mal... –Susurró mientras llevaba su mano libre hacía su frente– Creí que no ibas a despertar hoy.
—¿Q-Qué paso?... –Pregunté algo confundida. No entendía nada–.
"¿Me desmayé?"
"¿Por qué me duele tanto el cuerpo?"
—Pelearon contra unos villanos en la isla, ¿No lo recuerdas? –Frunció suavemente su ceño. Claramente preocupó–.
—No... –Susurré un tanto insegura mientras fruncía suavemente mi ceño, intentando recordar–.
Al principio, siguió sin entender, pero luego de unos segundos, una serie de flashbacks comenzó a aparecer en mi cabeza, provocando que me sentará de golpe en la cama para poder levantarme de esta, asustando a Keigo con mi reacción.
