—Tomaré unas largas vacaciones, pero prometo que nos encontraremos nuevamente y disfrutaremos al aire libre.
Los niños se despidieron cálidamente de nosotros, dándonos oportunidad de abandonar la sala de juego y dirigirnos a su oficina.
—¿Aquí es donde te encuentras cuando no estás en casa?
—Sí. Este es mi segundo hogar.
—¿Por qué vas a tomar vacaciones largas?
—Las necesito. Además, si no lo hago, serías capaz de volver a recaer en el hospital.
—Por mí no tienes que preocuparte.
—Por supuesto que sí. No te sabes cuidarte tu misma. En fin, he manejado la clínica desde hace varios años, no está demás tomar tiempo para mí y tratar de organizar mi vida.
—¿En eso estás incluyendo la situación actual? Debemos hablar con el abogado.
—No vas a viajar.
—¿Por qué? Yo necesito ver al abogado.
—Él puede venir a verte. No hay necesidad de ir.
—Ya vino supuestamente a encontrarse conmigo y con quién se topó fue con la supuesta impostora. Esto es algo que se debe solucionar de inmediato.
—Te apoyo en que quieras solucionar todo esto, yo también lo quiero, pero ahora debemos ser más cautelosos. Por lo visto, esa mujer está muy cerca. Sabe cada paso que damos y en este momento tu vida está corriendo peligro.
—¿Y qué se supone que hagamos? ¿Dejar que haga y deshaga con la herencia de mi papá?
—No, pero quiero que te desconectes por un tiempo de todo esto. Te necesito tranquila. Tu salud está en juego también.
—¿Mi salud? ¿Qué tiene que ver mi salud? Yo estoy bien. Admito que no me había estado alimentando bien, pero de ahora en adelante lo haré. Es solo que necesito aclarar todo esto de una vez. No soporto esta incertidumbre.
—Créeme que te entiendo, por esa misma razón necesito que te mantengas tranquila, que sonrías de esa misma manera que lo estabas haciendo al leerle el cuento a los niños.
—No conocía esa parte de ti. Veo que es cierto que los niños te adoran. No los culpo, hasta luces como otra persona cuando estás rodeado de ellos.
—¿Cómo te sentiste al estar con ellos?
—¿Cómo iba a sentirme? Por supuesto que bien. Son unos niños muy lindos y divertidos.
—¿Te gustan los niños?
—Creo que con lo que he dicho, es obvio que sí.
—Eres muy buena con los niños también. Considero que serías una buena madre.
—¿Qué tonterías dices? No es lo mismo.
—¿Qué no es lo mismo?
—No es lo mismo estar rodeada de niños que no son tuyos, donde no tienes la responsabilidad y la carga encima tuyo.
—¿Te gustaría ser madre algún día?
—Muchas mujeres aspiran a tener un bebé, pero la verdad es que, mis aspiraciones actuales son estudiar y ser alguien en la vida, para así poder serle de ejemplo al hijo que tenga en un futuro. Ahora mismo, las posibilidades de que eso suceda son muy bajas. ¿Cómo podría mirar a mi hijo a la cara y decirle que todo el mundo piensa que soy una asesina? No podría tener la conciencia tranquila.
—Todo indica que estoy siendo egoísta y desconsiderado — murmuró, mirando hacia la pared.
—¿De qué hablas?
—No es nada. Lo de la universidad sigue en pie, es solo que todo se ha visto afectado por los recientes acontecimientos. Quiero darte libertad, pero tengo temor de que algo malo te pase. Con esa loca suelta, todo se ha vuelto más difícil.
—Ya me había resignado a no poder estudiar, porque todas las puertas me las cerraron, así que no tienes que preocuparte por no poder cumplir.
—Lo harás, es solo que tendrá que ser desde la casa.
—¿Desde casa?
—¿No te molesta?
—¿De verdad se podría? — sonreí con solo imaginarlo.
—Claro que sí. Aunque no pensé que esa opción te haría tan feliz.
—No importa cómo sea, luego de que pueda hacerlo.
—Eres la primera adolescente que conozco que da lo que fuera por estudiar. Otros hacen lo posible, pero para no hacerlo.
—Quiero ser veterinaria. ¿Crees que algún día pueda serlo?
—¿Veterinaria?
—Sí. Mi sueño es ser veterinaria.
—Serían aproximadamente ocho años estudiando.
—No importa — respondí sin titubear.
Aiden estaba actuando extraño, no sé por qué lo noté cabizbajo.
—¿Te pasa algo?
—No. Quédate aquí un momento. Tengo que reunirme con mis colegas para comentarles sobre mis vacaciones. Ya regreso. Ponte cómoda — sonrió y salió de la oficina.
¿Qué le sucede?
Aiden
Ese brillo en sus ojos jamás lo había visto. ¿Qué se supone que haga en esta situación? Ella tiene sueños y aspiraciones. Por mi descuido esa noche, por la misma razón de que en todo momento pensé que sería imposible un embarazo, no usé preservativos con ella. Siento que estoy siendo una piedra en su zapato, que estoy siendo egoísta y desconsiderado al ocultarle la verdad, porque la decisión de tenerlo o no es de ella, pero renunciar a ese milagro inesperado me quema por dentro. ¿Será que al final tenga que renunciar a nuestro pequeño fríjol?
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Culpable [✓]
RandomLa cárcel es el infierno en la tierra, donde encierran a los seres más despiadados y son sometidos a enfrentar la justicia y pagar por sus atroces crímenes. Al pasar por el cedazo de la justicia y ser juzgado, de ser hallado culpable; deberás cumpli...