Sentí como mi corazón comenzó a latir rápidamente, pero trataba de no mostrarme nerviosa ante él, así que solo asentí y enterré mi uñas en las palmas de mis manos con algo de fuerza para hacerme reaccionar.
—¿Cuál es la potencia de tú quirk? ¿De quién lo heredaste? –Preguntó seriamente mientras me miraba con los ojos levemente entrecerrados–.
—¿Mi... Quirk? –Pregunte un poco confundida, pero al no ver respuesta de su parte, rasque suavemente mi nuca– Honestamente, no lo sé, pero si se que puede llegar a ser muy peligroso, tanto para mi como para otra persona, así que supongo que puede llegar a ser muy potente... Y no lo herede de ninguno de mis padres, o familiar, sino que al parecer es una mutación –Comencé a mover mis pies suavemente, me sentía algo incómoda–.
—¿Cómo entraste a la U.A? –Se cruzó de brazos mirándome con el ceño fruncido– ¿Admisión o recomendación?
—Por recomendación, Keigo fue el primero en hacer los tramites cuando supo que quería entrar a la U.A, incluso lo hizo antes de que yo le dijera algo al respecto –Llevé mis manos hacía mi espalda para que pudiera pellizcar mis dedos– Quede en segundo lugar durante los exámenes escritos y primero en los prácticos –Aunque no pude evitar sonrojarme al recordar una estupidez que había hecho durante ese período–.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Al principio, no quería entrar por recomendación, porque no quería dejar a Izuku solo durante el examen de admisión, y tenía la intención de ayudarle, así que trate de meterme de todas formas para dar ese examen, pero terminaron descubriéndome.
Me dijeron que al estar registrada por recomendación, no podía venir al de admisión, además de que llamarón a Keigo para contarles lo que pretendía hacer, ya que él me había recomendando, así que me regaño como si no hubiera un mañana.
Diciéndome, o mejor dicho, gritándome que pude haber arriesgado mi cupo en la U.A y mi carrera de heroína por una estupidez, y que tenía que pensar las cosas mínimo cuatro veces antes de hacer algo.
Así que solo sacudí mis pensamientos, es algo que me avergüenza recordar hasta el día de hoy, y es algo que nadie más sabe aparte de nosotros tres, y espero que nadie más lo sepa, sino se burlaran de mi por el resto de mi vida, aunque una pequeña parte de mi creé que los profesores también están al tanto de ello.
