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—Esa mujer ya se adelantó con el abogado. Supongo que solo fuiste un pasatiempo que usó solo para divertirse.

—No lo tienes que seguir mencionando.

—Ahora solo quiero ir con el abogado y ver si podemos hacer algo con lo del testamento de mi padre. No es justo que esa impostora se quede con todo — quise caminar, pero su mano se aferró a mi muñeca—. No me toques, Aiden.

—Te juro que yo no sabía nada. ¿Cómo iba a pensar que no eras tú?

—Has visto mi cuerpo desnudo muchas veces. Es imposible que alguien pueda ser un clon perfecto y más siendo una "impostora", como tú le llamas. No quiero que me toques más. Esas manos han tocado a otra y ahora mismo solo me producen asco. El hecho de imaginar que solo viéndome puedes estar imaginando a esa otra mujer, solo porque, según tú, es idéntica a mí, me hace sentir disgustada y asqueada. Así que te pido que no me toques nunca más — me solté de su agarre y salí de la habitación.

Mi corazón se sentía como si lo hubieran estrujado. No me gusta sentirme así, es un sentimiento muy horrible. Además de que desde esta mañana me he estado sintiendo extraña, con esos desbalances y mareos. ¿Cuándo esta pesadilla va a terminar?

Fuimos en dirección al aeropuerto, pero por todo el camino me estuve sintiendo muy mal. El dolor de cabeza de esta mañana por alguna razón se ha agudizado y unas náuseas se hicieron presentes. No sé si es por culpa de todo lo que ha estado sucediendo recientemente, pero siento mi corazón muy alterado, latiendo demasiado rápido. Necesito que se me pase esto. Tal vez sea un bajón de azúcar.

Quise hacerle caso omiso a lo que estaba sintiendo, esperanzada de que se me pasaría pronto, pero solo se iban intensificando cada segundo que transcurría. Subimos las escaleras del avión, pero todo a mi alrededor daba miles y miles de vueltas.

—Me siento muy mal — me aferré del hombro de Aiden, con temor a que fuera a caerme por el mareo.

—¿Qué tienes?

—Me siento muy mareada — mi debilidad era tanta que no podía mantenerme casi de pie, lo último que recuerdo es que mi visión se fue a negro.

Aiden

—¿Rachel? — levanté su liviano cuerpo y lo senté en el escalón, en busca de ver lo que estaba sucediendo.

Tomé su pulso, pero estaba muy bajo. No reaccionaba a ninguna estimulación. No podía quedarme tranquilo y tampoco iba a dejar pasar el tiempo sin saber lo que estaba ocurriendo. La tomé en mis brazos y la llevé al auto a toda prisa. La preocupación tras no verla reaccionar me tenía descontrolado. Manejé a la clínica de un colega, era la más cercana que nos quedaba.

Tan pronto nos bajamos en la clínica, recibió asistencia de una enfermera y mi colega llegó a socorrernos.

—Necesito que la ayudes.

—¿Qué síntomas ha presentado?

—Su pulso está muy bajo. Dijo que se estaba sintiendo muy mal y mareada, luego de eso perdió el conocimiento. Hazle un chequeo general y completo.

—Haré lo que esté en mis manos. Necesito que esperes en la sala. Tan pronto tenga noticias te estaré llamando.

—Gracias, Harry.

Me mantuve en sala de espera, caminando de un lado para otro, mirando cómo el tiempo seguía pasando y aún no tenía noticias de Rachel. Estaba a punto de entrar, pues la paciencia la estaba perdiendo y necesitaba saber de ella. Cuando vi a Harry salir, me acerqué de prisa a él.

—¿Qué pasó con mi mujer? ¿Está bien? ¿Qué tiene?

En su expresión pude notar que algo no andaba bien, que probablemente lo que estaba a punto de decirme no iba a ser para nada alentador.

—Le realicé unas muestras de sangre y orina, en los cuales en la orina principalmente tiene leves rastros de propilenglicol y Etilenglicol. ¿No tienes conocimiento de cómo pudo esto llegar a su sistema?

—No. No lo sé.

—¿La paciente ha tomado o ingerido algo en las últimas horas?

—Sí. Esta mañana.

—Esto es común cuando las personas ingieren anticongelantes.

—Lo sé, pero ¿qué estás diciendo? ¿Por qué ella habría de tomar algo así? Sería como envenenarse ella misma...

¿Envenenarse? Espera un momento... ¿Quién pudo hacer tal cosa? La única comida que ingiere Rachel es la que Nany prepara para todos.

—Pudo haber sido accidentalmente o de alguna otra manera. Lo sabremos cuando reaccione.

—Ella no haría algo así. Debe haber otra razón. ¿Qué podemos hacer al respecto?

—Esto es algo bastante serio. Especialmente en la condición de ella, así que debemos comenzar a movernos ahora a buscar alternativas.

—¿De qué condición hablas? Ella no padece de nada.

—Según las pruebas de sangre, tu mujer está embarazada. No me atrevo a decir cuánto periodo de gestación tiene, pues no he tenido la oportunidad de verificarlo, pero sí, las pruebas arrojaron que está embarazada.

—¿Qué? ¿Embarazada? ¿Me estás diciendo que voy a ser papá?

—Sí. Está más que claro.

Rachel no ha estado con nadie más, de eso estoy totalmente seguro. Ahora bien, no sé cómo pasó, pero realmente me da lo mismo cómo haya sido. Tal vez no esté bien de mi parte alegrarme de esto, pero ¿cómo se supone que no lo haga, si dentro de ella está creciendo un pedazo de mí?

—¿Así que esto es lo que se siente cuando te dan una noticia de ese tamaño?

—Felicitaciones, colega.

No creo que Rachel tome esto de buena manera. No quisiera decir que es el peor momento, pues siento que sería como rechazar ese pequeño fríjol que está creciendo en su vientre, pero la conozco lo suficiente y sé que esto le va a afectar de gran manera. No fue algo planificado y es probable que ella no quiera tenerlo conmigo. Ella no confía en mí y con lo que sucedió recientemente tengo miedo de que tome una mala decisión.

—¿Qué vamos a hacer? No podemos poner en riesgo a mi hijo.

—Tranquilo. Encontraremos una solución para que ambos estén bien.

—No le digas nada a ella.

—¿Le vas a ocultar que está embarazada?

—No lo entenderías. En este momento ella me odia y ni siquiera siente nada por mí. Quiero protegerla a toda costa, tanto a ella como a nuestro fríjol.

Culpable [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora