Hicimos las compras de lo más necesario, algo en lo que no estaba del todo de acuerdo, pues estaría obedeciendo a ese idiota, pero me sentiría más incómoda estando en esa casa sin nada que ponerme. Regresamos un poco tarde, pues había mucho tráfico. Martín subió las cosas a mi habitación y luego me tomé la tarde para mantenerme tranquila. Cené en compañía de Nany y conversamos un poco de temas irrelevantes. Decidí esperar en la sala a Aiden, a pesar de no saber cuándo llegaría. Cuando lo vi entrar, me di cuenta de que estaba vestido diferente a cuando salió esta mañana y bastante perfumado, como si hubiera salido recién del baño.
—Que sorpresa tan inesperada. Qué bueno que estás despierta.
—Claro que debo estar despierta, pues estoy esperando que me dejes llamar a mi papá.
—Y lo harás, solo que ya mismo.
—¿Dónde estabas? — le pregunté solo para saber si era capaz de decirme.
—¿Me extrañaste mucho?
—¿Por qué evades la pregunta? Cuéntame, ¿estabas viéndote con otras jovencitas?
—¿Te sientes bien? ¿Pudiste hacer las compras?
Veo que no está dispuesto a responder. ¿Por qué me oculta su trabajo? ¿Acaso quiere seguir actuando frente a mí como el hombre más despiadado y sin sentimientos, cuando la verdad es otra? ¿Qué gana con eso?
—Sí, ya las hice. Martín tiene tus tarjetas.
—¿Por qué te ves tan de buen humor? ¿Pasó algo mientras no estaba?
—¿Te parece poco tenerme aquí en contra de mi propia voluntad? ¿Se supone que deba sentirme bien?
—¿Te resulta mal vivir en este lugar, teniendo todas tus comodidades? ¿Quién puede entenderte?
—¿Crees que solo se trata de tener comodidades? Pues no. Me siento sola en este lugar.
—¿Sola? Eso se resolverá cuando comiences en la universidad.
—¿Por qué estás actuando tan diferente a como lo hacías al comienzo?
—No entiendo tu pregunta. Estoy actuando de la misma manera que siempre.
—No, no lo haces. Ya ni siquiera me tratas igual.
—Entonces, ¿cómo esperas que te trate?
—Pues... — las palabras se quedaron atoradas en mi garganta.
—Dijiste que no querías ser mi mujer y que te disgusta estar aquí. Incluso evades mis caricias y mis besos. Menosprecias mi esfuerzo y dedicación. Entonces, ¿cómo quieres que te trate, si de todas las formas que lo intento, para ti está mal o simplemente te disgusta?
—Yo...
—No tienes que responder nada, duendecilla. No es un reclamo, es una realidad.
Quería reclamarle varias cosas, pero ahora mismo no sabía qué decir. No esperaba que me contratacara de esa manera tan directa.
—¿Por qué no me muestras cómo te quedó la ropa que compraste? Tal vez podrías modelarla para mí. ¿Qué te parece?
No sé por qué tengo un presentimiento de que me está poniendo a prueba.
—¿No tienes suficiente con las fotos y vídeos que tienes mías?
—Nada mejor que verte en vivo y a todo color. Ah, pero olvidé que eres muy tímida. Supongo que al no tener un filtro que tape tu rostro, es demasiado difícil para ti. ¿Me equivoco?
—Vaya, ya veo. Esa es una muy buena estrategia, pero no te va a funcionar conmigo.
—Al menos lo intenté— me hizo un guiño y caminó hacia las escaleras.
—¿A dónde vas?
—Quiero ponerme cómodo.
—Dame el teléfono. Quiero llamar a mi papá.
—¿Y dónde está el que te di?
—No te hagas el tonto, sé muy bien que lo tienes tú.
—No, no lo tengo. Tal vez se quedó en Utah. Toma — me extendió su teléfono y cuando fui a quitárselo, me agarró la muñeca atrayéndome hacia él —. No tardes. Asegúrate de decirle que estás bien, que te trato excelente, que te gusta este lugar y que eres feliz aquí. Se supone que eso a un padre le dé tranquilidad. Incluso se supone que lo acepte. Digo, si es que realmente quiere lo mejor para ti — su mano se posó en mi mentón—. No me provoques humedeciendo tus labios para luego estar quejándote de que todo lo que hago es en contra de tu propia voluntad y que te desagradan mis besos. Esta vez dejaré la bola en tu cancha. Si quieres que nuestros labios y lengua vuelvan a interactuar entre ellos, tendrá que ser cuando puedas vencer tu orgullo y tengas los ovarios bien puestos para romper el hielo — se alejó rápidamente y subió las escaleras.
Mendigo ego que se carga ese idiota. Como si eso fuera a pasar.
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Culpable [✓]
RandomLa cárcel es el infierno en la tierra, donde encierran a los seres más despiadados y son sometidos a enfrentar la justicia y pagar por sus atroces crímenes. Al pasar por el cedazo de la justicia y ser juzgado, de ser hallado culpable; deberás cumpli...