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—No estaba pensando en nada.

—En tu expresión es muy evidente que estás saturada de imágenes mentales.

—Lo único que diré es que, si sabían que estaba en la misma casa, debieron tener consideración y reducir la voz.

—Hay cosas que no se pueden controlar, y más si son tan ricas.

—Quiero irme a mi casa. Mis padres deben de estar preocupados.

—No. No te vas todavía.

—Verdaderamente no sé qué más quieres de mí. Ya te dije todo lo que sé. Estando aquí o allá no hace ninguna diferencia.

—Por supuesto que sí.

—Si tu temor es que intente huir, lo hubiera podido hacer anoche mismo, pero más que nadie quiero llegar al fondo de esto.

—De aquí no te vas y punto.

Es un maldito caprichoso que no escucha a los demás.

Me senté en la silla a petición de él y en el papel que me extendió comencé a escribir lo que recordaba de Mathias, que obviamente era muy poco. Jamás había hecho un boceto y se veía horrible. ¿Quién podría encontrar una persona con esto?

Estaba tan concentrada en dibujar y arreglar los errores que tenía el dibujo que no me había percatado de que Aiden estaba detrás de mí silla. Sus manos llevaron mi cabello a la espalda y la piel se me puso de gallina. No me atrevía a moverme, además de que tenía curiosidad sobre lo que estaba tratando de hacer. Mi mente por alguna razón se transportó a cosas sin sentido. Es un monstruo, ¿por qué debo estar pensando en él de esa manera? Luego de todo lo que me ha hecho debo estar odiándolo, pero mi cuerpo no lo rechaza en lo absoluto.

No sé por qué se ha puesto a hacerme una trenza en el cabello. Él no parece ese tipo de persona, pero por lo visto puede tener una versión menos aterradora. Lo miré de reojo y lucía en el espacio, fue cuando lo comprendí todo. Ahora que recuerdo, a Rebecca le gustaba hacerse trenzas en el cabello. A veces las tenía en todo el pelo y en otras ocasiones solo una. Debe estar pensando en ella. No sé qué se siente tener un hermano, pero sí me hubiera gustado saberlo. Si recibes este tipo de atención debe ser increíble, ¿no?

—¿Por qué tuviste que arrebatarme a Rebecca?

Su pregunta fue lo que me despertó de ese mar de pensamientos, regresándome de lleno a la cruel realidad. Para ser honesta, por un momento deseé ocupar el lugar de Rebecca. Tal vez por las mismas ganas de sentir esto por más tiempo. Acabo de descubrir algo que no me hace sentir bien; y es que por más que trato de odiarlo, porque estoy consciente de que debo hacerlo, simplemente no puedo. Se supone que no debo justificar sus malas acciones, pero la realidad es que no sé cómo actuaría estando en su situación. Día tras día se esfuerza en encontrar a la persona que hizo todo esto. A pesar de todas las pruebas que dice tener en mi contra, no me ha hecho prácticamente nada. Me tuvo secuestrada en esta misma casa, pero pese al odio que dice sentirme, me defendió de ese tal Jonas e incluso me salvó la vida anoche. Aunque todo lo haya hecho con la supuesta intención de alargar mi sufrimiento, no puedo verlo de esa manera ahora. Y sí, me siento culpable y tonta, porque reconozco que está mal no verlo como una amenaza, sabiendo lo impredecible que puede llegar a ser.

Me levanté y lo enfrenté, siéndole otra vez totalmente honesta. Sé que no cree en mí y lo entiendo, pero al menos puedo sacar esta opresión de mi pecho.

—No puedo imaginar tu dolor e impotencia, pero entiéndelo de una vez; yo no lo hice, Aiden.

Su mano tapó mis ojos y sentí su respiración en mi cuello. Esto no se supone que pase, lo sé, pero mi cuerpo estaba reaccionando de una manera contradictoria. No tengo idea de por qué me quedé a la expectativa de saber lo que haría.

—No juegues conmigo, duendecilla.

Ni siquiera había tenido contacto directo con mi piel, pero los escalofríos se hicieron presente.

—¿Qué es lo que tanto esperas? ¿Mmm? —susurró en mi oído, acalorando esa zona en que su aliento chocó—. ¿Crees que habiéndome dedicado esa mirada de hace un momento y dejando escapar esos suspiros, vas a lograr tu objetivo de seducirme? Pues sí. Odio tener que admitir que quiero hacértelo igual de duro a como me tienes.

Culpable [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora